Cápsula doble: X-Factor y Masacre

Los mutantes de Jamie Madrox se preparan para un parto, mientras Masacre prepara su funeral

X-Factor: Pecados Originales

Tercer tomo publicado por Panini desde que suspendió la serie regular en grapa. Mientras los mutantes de la Patrulla-X se pelean y se separan, Investigaciones X-Factor se prepara para recibir al hijo de Rahne Sinclair, alias Loba Venenosa. Pero, por supuesto, no se trata de un niño normal. En primer lugar, además de contar con una madre mutante, el padre del niño es un dios lupino asgardiano que, en segundo lugar, está muerto y volvió a la vida brevemente (durante los acontecimientos sucedidos en Necrosha) el tiempo justo para dejar embarazada a Rahne.

Así pues, no se trata solamente del primer vástago nacido de un mutante y un dios, sino que también pertenece a la Tierra y al Infierno a partes iguales. No es de extrañar, entonces, que un gran número de deidades y demonios con forma animal quieran reclamar al niño como propio.

X-Factor, por supuesto, se verá metido en la pelea mientras Rahne corre por su vida y la de su hijo, ayudada nada más y nada menos que por Jack Russell, el hombre lobo de Marvel de los setenta.

Masacre: Objetivo aniquilación

Uno de los subargumentos más interesantes que Joe Kelly inició en su etapa como guionista de Masacre, y que han ido recuperando de tanto en tanto sus sucesores, es el de su relación amorosa con la Muerte.

Para ella, Wade era el que se le escapó; para él, la solución a todos sus problemas. Esto evolucionó con el tiempo hasta llegar a desarrollar una historia de amor imposible (él no puede morir y ella no puede estar con los vivos) de la que iban disfrutando de mucho en mucho, cuando Masacre se encontraba al borde de la muerte y ella podía reclamarlo durante un tiempo.

Ahora Wade ha decidido que es el momento de acudir de una vez por todas a los brazos de su amada, así que va a hacer todo lo posible por suicidarse. Pero ¿cómo se suicida alguien con un factor curativo tan potente que puede regenerarse de una explosión nuclear?

La solución de Masacre brilla por su simplicidad: Compras un montón de bombas atómicas y se las vas lanzando a Hulk hasta cabrearlo lo suficiente como para que te atomice de un puñetazo.