Ramón Besa se quita la máscara

 De los cuatros grandes, don Alfredo, Pelé, Cruijff y Maradona, ninguno fue tan dominador en todas las facetas del juego como Messi. Di Stéfano no era el mejor técnicamente, no era el mejor regateador de su época, Kubala tenía mucho mejor técnica que don Alfedo, el que diga lo contrario miente o nunca los vio jugar a los dos como los vi jugar yo. Pelé no era tampoco el más dotado técnicamente, no era el mejor regateador de su época, ese honor lo tenía Garrincha. Maradona no era el mejor goleador de su época, ese honor le correspondía a Marco van Basten. Ninguno de los cuatro grandes dominaba todas las características del juego como Messi. El rosarino es el mejor goleador de esta época: tiene todos los registros; Messi es el mejor regateador del mundo, es también el mejor asistente. Messi es un jugador completo, es un todoterreno, como Di Stéfano, tiene la facilidad goleadora que tenía Pelé, tiene los cambios de ritmo y la inteligencia táctica de Cruijff, tiene la velocidad de ejecución y la técnica de Maradona. Además, no he visto a nadie en la historia del fútbol conducir el balón tan rápido, y con el balón tan bien controlado, como Messi. Comparar a Messi con Cristiano Ronaldo es una auténtica burrada, digna de los forofos de la Central Lechera. Mientras Messi siga jugando al nivel que ha mostrado en los últimos tres años (y apuesto mis narices a que lo hará), el Barcelona seguirá ejerciendo una hegemonía indiscutible en el balompié mundial. 

   Cuando yo hablo de hegemonía, me refiero a lo balompédico, no a los resultados, que no siempre reflejan lo que ocurre en un terreno de juego. Esto lo sabe cualquiera que haya pateado un balón. No hay nadie que juegue como está jugando el Barcelona en los últimos cuatro años. Otra cosa es que no sea lider por diversas circunstancias que no son, todas, imputables a su técnico y a sus jugadores. Pero que el Barcelona sigue siendo el mejor equipo del mundo, nadie lo duda, fuera de la Central Lechera. 

    Se habla mucho sobre Di Stéfano y se dice mucho de él, sin haberlo visto jugar todos los partidos. Di Stéfano jugó más de cuatrocientos partidos con el Real Madrid (yo vi más de trescientos), y mucha gente que sólo ha visto diez o veinte partidos del gran Di Stéfano, dice que no había nadie como él, que era insuperable, que era el más regular, el más constante. ¿Cómo saben que era el más constante quienes sólo han visto diez, veinte, o cuando mucho treinta partidos del gran Alfredo? Y yo creo que ni los más forofos han visto más de veinte partidos de Di Stéfano, y casi todos han visto los mejores partidos de don Alfredo, en la Copa de Europa, pero no han visto, como yo, partidos malos del gran Di Stéfano, incluso muy malos. Yo recuerdo a un gran jugador del Valencia que se apellidaba Mangriñan (si mi memoria no me engaña), quien prácticamente secó al gran Di Stéfano. Y eso que el jugador ché no hacía nunca ni una falta, para detener al gran Alfredo, cosa que no se puede decir de Ramos o de Pepe cuando tienen enfrente a La Pulga.

    Y nadie vio a Di Stéfano, jugando en el Millonarios de Colombia, yo lo vi varias veces. Era un gran jugador, uno de los mejores, sin duda, pero a los 26 años, el gran Alfredo no jugaba la mitad de lo que juega Messi a los veinticuatro. No obstante, maravilló a don Santiago Bernabéu, a pesar de que un pariente mío (dep), ya había aconsejado su fichaje para el Fútbol Club Barcelona. Don Santiago estuvo más listo que ninguno, y se llevó el gato al agua. No pasa nada. Pero eso sí, que nadie me diga que el gran Alfredo jugaba a los 26 años la mitad de lo que juega Messi con dos añitos menos. Por eso ese viejo zorro del fútbol, Sir Alex Ferguson, ha dicho que la proyección balompédica de Messi es como para asustar a cualquiera.  Y Sir Alex ha visto mucho fútbol, no tanto como yo, pero sí mucho más de lo que han visto muchos que critican a Messi.

     Lo de Raúl es admirable, qué duda cabe. Pero la longevidad no es precisamente un artibuto de los grandes. Muchos otros grandes jugadores siguen jugando con la misma ilusión y frescura que Raúl, y algunos de ellos, con más añitos. Me refiero a Zanetti, a Seedorf, a Giggs, a Scholes, todos ellos viejos rockeros que todavía siguen rockeando (como los Rolling Stones), pero ninguno es, ni de coña, uno de los grandes. Mucho se ha dicho de los grandes, pero nadie los ha visto jugar como yo los vi: Di STéfano fue un grande, su cumbre balompédica duró desde el 55 hasta el 60, seis años, cuando ya tenía más de treinta años, una barbaridad, pero yo tengo dos pegas: en aquella época los jugadores éramos más longevos (Puskas llegó al Madrid con treinta y un años y sobrepeso), la otra cuestión es que tuvo una maduración en su juego más bien lenta. Cuando llegó al Madrid con 27 años, no era la mitad de bueno de lo que fue y de lo que seguramente mucha gente ha visto: las finales de las Copas de Europa. Se dice que Pelé era un ejemplo de precocidad, pero esto es una falsedad, como goleador, sí, qué duda cabe, pero como futbolista, Pelé también tardó en madurar, no siempre jugó como en aquel mundial de Méjico, en el que ya dominaba todas las facetas del juego. ¿Cuántos años estuvo Pelé al máximo nivel? Es difícil saberlo, sobre todo, por la plaga de lesiones que tuvo, pero no más que los seis del gran Alfredo. Cruijff tuvo cuatro años a un gran nivel, desde el 71 al 74. En su tiempo, se decía que Cruijff era el más grande, cuando jugaba en el Ajax, porque a los 24 añitos ya era un jugador completo (en el 71 ganó su primera Copa de Europa y su primer Balón de Oro), pero después del 74, a los 27 añitos, Cruijff se apagó. Maradona tuvo cuatro años muy grandes (con algunos altibajos, eso sí), desde el 86 al 90. Messi ya llevaba cuatro años a un nivel excelso, ya ha madurado como jugador, ya es un jugador completo desde hace dos o tres años. Un caso de precocidad que yo nunca he visto. Y confío en que La Pulga nos regalará, por lo menos, tres o cuatro años más a este nivel tan excelso. Si lo logra, si consigue otros tres Balones de Oro, yo estoy seguro de que sí (soy un optimista incorregible, quizás porque mi madre no era catalana, sino aragonesa), nadie discutirá que es el mejor de todos los tiempos. Sólo los que tengan mucho merengue en la sangre.

   No voy a ocultar que cuando veo a Messi, vierto mucha saliva, pero yo considero que cualquiera que ame este deporte, le gusta ver a Messi. Lo deplorable es la cantidad de bilis (no lo digo por nadie de aquí), que vierten algunas personas cuando ven jugar al rosarino. Sí, yo babeo e incluso se me sale alguna que otra lágrima cuando veo las maravillas que realiza Messi. Estuve setenta años, sí, setenta años, esperando a un jugador como Messi para el Barcelona, después de aquel fichaje frustrado de Di Stéfano. Ahora puedo disfrutar del juego del grande entre los grandes, y sólo le pido al diablo que me dé unos cuantos años más en este <<valle de lágrimas>>, para disfrutar de Lio. Sólos tres o cuatro añitos más quiero ver a Messi, quiero ver hasta dónde es capaz de llegar, y después ya me pueden  llevar todos los demonios al infierno. ¡Larga vida a Messi!