¿UNA PARADITA...?
Michael llevaba siete horas conduciendo sin parar, y, entre el cansancio y la noche entrante, sus párpados acabaron por echar el cierre: nada preocupante si no fuera porque KITT hacía rato que también se había quedado dormido.
El piño fue tan espectacular que puso fin a la serie.
Jejejee, un microrrelato muy "Baronil".