Semifinales.- QUIJOTADAS.- Pareja B - (Chupito 3 - Bote 0)

Cuestiones tontas

Maese Nicolás pregunta al cicerone que qué corte de pelo estaba de moda en el Magdaleniense. El guía piensa que hasta la deformación profesional debería tener un límite a la hora de visitar Altamira y suspira apesadumbrado.

En las paredes, manos estarcidas gritan su paso por la existencia.

¿¿¿¿Nooooooooooooooooooo??? 

Ya metí la pata en algo... 

¡Ay! Es verdad, perdona... Tendría que haber justado en la A.

Pero bueno, la mitad de la porra la tienes ganada. 

Jolines, vaya dos. Así da gusto quedarse mirando. 

Fin del camino

FLORES

-Bien llevadas las condiciones exigidas a la trama, que fluye natural.

-Título estupendo, jugando con el doble sentido del final del camino físico y de la vida.

-Conseguido el efecto mágico con el detalle de la Santa Compaña, que junto con el camino, la catedral y la bruma, sitúa la historia en un ambiente inequívoco.

-Preciosa frase final con esa imagen del corcel de bruma, espíritu del caballo que venga su injusto castigo.

ESPINAS

-Por decir algo, más por gusto personal que otra cosa, yo seguiría usando el tiempo presente hasta el final: por darle más “credibilidad” a los hechos y evitar esos dos futuros rimados en -á.

Cuestiones tontas

FLORES

-Igual que su contrincante, supo adaptar estupendamente el texto a las condiciones pedidas.

-Se percibe la elaboración meditada del texto, incluso la documentación necesaria.

-Una oración final, en párrafo aparte, magistral, que merecía ella sola ser un relato.

ESPINAS

-Más que espinas, espininitas. Hay un par de detalles que, a mí entender, son mejorables: veo cierta disonancia de estilo entre algunas expresiones como “que qué” y “deformación profesional” con el resto del relato, especialmente el final, de lenguaje más cuidado y menos coloquial; lo mismo le ocurre al título, creo que la calidad del texto merecía otro algo mejor.

De verdad, Bote, que escribes muy bien y mereces ser finalista, pero tengo que elegir Fin del camino de Chupito porque me ha conquistado desde la primera lectura.

La competición avanza y los combates resultan cada vez más encarnizados. A estas alturas la arena está llena de miembros amputados, de cuajarones de sangre. Los equipos de limpieza de las justas no dan abasto para recoger tanta piltrafa… y lo que queda, porque los justeros que quedan en pie no reconocen el significado de la palabra «piedad».

Chupito utiliza con maestría las herramientas que se le ofrecen para contarnos unas historia redonda. Situar a Rocinante en Santiago puede parecer fácil, pero hay que tener la habilidad mental y la rapidez suficientes para ser el primero en darse cuenta y en articular tan magnífico relato. Por ponerle alguna pega, decir que de Rocinante no encontramos más que el nombre y que bien podría haberse tratado de cualquier otro caballo. Aún así, no me parece mal colofón para este rocín que, tras tanto peregrinar acompañando a su antiguo amo, acabe sus días en Santiago.

Bote, original como siempre, nos sorprende colocando al bueno de Maese Nicolás en las cuevas de Altamira. Desde luego tiene su gracia, pero no deja de rechinarme un poco un barbero del siglo XVII en unas cuevas que no empezaron a visitarse hasta aproximadamente el año 1900. Tal vez sí en otro contexto o contado de una forma diferente. La primera frase creo que merece una vuelta para hacerla algo más literaria, sobre todo con ese «cicerone» y ese «Magdaleniense» de por medio. El final es muy potente, con esas paredes queriendo transmitirnos su legado. El título no aporta demasiado al conjunto del microrrelato.

Ya sabíamos que a estas alturas no iba a resultar nada fácil decidirse por solo uno de los contendientes, pero no hay vuelta atrás, solo puede quedar uno, y en este caso me voy a decidir por Fin del camino, de Chupito, que en este caso ha resultado no ser nada profético.

Apreciado Bote, ¡no te quites aún la armadura! No sin antes pasarte por la taberna y deslenguarte a base de vino caliente con los demás justeros, deseosos de oír tus microhazañas por Tierras de Semifinales.

Chupito, oh, gran Chupito: te queda lo más difícil; pero también lo más estimulante.

Estaba esperando a que se pronunciase el último señor juez para felicitar a Chupito. 

Enhorabuena, Chupito. Tu caballo de bruma ha podido con mi barbero tontaina. Muy merecido. Suerte y talento en la final. 

Y gracias a los esforzados jueces por sus palabras y por hacerlo tan bien en general.

Mañana me paso por la taberna, que creo que Barón me invita a café con porras. 

Y muchas gracias a los que os habéis pasado a comentar el duelo. Mola que se note el calor de las gradas.

Totalmente de acuerding.

¡Enhorabuena por tu victoria , Chupito!  Suerte en la fase final. 

Dos micros estupendos; aunque parece ser que la potencia visual que proyecta ese corcel se ha comido con patatas a la trabajada réplica de su oponente, 

Los dos de diez. Felicidades.