Hollywood maldito

Reseña de la obra de Jesús Palacios publicada por Valdemar en su colección intempestivas

Después de haber oído hablar a Jesús Palacios en algunas ponencias y mesas redondas, tenía unas ganas inmensas de leer alguno de sus trabajos de divulgación, y he de decir que, a pesar de las altas expectativas, este Hollywood maldito ha conseguido impresionarme. Lectura amena, bien documentado y, sobre todo, bien hilada la documentación, bien expuesto y ordenado... engancha como una buena novela y, además, va revelando una realidad entre bambalinas que daría para un buen puñado de películas.

Pero ¿qué es Hollywood maldito? Al principio, pensé que se trataría de un libro de anécdotas siniestras sobre la Meca del cine, una especie de recopilatorio comentado de esos misterios y sucesos poco claros que se tejen en torno a ciertas películas, sus rodajes y sus estrellas. Sin embargo, y aunque hay algo de esto, Hollywood maldito va más allá.

La obra de Jesús Palacios aborda la cuestión de las películas malditas. No lo hace desde una perspectiva parapsicológica, sino contemplando la capacidad moldeadora de la realidad que tiene el cine con una óptica que es tan ingeniosa como original. Esto le permite no solo dar una profundidad mucho más interesante y menos manida al trasfondo de determinados filmes, sino también poner de manifiesto el poder real que tiene tanto la industria del cine como entramado empresarial como el cine en sí mismo como medio de expresión artística y narrativa que influye a su vez en la sociedad. Dicho así puede sonar tan grandilocuente como complicado, pero una de las grandes bazas de Hollywood maldito es su sencillez, que se traduce en una gran capacidad de transmisión. Gracias a ella, aunque no se sea un gran experto en la materia es fácil seguir el desarrollo lógico de sus páginas y, sobre todo, disfrutar durante la exposición.

Por la propia naturaleza de la obra, Hollywood maldito se centra en media docena de películas que el autor considera más genuinamente “malditas”, siempre cogiendo con delicadas pinzas el concepto: Nosferatu, La semilla del diablo, El exorcista, Poltergeist, Superman y El cuervo. Aunque pueda parecer restrictivo al principio, este elenco nos permite analizar el fenómeno en profundidad al tiempo que paseamos por tres etapas clave de la narrativa de terror audiovisual y saltamos de ella a fantasías con las que, en realidad, guardan cierto parentesco, más del que hubiera pensado a priori. El lapso temporal que nos permite cubrir es también amplio: casi desde el comienzo del cine hasta prácticamente nuestros días.

Este planteamiento permite reducir la dispersión enciclopédica y la mera enumeración de fenómenos, casualidades y supuestos misterios y centrarse en el meollo de la cuestión: ¿cuál es la maldición que puede encerrar el cine en el caso de que esta exista? ¿Cuál es su naturaleza? Lo que se encuentra al final de tan inquietante túnel es mejor descubrirlo por un mismo y yo, desde luego, no pienso privar a nadie del placer de recorrerlo de la mano de Jesús Palacios. Os aseguro que merece la pena hacerlo.