El libro de los fantasmas

Imagen de Biblioteca Fosca

Reseña de la obra publicada por Cyel Éditions

Le livre des fantômes (El libro de los fantasmas, en castellano) es una de estas obras de divulgación de leyendas que juegan, estéticamente, con el anhelo de que lo que encierren sea cierto. Y digo jugar porque está claro para los editores que a pesar de la coletilla del subtítulo (La guía esencial para saber todo sobre los fantasmas, espectros y espíritus... y sobre todo cómo evitarlos) no es más que un libro de ficción. Esto, no obstante, no es óbice para que todo en su diseño busque una cierta suspensión de la incredulidad o, por lo menos, el escalofrío del guiño compartido.

El libro de los fantasmasEn este sentido, la edición es formidable: falsas cubiertas de grimorio aherrojado, banda para sujetar las páginas a modo de diario, profusión de fotografías espectrales y dibujos a todo color que nos trasladan a los lugares más inquietantes, una estructura a modo de manual de campo que fomenta esa impresión de tratado práctico... Una delicia, en definitiva, para los amantes de este tipo de productos.

En cuanto al contenido, hay que reconocer que este Libro de los fantasmas se sale bastante de la norma. En lugar de recopilar a los archiconocidos casos documentados de fantasmas decimonónicos (la dama blanca y compañía), su aproximación es más didáctica. Explica qué son los fantasmas, cómo funcionan, qué tipo de apariciones se dan y nos presenta también a estas criaturas sobrenaturales según las distintas leyendas y tradiciones, desde los hombres azules escandinavos a los inquietantes fantasmas nipones. El conjunto se completa también con lugares encantados, cuyas historias se nos presentan en su vertiente más siniestra.

En conjunto, queda una panorámica amplia, que va desde la Antigüedad hasta la Época Victoriana, construida a base de anécdotas y testimonios de personajes históricos y recopilaciones de leyendas populares. Las piezas no terminan de imbricarse de un modo sólido y queda cierta sensación de puzle deslavazado, inconexo, que, no obstante, no resta placer a la lectura.

De esta manera, sin aportar demasiados aspectos novedosos en caso de conocer la mitología fantasmagórica ni sobresalir en cuanto a planteamiento, El libro de los fantasmas sigue resultando una lectura muy entretenida que tiene el extra de lo caprichoso de su edición. Un placer culposo, en definitiva, para los aficionados a estos artificios.

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