Campo de concentración

Imagen de Maltenoth

Reseña de la novela de Thomas Michael Disch publicada por La Factoría de Ideas

 

Campo de concentración es una obra oscura, característica de la tenebrosa visión que se tenía del futuro en la Guerra Fría debido al imparable avance del armamento nuclear y bacteriológico. La novela se ambienta en unos hipotéticos años setenta (fue publicada por primera vez en 1968) en los que la guerra de Vietnam sigue y en los que la escalada de armamento es cada vez mayor. El protagonista se ve inmerso en uno de los programas que buscan mejorar el nivel destructivo de la superpotencia. En este caso se experimenta con humanos, principalmente delincuentes con poco que perder.

La novela está escrita en forma de diario, lo que unido a su escasa duración la hace de fácil lectura en un principio. Digo en un principio porque a lo largo de la obra se abandona parcialmente el desarrollo típico de un diario para entrar en una serie de divagaciones metafísicas que llegan a ser totalmente incoherentes en algún punto y que por lo general dificultan la digestión de lo que se va leyendo. No quiero decir con esto que critique el desarrollo de la forma de expresarse del protagonista, pues es algo totalmente coherente con la historia, incluso necesario.

No trata solo del terror a que el armamento indiscriminado acabase con la especie humana, sino que también enfoca de una manera muy interesante la delgada línea que separa la genialidad de la locura, si es que existe dicha línea. Trata también otro interesante dilema, el de hasta donde seríamos capaces de llegar a cambio de alargar nuestra vida más allá de lo que nos corresponde. Conforme se avanza en la novela se tratan más estos temas, uniendo la degeneración del estado de salud del protagonista con un aumento de las conversaciones trascendentales que este mantiene.

También hay una importante carga religiosa en esta obra, algunas de las conversaciones más interesantes del protagonista con los demás componentes del proyecto Arquímedes se centran en este tema. En este aspecto es en el que más se aleja el autor de lo que sería “políticamente correcto”, especialmente en las comparaciones entre el plan divino y los campos de concentración nazis que horrorizan al protagonista inicialmente, pero que una vez comienza su proceso de “genialización” le inspiran a hacer una comedia llamada Auschtwitz.

En resumen, se trata de una obra que invita página a página a seguir leyendo y que una vez has terminado con ella sigue en tu memoria, como solo pasa con los buenos libros. Vale la pena leer detenidamente los pasajes más difíciles pues es de estos de los que más se puede extraer. Por otra parte, son de agradecer las notas del traductor, útiles para comprender los juegos de palabras que irremediablemente se pierden en las traducciones.

 

Autor

Thomas Michael Disch (Iowa, 1940-2008). Desde niño quiso ser escritor de ciencia ficción. Estudió canto operático y ballet clásico en el Metropolitan Opera de Nueva York. A los dieciocho, tras intentar suicidarse se alistó en el ejército. Desertó y a causa de esto estuvo tres meses internado en un hospital mental. Tras esto volvió a Nueva York donde tomó clases de escritura y ficción utópica que desarrollaron su pasión por la ciencia ficción. Tras una larga depresión a causa de la muerte de su pareja, Disch dejó de escribir y finalmente se suicidó el 4 de julio de 2008.

Formó parte de la Nueva Ola de la ciencia ficción, de un estilo más serio y adulto, junto a escritores como Samuel Delany, Joanna Rus y Norman Spinrad. Sus novelas Los genocidas, Campo de concentración, 334 y En alas de la canción fueron sus aportes a este movimiento.

 

Sinopsis

Década de los 70 del siglo XX: Los Estados Unidos han declarado la guerra al resto del mundo y a gran parte de su propia ciudadanía, y están dispuestos a usar cualquier arma que les asegura la victoria. Louis Sachetti, un poeta encarcelado por negarse a ser alistado, es llevado a una instalación secreta llamada campo Arquímedes, donde es testigo involuntario de los experimentos despiadados de “maximización de la inteligencia” llevados a cabo por el ejército. Los prisioneros a los que se les administra Palladine, una doga derivada de la espiroqueta de la sífilis, pronto se convierten en genios, pero hay un desafortunado efecto secundario: el Palladine resulta mortal en todos los casos.

Edición

Rústica

207 páginas

La factoría de ideas.

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