Las aventuras de Tom Sawyer

Imagen de Patapalo

Reseña se la emblemática novela de Mark Twain

Tom Sawyer y Huckleberry Finn son sinónimo de aventuras. Pero de un tipo de aventuras concreto, de las que se tienen, o sueñan, en la infancia. Como bien decía Mark Twain llega un momento en la vida de todo chico en que le domina un deseo terrible de buscar un tesoro.

 

Quizá sea esa la magia de Mark Twain, quizá ése su gran logro: el no haber olvidado cómo piensa y razona un chiquillo. Con sus novelas, sin duda, consigue que recordemos como eran aquellos veranos en el pueblo o en cualquier otro lugar que haya sido el escenario de nuestros juegos de infancia.

 

No importa que St. Petersburg sea un pueblo de los Estados Unidos de América del siglo XIX. La imaginación de los niños, como descubrirá asombrado el lector, no conoce naciones ni espacios temporales. ¿Quién pudiera pensar que aquellos niños de la otra punta del mundo y que vivieron hace casi dos siglos también querían ser piratas? Y más aún: ¡indios!

 

En realidad son los mismos sueños de libertad y aventura, con una carcasa más o menos próxima a nuestras respectivas culturas, lo que encontraremos en este libro. Un escenario en el que historias de fantasmas, de tesoros, de indios y piratas nos sirven para recordar las nuestras propios sueños infantiles, nuestros propios temores y nuestras propias inconsistencias. La viveza con la que Mark Twain nos presenta su propio pueblo idealizado en el recuerdo es la clave que nos permite sumergirnos en él.

 

Autor

 

Samuel Langhorne Clemens, nació en 1835 en Missouri y murió en 1910 en Nueva York. Trabajó en varias imprentas, donde publicó sus primeras notas, y fue piloto de un barco de vapor por el río Mississippi hasta que la guerra civil hizo imposible su navegación. Se alistó en una compañía de voluntarios de caballería del Ejército Confederado y después fue a Nevada a probar fortuna en las minas de plata. Al año siguiente comenzó a trabajar como periodista en el Territorial Enterprise de Virginia City y empezó a firmar sus artículos con el seudónimo Mark Twain, una expresión utilizada en el río Mississippi que significa dos brazas de profundidad (el calado mínimo necesario para la buena navegación). Realizó numerosos viajes por Europa y en 1884 fundó su propia editorial: Charles L. Webster and Company. Fue una celebridad mundial durante los últimos años de su vida, y recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Oxford (Inglaterra), en 1907.

 

Entre sus numerosas obras, siempre caracterizadas por su análisis de la sociedad y su sentido del humor, destacan “La célebre rana saltarina del condado de las Calaveras” (1865), “Las aventuras de Tom Sawyer” (1876), “Príncipe y mendigo” (1882), “Un yanqui en la corte del Rey Arturo” (1889) y “Las aventuras de Huckelberry Finn” (1884).

 

Sinopsis

 

Tom Sawyer es un inquieto chiquillo de un pequeño pueblo a orillas del río Mississippi. Su carácter y su gran imaginación le convertirán en el protagonista de una serie de aventuras cada vez más peligrosas y complicadas.

 

Edición

 

The adventures of Tom Sawyer

Editorial Tor (Tom Doherty associates)

Edición de bolsillo

 

Otras ediciones

 

Anaya, 2004 cartoné, 2005 rústica

Bibliotex, 2002 rústica, 2002 cartoné

Bruño, 2004 rústica

Diario el País, 2004 rústica

Ediciones Escolares, 2004 rústica

Ediciones Gaviota, 2001 cartoné

Ediciones Rueda, 2004 cartoné

Edicomunicación, 2000 cartoné

Edimat libros, 2001 cartoné, 2001 rústica

Editorial Everest, 2000 rústica

Editorial Juventud, 2003 rústica

Espasa-Calpe, 2000, 2003 rústica, 2003 cartoné

Planeta de Agostini, 2003, 2004 cartoné

Visión Net, 2002 archivo PDF

 

Conclusión

 

Tom Sawyer es una obra maestra de la literatura norteamericana. Lo es porque trasciende el ámbito geográfico y temporal en el que fue escrita. Es una obra que nos permite más que recordar volver a sentir la emoción infantil que se esconde en cada esquina. Y es así porque Mark Twain supo retratar con maestría el pensamiento y el modo de entender de los niños.

 

Tal vez lo más impresionante del libro sea, precisamente, la variedad de personajes –la mayor parte infantiles- y el detalle con el que se percibe su psicología. El marco y las propias aventuras que sirven de excusa para narrar la vida de estos personajes tampoco quedan a la zaga.

 

Sin duda un libro que merece la pena leer y que se puede disfrutar en dos épocas, tal y como aventuraba el propio autor: en la propia infancia y en la madurez que a esta sigue.

 

 

Lo mejor: El perfecto uso de la psicología infantil en la trama.

Lo peor: En ocasiones el folklore lastra el ritmo de la historia.

Nota: 85

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