Me releo y me doy cuenta de que, según mi comentario, parece que eso de escribir sea a mi juicio exclusivamente cuestión de técnica, como arreglar lavadoras o algo así, y tampoco creo eso, así que matizo.
Evidentemente, hay primeras novelas en las que el autor rompe con todo lo anterior y macrosagas o novelas totales, de esas que se dice, que son increiblemente buenas; si no hubiera esa parte de creatividad e instinto leer sería bastante aburrido. De hecho Gene Wolfe, que suelo citar entre mis favoritos, empezó, tras su "fix-up" "La quinta cabeza de cerbero" con "Paz", una novela difícil de leer y siguió con la saga "El libro del sol nuevo", fantástica en los dos sentidos. Le pongo a él de ejemplo por haberlo utilizado otras veces, pero como él, muchos.
Sí es cierto que en esas primeras veces que uno se sienta al teclado, a menudo se intenta el gran experimento, que al final no puede seguir ni uno mismo o la gran novela-río, que le cansa a uno a las treinta páginas. Vamos, espero no ser el único al que le pasó (y seguramente me pasará alguna otra vez).
Hace tiempo, un amiguete me recomendó a Roberto Arlt, poco después, otra persona me regaló "Los siete locos". En ambos casos, me decían que era un autor que me pegaba mogollón que me gustase. Entonces no lo leí por motivos varios y, finalmente, ahora estoy con una edición muy chula de Diógenes de "Los siete locos y Los Lanzallamas", que juntos conforman una sola novela que se está convirtiendo en una de mis favoritas de todos los tiempos. Bueno, Roberto Arlt escribió:
"Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un "cross" a la mandíbula."
Bueno, no sé hasta qué punto tiene razón, a mí me gusta hablar de libros, pero ahí lo dejo.
Bonita cita, muy efectista y tal, como tantos aforismos o decálogos que, cuando los intentamos llevar a la práctica, ellos no nos llevan a nada, quizá porque se dijeron para marcar una pose, quizá porque se dijeron en un momento determinado y en otro incluso el mismo autor piensa otra cosa... o simplemente porque sólo son adecuados para el que los creó y gentes muy afines, no para otros.
En todo caso, es cierto que la escritura se crea en soledad, pero muchas veces al abrigo de esas charlas literarias que tuvimos en otros momentos, o de los comentarios que nos hicieron, que todos buscamos ese feedback ya sea para aprender de nosotros mismos o para reafirmarnos en lo que entendemos que ya sabemos, y eso es charlar de literatura también. ¿O es que aquí alguien no quiere que le lean y le comenten? Bueno, pues eso es pedir hablar de literatura, repito, de la propia en este caso.
Eso sí, por supuesto que no todo es técnica, y entiendo que también hay instinto y talento, uno que se puede agudizar con la experiencia, igual que la técnica, y el otro que creo va en el código genético y me parece inamovible. Si queremos crecer creo que hay que hacer incapié en lo que puede agudizarse o perfecionarse, y pensar que con lo otro vale, nos puede llevar a no buscar agudización ni perfeccionamiento, y eso no creo que sea bueno...
Canijo, sí, supongo que es fácil no enquistarse, pero no es menos cierto que los escritores novatos tienen tendencia -yo al menos también la he tenido- de entrar como un elefante en una cacharrería y, a veces, es difícil dar el brazo a torcer. Bueno, como en todos los aprendizajes, vaya.
Ahí está el detalle, en darse cuenta de que esto es un aprendizaje como los demás. Igual que no le dices al que te enseña a conducir que ya sabes tú, que no tiene sentido eso de tener que ir por un lado obligatoriamente, sino que tú prefieres ir por el otro, aquí también hay ciertas reglas básicas que hay que asimilar primero, y luego ya podrás construir sobre eso. El problema es que como con tener un ordenador o una hoja de papel y un bolígrafo ya te vale para escribir, es fácil que el ego se sublime y te dicte que le hagas caso a nadie que te lleve la contraria. En fin, allá cada cual con lo suyo...