Supongo que depende mucho de las situaciones. Yo he visto editoriales que te mandan las correcciones una vez, tú se las devuelves confirmadas o modificadas y te vuelven a madar otra vez correcciones. También otras en las que te pones totalmente en sus manos...
Eso en cuanto a temas de estilo. En cuanto a títulos, a mí me sugirieron el cambio de "Manto de misera" a "Cain encadenado", que creo que suena mejor. El título creo que está relacionado, efectivamente, con la esencia de la obra, pero a veces un comercial o un editor sabe cómo condensarlo mejor para que, además, sea atractivo al lector.
Desde mi punto de vista, y siempre dentro de unos límites, me parece que el título es en gran medida labor comercial, como pudiera ser la portada -que también debería ir en sintonía con el espíritu de la obra-.
La potestad entiendo que debería ser del autor, ya que el título al fin y al cabo es parte de la obra y no creo que la editorial lo cambie por algo que no sea puro interés comercial. Eso sí, nunca lo había pensado, pero es verdad que entraría dentro de la corrección de estilo. Yo no sé cómo van las correcciones de estilo que te puede hacer una editorial, la verdad, y hasta qué punto están dispuestos al consenso. En todo caso veo normal la aceptación por parte del autor de cambios en detalles que se le hayan podido colar, errores de bulto y demás, pero si los cambios se pasan de profundos y tocan el espíritu de la obra...