PdA: Reto 16 (Historia de Joaquín)

El león se preparaba al salto mortal.

La caída superaba su estatura por casi 10 veces.

Pero el premio era una gacela coja, un pingüino y un canguro.

1, 2, 3, ¡salto!

El león saltó como volando, la pequeña mano que le sujetaba le convertía en avión y en águila.

¡Run, run, run!

Los pobres animales asustados, no alcanzaron a dispersarse. La terrible fuerza del León, los había engullido a todos de un solo bocado, justo antes de dormir.

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Cuentos Para Antes de Dormir.

Erase que se era un Rey de un Reino muy, muy lejano. Este Rey comía todo el día, en la mañana, en la tarde y en la noche y Gordo era su nombre. Su barriga era tan grande que podía caberle una vaca entera. Cuando era joven había peleado contra dragones y malvados hechiceros. Su gula era tal, que comenzó a comer todo lo que tenía en frente, comenzó a comer piedras, pasto, animales, aire incluso los pobladores temían que en cualquier momento recibieran una sutil mordida del Rey, pues el Rey había arrasado con todas las reservas de años. Hartos de esta situación, se pusieron de acuerdo para mandar al Rey lejos de la villa.

Los pobladores comenzaron a correr el rumor afirmando que la Luna era de queso y no de cualquier queso, sino de un queso nunca antes conocido, capaz de derretirse en tu boca. Siempre que alguien conversaba con otra persona, comentaban lo siguiente: "¿Ya te enteraste? La luna es de queso"y el otro le respondía "¿En serio? porque yo sé que hay montañas de pan y mares de leche."

El Rey se mostró decidido y decidió consultar a su Mago Real para ir hasta la Luna, el Mago que formaba parte del plan de la villa...le dijo, hay una manera. Tienes que ir a la montaña más alta, cuando la luna esté llena y más cerca de la Tierra salta, da dos pasos atrás y salta. Y de esta manera sencilla estarás en la luna, disfrutando de ése delicioso queso.

- Jum, jum, jum, eso suena fácil, jum, jum - Contestó el Rey Gordo.

- Pero Alteza, con su peso...dudo mucho que pueda saltar -

- Jum, jum...no hay problema, construirás una catapulta - Dijo el Rey Gordo, devorando dos pollos de un bocado.

Los aldeanos se pusieron a la obra. Levantaron una catapulta, la colocaron en la montaña más alta. Los diez hombres más fuertes cargaron al Rey y lo sentaron en la ingeniosa empresa.

Y entonces cuando la Luna estaba lo más cerca de la Tierra, el Rey salió volando impulsado por la catapulta.

Desde entonces el Rey permanece ahí, comiendo a placer. Si eres curioso, te invito a que subas la montaña más alta y cuando la Luna esté lo más cerca de la Tierra. Seguramente escucharas al Rey Gordo comiendo pan rancio y queso pasado, y bebiendo leche amarga. Laméntandose por no valorar lo que tenía en la Tierra.

Los aldeanos vivieron felices sin Rey, "para siempre". Fin.

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El cuento del Rey Gordo

La Historia de Joaquín

Cuando Joaquín "el chupes" entró a robar a la farmacia del viejo gallego sabía que era la mayor oportunidad de su vida.

Mientras sudaba en frío, esperando en el coche de su amigo "el pozole". Pensaba en todas las cosas que se podría comprar con aquel dinero. "Ya chingue, me compraré una puta casa, un pinche perro y una jodida esposa, ya chingue" se decía y se repetía para ganar valor.

No era la primera vez que robaba. La culpa de su malogrado andar tuvo razón de acusarle robar unas galletas de chocolate en su casa. Desde ese momento, su familia le hacía bromas "agarren sus cosas aquí viene Al Caponito", decían. Cuando le llevaban al mercado, le advertían que no tocara, ni robara nada. Así fue como le echaron la culpa de unas uvas desaparecidas del puesto de Doña Casa, de un oso de peluche de su vecino, de unas panties de la vecina.

Así creció. Pronto los vecinos le lanzaban miradas de reproche, de odio. Aún más cuando comenzó a vestir como un vago y a andar con otros vaguitos.
 
Pronto descubriría la mariguana, el resistol y la piedra. Las calles se volvieron su casa, los drogos su familia. Tenía un perro mugroso, la piel se le caía con la pura mirada. Tenía una novia, era fea y a sus 15 años ya estaba embarazada, en realidad no se sabía si era su hijo. Todos habían dormido con ella, por gusto, por placer, porque estaba drogada porque era la única mujer.

Joaquín, tenía escalofríos por la piedra y por lo que acababa de hacer. Su piel palida contrastaba con su playera de AC DC bañada en sangre, por los sesos de aquel pobre vendedor de fármacos. Un viejo gallego que reparaba una ventana.
 

(Reto 16: 07-08-2005)