Mercaderes del espacio

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Reseña de este clásico de la ciencia ficción de Frederik Pohl y Cyril M. Kornbluth publicado en España por Minotauro

 

 

Siempre me pareció curioso que en la novela futurista Un mundo feliz, tan crítica con lo que ahora llamamos sociedad de consumo, el libre mercado hubiera sido sustituido por un capitalismo de Estado. En este sentido Mercaderes del espacio es mucho más realista que la novela de Huxley (magistral por otra parte), en la que en vez del racionalismo eficiente de la distopía de Huxley tenemos un despilfarro irracional y destructivo de los recursos. Las masas no son felices porque consumen riquísimos refrescos y alimentos sintéticos pero padecen anemia porque no pueden comer carne. Conducen elegantes coches pero el petróleo está racionado. La publicidad no es subliminal sino que desquicia a los seres humanos y los convierte en neuróticos.

 

Con grandes dosis de sarcasmo vemos un mundo mucho más similar al nuestro pero con la peculiaridad adicional de verlo a través de los ojos de uno de los “malos”. Porque el protagonista y narrador es nada menos que un agente de publicidad, un fanático del capitalismo y el libre mercado. Se trata de un recurso atípico pero muy efectivo porque el lector no sabe qué pensar de un personaje tan lamentable que suelta estupideces como “se acabó el petróleo, entonces la ciencia inventó el coche a pedales” con absoluta convicción. En cambio, ecologistas e intelectuales se aparecen al lector como terroristas y enemigos del progreso...

 

Original en su planteamiento y estilo, Mercaderes del espacio hubiera podido ser una obra maestra, pero no llega al nivel de Un mundo feliz. El problema está en lo intrascendente del argumento en sí. Porque la trama es entretenida pero le falta ambición, dramatismo. Al protagonista le ocurren cosas increíbles y el lector se entretiene y sonríe por sus ocurrencias pero me hubiera gustado que la novela hubiera ido un poco más allá y desarrollado algunas ideas muy interesantes de las que parte.

 

En cualquier caso, aconsejo la lectura de un libro tan interesante.

 

Autores

 

Frederik Pohl (Nueva York, 1919) es una figura clave en la ciencia ficción norteamericana por su labor como agente literario, editor, antólogo y autor de cuentos y novelas de género. Presidió la Asociación de Escritores Norteamericanos de Ciencia Ficción entre 1974 y 1976 y tiene en su haber tres premios Hugo y otros tantos Nebula. Ha escrito más de un centenar de obras; una de las más populares es Mercaderes del espacio.

 

 

 

 

Cyril M. Kornbluth (Nueva York, 1923) el escritor trabajó como periodista hasta 1951, año en que centró toda su actividad en la escritura. Destacó como cuentista y sus mejores novelas son fruto de la colaboración con Frederik Pohl, destacando Mercaderes del espacio y Búsqueda estelar. Murió de un ataque al corazón en 1958.

 

 

 

 

Sinopsis

 

Mitchell Courtenay, el mejor publicista de la Sociedad Schoken, es el encargado de elaborar la campaña publicitaria para el Proyecto Venus. Tras una sucia maniobra de sus competidores, se verá relegado a los más bajos niveles de la sociedad, desde donde deberá ascender de nuevo para recuperar la posición que le ha sido arrebatada.

 

Edición

 

Ed. Minotauro (2008)

Edición de tapa dura (también existe edición de bolsillo pero creo que está descatalogada)

17 € aprox.

 

Conclusión

 

Sarcástica y despiadada, Mercaderes del espacio ofrece una alternativa muy diferente –y posiblemente más realista- de lo que puede llegar a ser nuestra sociedad de consumo, original tanto por el neurótico futuro que describe como por su protagonista, que desconcierta al lector con sus ideas tan estúpidas como fanáticas, dejando en evidencia algunas miserias de nuestro presente.

 

Además de original, es una novela entretenida de principio a fin. Tan sólo se echa en falta un poco de ambición en su argumento, más dramatismo para que no nos quede al final la sensación de que la historia del argumento es tan entretenida como intrascendente. En cualquier caso, no será la sensación de haber perdido el tiempo leyendo esta novela, que tiene méritos suficientes para el que quiera leer un buen clásico de la ciencia ficción.

 

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