Batman: Serenata Nocturna

Imagen de Kaplan

Reseñamos el último libro de David Hernando y hablamos con él sobre Bill Finger y el Hombre Murciélago

 

En estos tiempos en los que es fácil leer una entrevista en la prensa generalista de nuestro país a Robert Kirkman, intercambiar tuits sobre la final de Champions con Jonathan Hickman, enseñarle a Paul Cornell la edición española de Saucer Country, preguntar a Tom Brevoort por el próximo crossover de Marvel a través de su Tumblr o ayudar a Walt Simonson en Facebook con una dedicatoria que tiene que escribir en español, corremos el riesgo de obviar las penalidades y el anonimato que sufrieron los primeros autores de cómics. No decimos que el problema sea que nos olvidemos de ello, sino que ni siquiera mostremos interés por conocer los duros orígenes del medio. Stan Lee hace un cameo en cada película de Marvel y una parte cada vez menor de la platea asiente con sonrisa cómplice. La zona de confort se hace más amplia y blandita, pero eso no es suficiente.

David Hernando - Batman Serenata nocturnaEl camino que hay que recorrer para rastrear esa historia, a menudo agria, tiene dos rutas complementarias. La primera es rastrear la influencia de los autores que son hoy punteros. La labor gráfica de David Aja, Francesco Francavilla, Marcos Martín y Frank Quitely o la etapa de Grant Morrison en Batman, por no hablar de Clowes, Ware o Seth, abren las puertas a un apasionante e inabarcable mundo de referencias. Conocer ese pasado ayuda a valorar de forma más ponderada el presente.

El segundo camino consiste en leer sobre los orígenes y funcionamiento de la industria. Las series de cómics son el fruto de una mente colmena que se regenera y vela por hacer evolucionar a sus personajes sin perder su esencia mientras luchan con las exigencias del mercado y las decisiones de directivos ajenos a estas.

Por suerte, desde hace años, el aficionado al cómic que quiera indagar en las raíces del medio está bien surtido en ambos campos. Marvel, DC, Dark Horse o Fantagraphics editan de forma periódica estupendas ediciones arqueológicas que también ven la luz en nuestro país gracias a Panini, Planeta, ECC o Diábolo. Pero también empezamos a tener buenos libros de divulgación en castellano, como demuestran Marvel, la historia jamás contada o el Kirby: King of Comics de Mark Evanier. A ellos hay que añadir iniciativas patrias, como la de David Hernando. Tras Superman, la creación de un superhéroe, el editor de la línea de cómics de Planeta DeAgostini dedica su nuevo libro, Batman, serenata nocturna, a narrar el verdadero origen de las historias del Hombre Murciélago.

Si Siegel y Shuster tuvieron que luchar hasta el fin de sus días para que DC les diera aquello que merecían como creadores de Superman, el problema con el nacimiento de Batman es aún más complicado. Para empezar, el enemigo estaba en casa. Bob Kane, quien amasó una verdadera fortuna y que aún hoy figura como creador único del personaje, fue en realidad el intermediario entre los editores y un grupo de colaboradores en la sombra subcontratados por Kane. De entre todos ellos destaca Bill Finger, quien dio al concepto hueco planteado por Kane todo aquello por lo que hoy le conocemos: la entidad del personaje, el aspecto, la atmósfera, los secundarios, los villanos…

Hernando centra su mirada en Finger, un guionista brillante y minucioso cuyo carácter retraído fue un obstáculo tan grande como el propio Kane a la hora de que se le reconocieran sus éxitos creativos. De hecho, el culto a Finger discurrió durante años por debajo del radar, como una narración oral que se pasaba de unos aficionados a otros, hasta que esos aficionados —que se llamaban Carmine Infantino o Julius Schwartz— ocuparon importantes puestos en DC.

Al leer Batman: Serenata Nocturna —que redondea su contenido con una estupenda portada de Paco Roca— se aprecia con facilidad lo mucho que le apasiona a Hernando esta historia a medio camino entre la amarga victoria y la derrota relativa. También, lo mucho que ha mejorado él mismo como autor. Para Serenata Nocturna, como en La creación de un superhéroe, se ha decantado por un estilo que huye de los planteamientos más áridos. Hernando ha realizado una ingente labor de investigación, que incluye entrevistas con personalidades del sector tan importantes como Roy Thomas (autor también del prólogo) o Gary Groth, pero no hace ostentación fútil de ello, sino que su intención es la de contar una historia sencilla que merece ser conocida. Es algo que, sin duda, Finger habría agradecido.

 

David Hernando ha tenido la amabilidad de responder a unas cuantas preguntas de OcioZero sobre su último libro que, esperemos, os despierte el interés por conocer más sobre la figura de Bill Finger.

 

Eres el autor de Batman, el resto es silencio y Superman, la creación de un superhéroe. Podría decirse que Serenata Nocturna discurre en un terreno intermedio de ambos. ¿Cómo surge la idea de escribirlo?

Serenata nocturna es una extensión de la parte sobre Jerry Siegel y Joe Shuster, los creadores de Superman, en La creación de un superhéroe. El libro de Superman, con sus diez años de desarrollo, queda entre medio de dos épocas, la de cuando salió El resto es silencio y la actual. Tras terminarlo me quedé con ganas de seguir ese estilo, pero sin las "ataduras" (por decirlo de alguna manera) que me suponía narrar no solo la vida de un autor y una época, sino también la de un personaje. En Serenata nocturna me libro de narrar la historia de Batman para centrarme en la figura de Bill Finger y ese punto de partida es el que define por entero el libro. Podría decirse en realidad que, visto ahora, Superman: La creación de un superhéroe es el libro que ha acabado siendo una mezcla de lo que El resto es silencio y Serenata nocturna son.

La idea de escribirlo surge al leer un ensayo escrito por Alan Porter para el libro Batman Unauthorized, editado por Dennis O'Neil, en el que Porter defendía a Finger al mismo tiempo que dejaba claro que este tema solo nos interesaba a los fans más acérrimos, que al público en general le daba igual. Mientras lo leí no estuve de acuerdo, sabiendo que si la historia se hiciera accesible a todo el mundo, estaba seguro que generaría interés. Y ahí mismo, sumando ese pensamiento a la necesidad que sentía por escribir algo más en el estilo de la narración sobre Siegel y Shuster de La creación de un superhéroe, nació Serenata nocturna.

 

¿Pensar que Finger pueda tener por fin el reconocimiento que merece es una quimera o algo posible?

El reconocimiento legal lo veo imposible. Pero el reconocimiento de todo aquel que lea un cómic de Batman o que vea una película del personaje sí lo veo factible. Es una lástima que siempre que salga la frase "creado por Bob Kane" no venga acompañado de "y Bill Finger" pero si nosotros al ver la frase lo reconocemos, ya es muchísimo terreno ganado. Cada vez hay más personas implicadas en que ese reconocimiento entre el público sea un hecho, desde Marc Tyler Nobleman a la propia nieta de Bill, Athena Finger, por no hablar de Travis Langley y su documental en preparación titulado The Cape Creator sobre la vida de Finger.

 

David Hernando - Batman Serenata Nocturna¿Qué puso más obstáculos al reconocimiento de Finger: las mentiras de Kane o el carácter del propio Finger?

Ambas por igual. Kane no ayudó en absoluto al no reconocer el trabajo de su compañero, como sí hicieron Siegel y Shuster entre ellos. Pero tampoco ayudó nada que Finger no se impusiera. Hay que entender la época también, donde ni por asomo pensarían que Batman seguiría activo 75 años después. Lo veían como trabajo para el día a día, no pensando en lucrarse a futuro. Eso solo supo verlo Bob Kane y, a su manera, es admirable. Finger quería escribir y el resto le daba igual. Para cuando empezó a importarle, ya era tarde.

 

¿Por qué crees que Finger no consiguió convencer a Stan Lee para trabajar en Marvel? ¿Qué habría aportado su llegada?

Seguramente nos hemos perdido multitud de historias que habrían potenciado todavía más si cabe la imaginación reinante en Marvel. Todas las personas con las que he hablado me han dejado claro que Finger era alguien con un don y ese era escribir cómics. En la época en la que el medio estaba naciendo y muchos escribían cómics como si fuesen novelas, Finger entendió enseguida el lenguaje del género. Siegel y él son los auténticos padres de los guiones de cómic.

Sobre por qué Stan Lee no le dio trabajo, soy de la misma opinión que Roy Thomas: seguramente Lee le ofrecería algún encargo, porque no era habitual que alguien le pidiera faena y no se la diera, pero Finger llegaría tarde en sus entregas y, al no tener la influencia que sí tenía en DC, no pudo seguir. Pero no lo sabremos, por desgracia: al comentar el tema con Thomas y este con Lee, nadie recuerda la conversación que tuvo lugar aquel día.

 

Tras los orígenes de Superman y Batman, ¿en qué quieres centrar ahora tu atención como investigador del cómic?

Mi siguiente proyecto será un ensayo académico sobre la trilogía Batman de Christopher Nolan. Lo publicará Sequart y se titulará Why Do We Fall? Analyzing Christopher Nolan's The Dark Knight Trilogy. ¡Ojalá en algún momento del año que viene lo podáis disfrutar!

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