El ansia

Imagen de HPLovecraft

El sensual y aterrador triángulo de amor vampírico de Whitley Strieber cobra vida en esta novela clásica que ha saciado a millones de personas durante años.

 

SINOPSIS

 

Miriam Blaylock, rica y hermosa, vive una vida regalada en Manhattan, tiene un esposo al que adora, antigüedades de valor incalculable y magníficas rosas. Pero John Blaylock, como todos sus amantes anteriores, empieza de repente a envejecer. En apenas una noche su cuerpo revela la verdad: John tiene cerca de doscientos años.

 

Temiendo la terrible soledad de la eternidad, Miriam encuentra a una nueva pareja: Sarah Roberts, una joven y brillante investigadora del sueño que ha descubierto el factor sanguíneo que controla el envejecimiento y que podría contener el secreto de la inmortalidad. Miriam ansía desesperadamente a Sarah, por ella y por su conocimiento, pero para conseguirla tendrá que destruir el amor de Sarah por el doctor Tom Haver, quien descubrirá que su enemigo no es como cualquier otra mujer que haya existido jamás.

 

SOBRE EL AUTOR

 

Louis Whitley Strieber es un escritor estadounidense nacido el 13 de junio de 1945 en San Antonio, Texas. Fue alumno del Central Catholic Marianist High School en San Antonio, de la Universidad de Texas en Austin y de la London School of Film Technique, graduándose en 1968. Trabajó en varias empresas de publicidad en Nueva York alcanzando el puesto de vicepresidente de una de ellas, pero se retiró en 1977 para convertirse en escritor a tiempo completo. Su obra comenzó con El Despertar de los Lobos (The Wolfen, 1978) llevada al cine con el título de Lobos Humanos (Michael Wadleigh, 1981) y El Ansia (The Hunger, 1981), adaptada a la gran pantalla de forma homónima (Tony Scott, 1983). En este mismo género escribió Black Magic (1982) y The Night Church (1983). En el género de ficción comenzó con Warday (1984) una novela sobre los peligros de una guerra nuclear, Nature's End (1986) sobre un apocalipsis medioambiental y Wolf of Shadows (1985) ambientada tras un invierno nuclear. En clave fantástica publicó Catmagic (1986) y en el género de suspense cuenta con Billy (1990), The Wild (1991), Unholy Fire (1992) y The Forbidden Zone (1993). Sus relatos cortos fueron recopilados en 1997 en un libro titulado Evenings with Demons. Colaboró en The Coming Global Superstorm (1999), que fue adaptada como El Día de Mañana (The Day After Tomorrow, Roland Emmerich, 2004) para el cine y que Strieber novelizó posteriormente. En los años 2001 y 2002 publica las siguientes partes de El Ansia tituladas Vampire y Lilith´s Dream, respectivamente. Su última novela, 2012 (2012: The War for Souls), fue adaptada al cine el pasado año 2009 por Michael Bay, director habitual de superproducciones cinematográficas.

 

Por otro lado, Strieber es también un autor polémico al haber declarado que el 26 de diciembre de 1985 fue abducido de su habitación por seres de procedencia desconocida a los que denomina los visitantes. La experiencia, relatada en el libro Communion (1987) supuso un revuelo de magnitud impensable. El propio Strieber colaboró en el guión de la película homónima (Philippe Mora, 1989) que se hizo a partir del libro. Los casos de supuestos abducidos comenzaron a hacerse públicos por decenas y el propio Strieber tuvo que declarar que no estaba seguro de si su experiencia había sido real o no. No obstante, escribió varios libros sobre alienígenas con un trasfondo más o menos real: Transformation (1988), Confirmation (1998), Majestic (1989), Breakthrough (1995), The Secret School (1996), The Key (2001) y The Grays (2006). Tiene un libro acerca del simbolismo del Tarot de Marsella (el más clásico en las tiradas de cartas) y se titula The Path (2002)

 

ANÁLISIS

 

El Ansia es la absorbente historia de Miriam Blaylock, una bella e inteligente vampiro cuya existencia se remonta a miles de años atrás. Esa existencia tan prolongada tiene un precio: la soledad. Durante siglos ha buscado sin éxito a alguien con quien compartir el largo periplo de una existencia sin fin. A pesar de tener la capacidad de convertir a otros seres humanos en vampiros, con sus mismos poderes y limitaciones, las vidas de éstos no pasan de unos pocos cientos de años. Tras eso, el tiempo reclama rápidamente aquello que le ha sido robado y los cuerpos se descomponen y degeneran hasta un estado comatoso en el que no se encuentran ni vivos ni muertos, por lo que deben pasar el resto de la eternidad en ese espantoso estado en el que la consciencia no les abandona. Ni que decir tiene que el sentimiento de claustrofobia y angustia que se desprende de esa situación (la muerte en vida) tiene su equivalente en la historia de Miriam (la vida en muerte). Ella, incapaz de abandonar a aquellos que amó y que la amaron, lleva a sus antiguos amantes consigo en féretros cada vez que cambia de domicilio. Los sentimientos que la mueven a tal acto, amor, incapacidad de romper con su pasado, quizá incluso algo de remordimiento, la humanizan dentro de su aparente inhumanidad. Sus sentimientos, a pesar de parecer ajenos a lo humano en un primer momento, se engloban a la perfección en los que puede tener cualquier otro mortal y, por ello, nos resulta un personaje cercano a pesar de su verdadera naturaleza.

 

Su pareja actual, el antaño atractivo John Blaylock, ha comenzado el proceso de degeneración y, a pesar de que Miriam trata de buscar un sustituto antes de que el momento final llegue, no es lo suficientemente rápida. John no puede dormir y su hambre aumenta al tiempo que su cuerpo envejece muy rápidamente. Se siente furioso, engañado, asustado ante la posibilidad de morir tras una vida tan extraordinaria como la que ha llevado, y su ira le lleva a tratar de acabar con su creadora, sin conseguirlo. Desesperada ante la idea de encontrarse de nuevo sola, Miriam escoge a la doctora Sarah Roberts para ser su próxima pareja después de descartar a su discípula, Alice Cavender, a la que había seleccionado en un primer momento por sus aptitudes innatas para la música y su gran inteligencia a pesar de su juventud. Su elección no es enteramente altruista: la doctora Roberts está trabajando en una serie de procedimientos científicos para retardar el envejecimiento, cosa que es del sumo interés de Miriam, y cuyo primer éxito es un primate llamado Matusalén que ya ha vivido mucho más de lo que le correspondería según su esperanza de vida natural. Actualmente, en nuestro mundo real, se llevan a cabo muchos experimentos con la finalidad de prolongar nuestras vidas y hay quienes afirman que esta generación llegará seguro a la centena de años. Podemos, por tanto, ser capaces de entender el deseo de Miriam de perpetuar la vida de aquellos que elige como compañeros para siempre. ¿Qué mortal no desearía vivir más o incluso para siempre? Y, por supuesto, para siempre joven.

 

La elección de Sarah Roberts, naturalmente, no va a ser del agrado de Tom Haver, compañero de trabajo de la doctora que está locamente enamorado de ella. El peligroso triángulo amoroso queda, pues, servido. Ambos doctores tienen ocasión de investigar profusamente la particular biología de la inusual mujer, pero sus posturas son claramente distintas. Mientras Tom desea investigar exhaustivamente a la mujer y trata de descifrar sus secretos más recónditos, Sarah sólo está empeñada en que sufra el menor daño posible, completamente rendida ante los más que remarcables encantos de Miriam, la protagonista indiscutible de la novela. Pero Miriam Blaylock no es un vampiro como los que podemos encontrar en la saga de Crepúsculo de Stephenie Meyer, o, anteriormente, en las Crónicas Vampíricas de Ann Rice. Ella no ha sido convertida, sino que nació ya con la condición vampírica formando parte de su ser. Su comportamiento es una extraña mezcla de humanidad e inhumanidad, pues es capaz de tratar a los seres humanos como meras vacas de las que alimentarse al tiempo que siente una soledad y una tristeza como ninguna otra criatura podría comprender. Y es que, a pesar de que tiene los clásicos poderes del vampiro asociados a su dominio sobre las criaturas inferiores, el talón de Aquiles de su soledad la hace vulnerable y trágicamente humana. Se trata del último vampiro, la última de su especie, y ésa es una tragedia que arde en su interior a lo largo de toda la novela. En realidad esto no es exacto, tal y como se puede comprobar en las siguientes entregas de la saga, pero en el momento de crear esta obra era esa idea que Strieber tenía en mente.

 

Curiosamente, como ya he comentado, Miriam es un vampiro de nacimiento, no creada por ninguno otro, lo que representa algún tipo de evolución dentro de la raza humana. La novela señala que los vampiros serían una raza diferente a la nuestra, aunque con un aspecto físico idéntico, cuyo genoma estaría compuesto por sesenta y seis cromosomas (el ser humano tiene cuarenta y seis) con una estructura XXY en todos ellos. Lo que significaría que puede tratarse de una criatura hermafrodita, al menos desde un punto de vista meramente genético, y explicar así su atracción por hombres y mujer por igual desde una perspectiva biológica. El origen de esta raza de seres que se alimentan de sangre tiene muchos puntos en común con Las Crónicas Necrománticas de Brian Lumley, lo que ya supone una explicación más que suficiente para el que conozca dicha pentalogía. Al contrario que el no muerto clásico, no necesita ocultarse de la luz del sol y sólo el fuego parece ser capaz de destruirla. A pesar de englobarse dentro del género de terror debido a que su temática gira en torno a uno de los monstruos más populares del siglo pasado, creo que no existe un solo momento en el que la novela transmita miedo de tipo alguno. De hecho, se trata más bien de un drama, el drama de la muerte y la soledad, recubierto y presentado bajo la historia de un antiquísimo vampiro para hacernos sentir esas emociones con una mayor intensidad. El estilo de Strieber es complejo en su trasfondo argumental, pero sencillo de leer, y consigue capturar al lector desde la primera línea. Dado que no he leído las dos continuaciones, no puedo juzgar si siguen la misma tónica, aunque por otros trabajos del mismo autor es fácil suponer que es así.

 

Resulta algo inaudito asistir al hecho de que en una novela dedicada al mito vampírico, se han obviado todas las referencias clásicas a dicha temática a favor de una estética más acorde con los nuevos gustos de nuestra era. No debemos olvidar que, de alguna forma, El Ansia es heredera de Confesiones de un Vampiro (Interview with the Vampire, Ann Rice, 1976) publicada cinco años antes que la novela de Strieber. No obstante, en El Ansia asistimos a un recorte aún mayor de las cualidades bestiales de la figura del vampiro en aras de una supuesta belleza estética y una mayor trascendencia que la mera supervivencia en un cuerpo maldito y condenado a la vida eterna. A título personal, una persona que resultó ser muy importante en mi vida se encontraba leyendo este libro en el momento en el que la conocí, añadiendo un gran valor sentimental a una obra de por sí ya remarcable. Pero eso es otra historia, y muy larga.

 

LA ADAPTACIÓN AL CINE

 

Nunca es sencillo adaptar un libro de la calidad de El Ansia al cine, pero Tony Scott supo hacerlo con una elegancia y un estilo minimalista, prescindiendo de todo aquello que no plasmase la esencia del libro de Strieber, para lo que precisaron un equipo de tres guionistas (James Costigan, Ivan Davis, Michael Thomas). Protagonizada nada menos que por Catherine Deneuve, Susan Sarandon y David Bowie, la película cuenta con una fotografía y una banda sonora impecable. Un ritmo pausado, que no lento, un más que sensual toque erótico de delicada estética y un escenario en el que las palomas alzan el vuelo y los cortinajes de seda se mecen al viento, terminan de rizar el rizo de lo genial convirtiéndola en una obra de culto. En el aspecto negativo puede mencionarse el hecho de que la película no se ancla con facilidad en la mente del espectador, y menos en un primer visionado, dando la impresión a veces de estar contemplando algún tipo de sueño o alucinación que hace pensar que no existe trama alguna detrás de tanta imagen bella. Por supuesto, entre los menos aficionados al género es más recordada por la pasión lésbica que se establece entre Catherine Deneuve y Susan Sarandon, ambas bellísimas, lo que resulta igualmente comprensible.

 

El Ansia es una película adorada por unos por su preciosismo y denostada por otros por sus pretensiones grandilocuentes que, según dicen, quedan convertidas en nada. El final de la película es una de las grandes diferencias con respecto al libro, lo que puede ser polémico. Como siempre, es mejor que cada uno saque sus propias conclusiones pero en, mi humilde opinión, es una obra maestra del género que se asienta sobre un libro que es una verdadera joya. Además, para los amantes de la música de los años 80, los primeros minutos de película son prácticamente un videoclip de la banda de rock británica que tomó su nombre de la escuela de diseño alemana Bauhaus. Cabe decir, además, que se les considera el primer grupo de música de estilo gótico. Usando como banda sonora la excelente canción Bela Lugosi's Dead, publicada en 1979, Peter Murphy baila con luces verdes de fondo, ante una verja metálica a la que se agarra eventualmente y con niebla artificial recorriendo el espacio, al tiempo que se intercalan escenas que dan comienzo a la historia. El efecto conseguido es casi hipnótico y convierte el inicio de la película en uno de los más recordados de la dorada década de los 80.

 

Como ya ocurriera con otras obras del género de terror y ficción como La Cosa (The Thing, John Carpenter, 1982) o Blade Runner (Ridley Scott, 1982) El Ansia fue muy mal recibida por la crítica de la época y, sin embargo, se ha convertido en película de culto, absolutamente imprescindible para los amantes del género.

 

DENTRO DE LA COLECCIÓN

En el presente libro de Solaris Terror, situado entre dos volúmenes recopilatorios de novelas ambientadas en el universo de Lovecraft y su Círculo, La Factoría de Ideas nos deleitó con una de las mejores novelas de vampiros junto con Confesiones de un Vampiro (Ann Rice, 1976) y Soy Leyenda (Richard Matheson, 1954), verdaderos hitos del género.

 

 

Calificación: 90

Título: El Ansia

Autor: Whitley Strieber

Editorial: La Factoría de Ideas

Edición: Rústica, 352 páginas

Lo mejor: Una de las mejores novelas de vampiros jamás escrita.

Lo peor: Quizá el final no sea precisamente el esperado.

Sinopsis: Miriam Blaylock tiene juventud eterna, pero el miedo a la soledad es una constante en su vida pues sus compañeros sentimentales mueren uno tras otro. Pero una joven doctora, Sarah Roberts, puede tener la solución a sus pesares y convertirse en su compañera perfecta.

 

 

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