Conversiones: Espantajos para Brutal Ball

O para Blood Bowl o cualquier otro juego de deportes brutales medieval fantástico

Por culpa de mi insaciable deseo de completitud, voy siendo seducido por miniaturas peregrinas de todo tipo que, al mismo tiempo, estimulan mi imaginación, como estos espantapájaros que Impact! Minitaures presenta bajo la denominación Samhaino —el Samhain es la fiesta pagana de origen celta que se celebra en lo que ahora es Halloween—, y que para Brutal Ball he reconvertido en otro tipo de engendro animado a sumar a marionetas y tumularios: los espantajos.

El "problema", por llamarlo de alguna forma, es que con el tiempo cuesta conformarse con los alineaciones monopose, en plan segunda edición de Blood Bowl, así que, aunque son baratos y chulos, no quería limitar a mis equipos de espantajos a estos espantapájaros y, obviamente, ninguna otra marca los fabrica, de momento. De ahí surgió buscar nuevos reclutas y la solución vino de la mano de West Wind Miniatures, un suministrador de maravillas victorianas que todo amante del terror decimonónico —y más recientemente del steampunk— no debería dejar pasar. Estos, entre otros, tienen estos magníficos espantapájaros animados con cabeza de calabaza:

Las poses que tienen son ya muy adecuadas para Brutal Ball —los espantajos funcionan más como receptores / carne de cañón que otra cosa— y, además, la flexibilidad de los brazos permite modificarlas levemente. Así, el primer paso, se limitó a cortar las bases de metal y pegarlos en peanas para homogeneizarlos con otros jugadores. Tocó labrar un poco con la cuchilla para que la transición fuera menos brusca, pero no fue demasiado complicado visto que las piernas representan ramas secas embutidas en pantalones viejos. Por supuesto, también hubo que lijar, lo cual es un peñazo con semejantes cachos de metal, pero la alternativa era arriesgarse a dejar alguno cojo.

Las conversiones en sí fueron francamente sencillas, dado que no quería tapar los detalles de los harapos y que nadie en su sano juicio invertiría en mucho material de protección para espantapájaros animados: protecciones para los hombros y las rodillas que se acoplaban gracias a cinchas. La función de estas rodilleras y hombreras, aparte de dar más aspecto Blood Bowl, era servir de base para el esquema de color. Los pinchos incluidos los saqué de los restos de unos ogros de Impact! Miniatures, pero cualquier otro tipo hubiera servido y, en cualquier caso, es fácil acoplarlos en las protecciones por mera presión.

Por darles algo más de carácter propio, a una le esculpí una sencilla cara burlona a base de muescas en la rodillera. Quería algo tosco y, al mismo tiempo, entre cómico y aterrador. Se supone que este es el espíritu de los espantajos, criaturas que pueden dar miedo a un crío —o un goblin— pero que lo tienen crudo incluso contra un esqueleto.

Con el último quise probar el hacer un guantelete. Aunque no es una conversión complicada, tiene el punto delicado de tener que acoplar con suavidad la mano con el antebrazo, lo que implica cierto tiempo de acariciar la masilla epoxi con una espátula húmeda. Poco a poco, se va adhiriendo y queda bastante homogéneo. La ventaja, además, es que se puede dejar incluso cierto hueco, algo que no se ve en las miniaturas estándar.

El resultado son unas conversiones rápidas y resultonas que sirven para dar credibilidad a estos espantajos en el terreno de juego. El pintado y algo de maqueado para las peanas —que tienen las ranuras en medio, cosas de tirar de restos— debería hacer el resto. Ya veremos.