Estoy pensando en escribir una aventura en la que va a intervenir la compañía maldita de Kreugar, una de las mejores y originales tropas de mercenarios que ha pasado por Warhammer.
Para quien no la conozca diré que Kreugar es un antiguo mercenario que traicionó a un nigromante que estaba asolando Wolfenburgo, quien le convirtió en un esqueleto sintiente e inteligente. Lo peor de todo es que Kreugar es inmortal, si es destruido vuelve a la no-vida a la noche siguiente, y además toda persona que mata se convierte en otro esqueleto atado a su voluntad.
Por supuesto odia a toda criatura no-muerta, desde Vampiros hasta Señores de Khemri, casi tanto como odia su condición. Que lleva sufriendo ya muchos siglos.
A mi me parece un material muy interesante para el juego de rol. Así que ya he creado un esqueleto de historias para Warhammer JDR.
Kreugar está buscando en las ruinas de alguna ciudad (¿Mordheim?) un viejo relicario Morrdita que, según cuentan las leyendas y los cuentos populares, tiene el poder de destruir a todo no-muerto para siempre y dejar descansar su alma en paz. Al parece hace poco que la localización del lugar ha salido a la luz, el boca a boca ha hecho el resto (por eso coinciden los señores personajes con los pnjs).
¿Problema? Las ruinas están siendo exploradas por otros dos grupos.
El primero, los jugadores, claro, que han sido contratados para explorar las ruinas del viejo templo (plagados de mutantes) y localizar el sagrado objeto de la Iglesia de Morr.
El segundo, una banda de aprendices de nigromantes de Nuln están bajo la pista de Kreugar, quieren capturarlo no vivo para estudiar su particular versión de la No-Muerte, evidentemente el relicario, de funcionar, es un peligro para sus estudios. Han enviado a un grupo de forajidos a buscarlo, asesinos y saqueadores de tumbas basicamente.
En las ruinas los jugadores se enfrentan a Kruegar y su compañía pensando son los típicos No-Muertos, durante la pelea los forajidos se llevan el objeto. La compañía se retira y desaparece.
Semanas después los jugadores son atacados por no-muertos, cuando los derrotan y avisan a las autoridades estas no les toman en serio porque ¡no hay restos ni pruebas!La intensidad de los ataques va en aumento, los aprendices de nigromante quieren eliminar al grupo, de hecho, si pasan una tirada de Inteligencia ¡ reconoceran a los forajidos, son los muertos que les atacan!Una noche, mientras duermen alguien llama a la puerta.
Es Kruegar, encapuchado, envuelto en amplios ropajes que ocultan su estado, sin su compañía, pidiendo a los jugadores ayuda y ofreciendoles oro, ellos quieren vivir y él el relicario y destruir a los nigromantes, pero no puede hacerlo solo (y no quiere introducir a la compañía en la ciudad para no alertar a la gente).
Y por supuesto, el relicario no funcionará, eso lo doy por sentado.
Suena muy bien la campaña, y coincido en que Kruegar es un personaje muy sugerente. Al principio había pensado que dejarías a los PJs interpretarlo -siempre me han fascinado las aventuras con mucha épica, aunque son complicadas de llevar-, pero el esquema que planteas tiene muy buena pinta.
Supongo que tendrás que andar con ojo para que Kruegar no desequilibre la partida por ser muy poderoso ni que pase desapercibido como un contratista más.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.