Pues eso, que ya me han dejado un men y los kotes y ya me zurran en condiciones en kendo. Es toda una experiencia, la verdad. Es mucho más agotador que el esgrima y mucho más brutal, sobre todo cuando te empotran contra una pared del dojo para impresionar a los novatos
Curiosamente, lo que más me duele es el pulgar izquierdo. Supongo que sujeté muy crispado el shinai.
Cuando acabes con el kendo meteté a tiro con arco y luego a equitación. Así serás el guerrero perfecto.