Pues me alegra un montón que te haya gustado tanto, Master .
La verdad, todo el que lo ha leído ha tenido una reacción espectacular. Así que yo también espero que haya suerte y se encuentre ilustrador.
En ello estoy...
Última entrega de este guión de cómic de Ángel Luis Sucasas
Epílogo.
Lunes.
Un mes después.
Es de día, luce el sol y la placa que recordaba a los fallecidos WAYNE se ha convertido en una gran escultura funeraria. Un hermoso ángel de piedra, postrado sobre sus rodillas, guarda respeto frente a la placa postrada bajo él que enumera los nombres de THOMAS WAYNE, MARTHA WAYNE, JAMES GORDON y ALFRED PENNYWORTH. Múltiples floridas coronas funerarias y hermosos ramos adornan la blanca piedra.
Una silueta sigue proyectándose sobre el mausoleo. Se trata de la sombra de BRUCE WAYNE, un BRUCE WAYNE avejentado y cuyo rostro surcan profundas arrugas de aflicción. Sus ojos nos quedan ocultos por unas gafas de sol. Pero las dos lágrimas que atraviesan sus mejillas nos son perfectamente visibles.
Alguien choca con él y BRUCE está a punto de caer. Le grita al desconocido pero este ya se ha ido corriendo, sin mostrar su rostro. Al meter sus enguantadas manos en los bolsillos de su negro traje, BRUCE encuentra algo. Lo aferra y lo expone a la dorada luz del mediodía. Es un naipe. Un Joker de póquer. Sobre él, a mano y en letras rojas, reza el siguiente mensaje: “Mira las noticias, murciélago”.
BRUCE mira una vez más al enorme ángel que vigila el recuerdo de sus seres queridos y deja PARK ROW.
El bar es modesto y apenas tiene clientes. Aún así, ni uno solo de los parroquianos puede evitar mirar, embobado, la alta figura de BRUCE WAYNE, que se sienta en un raído taburete de rojo cuero y pide una hamburguesa y una cerveza.
BRUCE mira al televisor y ve las violentas pero casi silentes imágenes de una película de horror. Le pide amablemente al propietario si puede cambiar al canal de noticias. Con un gesto hosco, el barman deja de atender a su grasienta parrilla y cambia al canal que el afamado magnate le pide.
El agradable rostro de una joven reportera emerge en la anticuada pantalla. El sonido es muy bajo. BRUCE pide que suban el volumen. El barman le deja sobre la barra un enorme mando manchado de grasa. Sin el menor remilgo, BRUCE sube el volumen. Y presta oídos muy atentos a la narración periodística.
“Como les habíamos anunciado, el bombazo informativo se acaba de producir hace tan sólo unos minutos. Entre las esforzadas labores de reconstrucción de nuestra quebrada ciudad tras la catástrofe que culminó con más de cien mil muertes hace ya un mes, una pregunta pendía sin que nadie haya acertado a contestarla: ‘¿A quién culpamos? ¿Quién debe pagar?’.
Más de 100000 ciudadanos han muerto. Entre ellos, héroes como JAMES WORTHINGTON GORDON, el mejor oficial de policía que haya tenido nuestra ciudad; prodigios como su hija BÁRBARA GORDON, quien, según los rumores, llegó a colaborar asiduamente con el mismísimo BATMAN; y numerosos enmascarados como BATWING o BATGIRL. Y miles y miles de rostros anónimos cuyos cuerpos aún esperan sepultura ante la inabarcable tarea que los cuerpos político y militar no aciertan a abarcar.
Pero, repetimos, la cuestión fundamental quedaba aún irresoluta.
¿A quién culpamos? ¿Qué fue lo que sucedió exactamente durante esos siete días de locura y asesinato que muchos han decidido apodar con el funesto nombre de LA SEMANA DE LA SANGRE?
Las incógnitas pendían en el aire.
El cruzado oscuro y antiguo defensor de la ciudad, BATMAN, ha desaparecido por completo tras su traslado a ARKHAM, donde ya no se encuentra retenido tras una masiva fuga de todos los delincuentes contenidos en la penitenciaría psiquiátrica. Se ignora cuál ha sido su implicación en los hechos y si el gobierno sigue reteniéndolo en secreto. Desde las altas esferas, el silencio ha sido nuestra respuesta.
Con las labores de reconstrucción avanzando en todos los frentes, gracias en gran parte a la multimillonaria inversión del magnate BRUCE WAYNE y de la completa cesión tecnológica de sus recursos industriales y humanos a las autoridades, resta conocer, sin embargo, y más allá de los hechos, las causas. Los motivos. Los porqués.
¿Por qué hemos sufrido?
Hoy, justo cuando se cumple un mes de la debacle, ya tenemos a quién culpar…”
La espuma moja la mano de bruce WAYNE, que no se percata de la cerveza derramada. Sus ojos están muy abiertos.
“El detonante de esta crisis fue un acontecimiento por todos conocido: el supuesto asesinato del psicópata asesino cometido por BATMAN.
La prueba audiovisual del famoso vídeo enviado a las autoridades y la prensa motivaron la caza del murciélago por parte del gobierno haciendo efectiva toda su fuerza militar y concluyendo con el internado del justiciero en la penitenciaría de ARKHAM.
Bien, hoy se ha demostrado que tal asesinato fue un montaje”.
La jarra de cerveza estalla en mil pedazos. La mano de BRUCE chorrea sangre y los asiduos del mugriento local y su arisco dueño lo miran boquiabiertos. BRUCE no es consciente de las miradas. Su consciencia del mundo ha quedado reducida a ese pequeño y parpadeante monitor.
“A las 7:00 horas, un paquete de contenido sospechoso llegaba a las oficinas de la nueva comisaría de GOTHAM, emplazada en MONOLITH SQUARE. Desgraciadamente, un joven oficial abrió el paquete sin las medidas de seguridad deseables y resultó fallecido por una inhalación de un gas letal conocido vulgarmente como ‘GAS DE LA RISA’, una de las armas químicas más comúnmente empleadas por el JOKER.
Afortunadamente, no hubo que lamentar más bajas del personal policial, ya que la emisión fue ligera y los otros dos agentes afectados se recuperan con normalidad en las dependencias del GOTHAM GENERAL HOSPITAL.
El paquete, al margen de su letal carga, contenía una muestra de sangre.
Al cotejar esta muestra con la hallada en el supuesto cadáver del JOKER, la policía ha descubierto la identidad del cuerpo dejado frente a la comisaría. Al parecer, la investigación se había congelado porque todos los recursos de las autoridades se encontraban enfocados en gestionar la reconstrucción y seguridad de la aún muy convaleciente metrópoli.
WILLIAM “LITTLE SMILE” ABBOT; psicópata acusado de al menos siete asesinatos en diversos estados que se había fugado misteriosamente de ARKHAM hace tres meses.
A las 12:32, cuando esta revelación ya se conocía entre los agentes del orden, un segundo paquete llegó a la jefatura policial.
Éste contenía una nota firmada: “Apuntarme 100000 más en mi cuenta. Siempre pensé que ese gas funcionaba de maravilla. Firmado: JOKER”. Y una huella sangrienta acuñaba la misiva tras la firma.
La confirmación ha llegado gracias a la comparativa con los archivos del ARKHAM ASYLUM. En efecto, la autoría de la nota pertenece al JOKER.
Los miles y miles de familias que lloran por la muerte de un ser querido ya tienen el porqué. El porqué del luto que arrastrará esta ciudad ahora y siempre es un solo hombre.
El JOKER.
Y mientras tanto nuestro mayor protector contra su maldad, BATMAN, sigue sin aparecer.
Las protestas públicas contra el gobierno para su liberación, respaldadas por una protesta escrita firmada por la JUSTICE LEAGUE, se han sucedido en las más importantes ciudades del país…”.
La mano sigue ensangrentada y los cristales se clavan en su carne. Pero aún así, BRUCE cierra el puño.
Él.
Él.
Él ha cargado su culpa. Y lo ha hecho con la mejor de sus sonrisas.
BRUCE cierra los ojos.
Y los abre.
De ellos ha desaparecido el dolor. De ellos ha desaparecido la pérdida. El desánimo. La piedad. El recuerdo.
Borrados.
No hay sentimientos en esa mirada.
Sólo resolución.
Noche.
Los rayos azotan el lluvioso firmamento de GOTHAM. Bajo el aura de su resplandor, sobre la opulenta fachada de la TORRE WAYNE, una enorme sombra se proyecta. La sombra de BATMAN.
Vestido completamente de negro, sin un emblema en su pecho o en cualquier otro lugar de su traje, el DARK KNIGHT observa su ciudad desde la aguja de su torre.
Y, planeando sobre su luminosa faz, desciende planeando.
El dolor, la muerte y la miseria lo esperan.
Pero nada hará temblar ya a su juez.
Nunca jamás.
Pues me alegra un montón que te haya gustado tanto, Master .
La verdad, todo el que lo ha leído ha tenido una reacción espectacular. Así que yo también espero que haya suerte y se encuentre ilustrador.
En ello estoy...
Podria estar encerrado en una cascara de nuez y sentirme dueño de un espacio infinit
OcioZero · Condiciones de uso
Sencillamente impresionante. Bravo. Oscuro y lleno de épica. No soy un gran conocedor del personaje, así que, por ese lado, poco puedo opinar. Lo que sí que estoy deseando es que encuentres un ilustrador. La historia lo merece.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.