OcioCiencia 0.2

Imagen de Luc Hamill

¡Al fin tenemos preguntas!

¡Sí, tenemos preguntas! Bueno, tenemos una... pero también tenemos su respuesta, y con eso me sobran los motivos para seguir con esta empresa que, para qué negarlo, a falta de preguntas, me las iría sacando de la manga y ya está, porque me da la gana seguir con esto (y supongo que ya todos lo habéis notado).

 

Bueno, como se dice, la primera en la frente, y viene del jefe Akhul. La pregunta en cuestión:

 

En la prehistoria había insectos de un tamaño considerable gracias al exceso de carbono atmosférico, y por lo que he visto, los insectos, supongo que por el metabolismo, son más activos en los periodos cálidos. Imaginando esos mundos prehistóricos tropicales me surge una cuestión: ¿por qué los insectos no ocupaban un estrato mayor en la cadena alimenticia?

 

Quiero empezar corrigiendo un lapsus común, y es que la prehistoria sólo abarca desde que aparece el hombre hasta que se desarrolla la escritura, dando paso así a la historia. Por lo tanto, cuando hablamos de dinosaurios y otras especies que habitaron la Tierra antes que nosotros, aunque se suela decir, realmente no estamos en la prehistoria, sino en una de las eras anteriores (poco más adelante las detallaré).

 

La verdad, sea cual sea la era correspondiente a nuestro caso, es que en aquella época los insectos eran la especie dominante, nunca dije lo contrario. El problema quizás está en pensar que coincidieron con los dinosaurios, y no fue así (como dije, antes de la prehistoria hubo muchos periodos, y muchos cambios en la flora y fauna). Vamos a concretar: más que los insectos, aquí deberíamos decir los artrópodos, uno de los grupos en que se divide el reino animal (técnicamente, uno de los phyla, en singular phylum, que por cierto es famosa la frase del paleontólogo Simon Conway “oh fuck, not another phylum”, dicha tras abrir un cajón lleno de fósiles en su museo). En los artrópodos tenemos a los mencionados insectos, a los crustáceos, los ciempiés, milpiés, etc... y sobre todo a los arácnidos, pues los escorpiones y arañas eran la créme de la créme en esta élite.

 

Lo que ahora debería aclarar es que con “aquella época” me refiero al periodo Carbonífero, que acabó hace unos 300 millones de años, mucho antes de que apareciese el primer dinosaurio, que no sería hasta el Triásico, hace unos 230 millones de años. Por tanto, a estos bichos les separan de los dinos unos 70 millones de años (y en Paleontología no es mucha diferencia, pero sigue siendo una diferencia). El ver un tyrannosaurus dándose estopa en un lago con un brontoscorpio sería el sueño de muchos que ven la WWF, pero fue una situación totalmente imposible de darse (lo mismo que imaginar a un hombre a toreando un triceratops). De hecho, ambos animales pertenecen a distintas eras: el escorpión acuático vivió en el Paleozoico mientras que los lagartos terribles aparecieron por el periodo Triásico, en el Mesozoico, inmediatamente después al Paleozoico. Para no liarnos, ahí va la guía prometida:

 

Eón Proterozoico: Empezó hace 2.500 millones de años. Aparecen las montañas, la Tierra sufre cataclismos y lo típico en su puesta a punto. Si hubiera existido en ese momento, el Instituto de Meteorología no ganaría para disgustos.

 

Periodo Cámbrico (Era Paleozoica): Al fin aparece vida en los mares, aparte de medusas.

 

Periodo Ordovícico (Era Paleozoica): Aún hay muy poco oxígeno. En tierra firme sigue sin haber vida.

 

Periodo Silúrico (Era Paleozoica): Los océanos aumentan, sobre todo por los trópicos. ¡Ya hay peces, yuju!

 

Periodo Devónico (Era Paleozoica): Surgen los continentes Gondwana y Laurasia, que más tarde se unirán en uno solo, Pangea. Primeros anfibios, primeras plantas.

 

Periodo Carbonífero (Era Paleozoica): Surgen grandes bosques, aparecen los insectos. Bichos a tamaño king size.

 

Periodo Pérmico (Era Paleozoica): Aquí todo se irá al garete con la Extinción Masiva del Pérmico-Triásico comentada en el artículo Cuando la vida pudo morir. Sobrevive el 10% de la vida en la Tierra.

 

Periodo Triásico (Era Mesozoica): Llegan los dinosaurios, y también se ven los primeros mamíferos que ponen huevos.

 

Periodo Jurásico (Era Mesozoica): Primeras aves y primeras plantas con flor... el hombre podrá celebrar el día de Sant Jordi.

 

Periodo Cretácico (Era Mesozoica): Se remata la faena con una extinción masiva de dinosaurios, pterosaurios, plesiosaurios...

 

Periodo Terciario (Era Cenozoica): Los mamíferos mandan. Se forman el Himalaya, los Alpes y otros de la competencia.

 

Periodo Cuaternario (Era Cenozoica): Un ser denominado homo sapiens llega a casa, y aún en la actualidad sigue en ella.

Aprovechando este tema, quiero destacar también que a menudo la gente confunde a los insectos con los arácnidos. Físicamente se parecen, pero no tanto si vamos al detalle. Señores, hay que sumar. Por un lado los insectos tienen dos antenas, dos ojos, seis patas y normalmente dos alas. Por el otro los arácnidos no tienen antenas ni alas, y en vez de un par de ojos tienen varios pares. Además, suelen moverse con ocho patas. Todo esto por lo general, claro. Mientras que de insectos hay más de 800.000 especies, de arácnidos más o menos hay una especie por cada diez tipos de insectos. Como ejemplos, insectos son las libélulas, las hormigas, los mosquitos, saltamontes, escarabajos... Arácnidos son las arañas, por supuesto, los escorpiones, los ácaros... No, Ronaldinho no.

 

Aparte de la confusión entre insecto y arácnido, también he visto por ahí el craso error de tildar como “descenso evolutivo” el hecho de que un bichejo ahora sea más pequeño que en otro tiempo. En la evolución no puede existir ningún retroceso posible, en todo caso estaría en la involución, y el éxito para una especie no debería ser entendido como soy el más grande, sino simplemente como soy el que mejor se adapta, y si para ello una especie debe hacerse 1/4 más pequeño, pues ahí vamos. Esto no es Godzilla. Como ejemplo, todos los vertebrados venimos del haikouichthys, un pececito de unos 2 centímetros que sin embargo fue un gigante en la carrera por la supervivencia gracias a una coraza genuina en la evolución: no estaba fuera sino dentro, y es algo que hoy llamamos esqueleto.

 

¿Y cómo seguimos? Pues con lo que ya teníamos, e intentando no sembrar el pánico. A saber, hace unos 300 millones de años los bichos (porque como hemos visto no todos fueron insectos) eran hasta tres veces más grandes que los de ahora. Por ejemplo estaba la mesothelae, una araña del tamaño de una sandía, o la meganeura, el insecto volador más grande de todos los tiempos con una amplitud de alas como el ancho que dan cuatro folios (en vertical) colocados en fila. ¿Podríamos en nuestro próximo picnic encontrarnos con un mosquito que raptase a nuestro hámster? Pues ahora mismo no, salvo que el picnic sea en una zona remota y perdida del Congo, porque no habría que descartar a la ligera seres así, y si no mirad el libro Guiness. Si en el Carbonífero había monstruitos de ese tamaño es porque había mucho más carbono en la atmósfera que ahora (santa palabra de la revista Science). Si algún bicho ahora creciese más de lo normal, se sabe que a muchos tejidos de su cuerpo no llegaría el oxígeno, con lo que se le acumularía el CO2 y... RIP: qué bueno era, nunca le olvidaremos, no somos nadie.

 

Pero supongamos que no nos tragamos esta explicación. Supongamos que de pronto estamos como en el Carbonífero, es decir, que hay más oxígeno de lo normal en el aire y que el escorpión del terrario lo está respirando. ¿Podría llegar a medir lo mismo que un terrier algún día? No, y el culpable es su exoesqueleto. Si creciera, llegados a un punto los músculos romperían el exoesqueleto y con ello el escorpión quedaría bien fastidiado.

 

Pero supongamos ahora que sólo nos hemos tranquilizado a corto plazo. ¿Podría, contando con los efectos de evoluciones y mutaciones, dentro de 20 años verse algún bichejo así? Difícilmente. Para que pasase algo así, ya no sólo dentro de 20 años, sino dentro de 150, la Tierra debería sufrir de todo: cataclismos, efectos invernaderos varios, terremotos, desajustes en el campo magnético y por supuesto la bioesfera patas arriba. Un lío de miedo, vaya, casi que debería bajar Dios frotándose las manos en plan “vamos a ver qué tocamos”. Esto no quiere decir que no vaya a pasar nunca. Dentro de millones de años, si pasa algo demoledor como que un meteorito diga “apartáos de mi camino” o una supernova cercana grite “aquí estoy yo”, quizás la vida en la Tierra cambie a esa dirección... ¡pero quizás entonces tampoco estemos nosotros para cabalgar sobre hormigas!

 

Por último, que no se me olvide, retomando la pregunta hay una parte que no he tocado aún: los insectos, supongo que por el metabolismo, son más activos en los periodos cálidos. Lo cierto no es que los insectos sean más marchosos cuando hace más calor sino que se reproducen a mayor cantidad y, como hay más bocas que alimentar, pues comen más. También tenemos que las plantas que crecen con mayores índices de contaminación aportan menos nutrientes, con lo que los insectos tragan más que las abuelas en la playa. Un estudio de la Universidad de Pensilvania así lo prueba. Uf, qué tranquilidad, ¿vamos a ver Starship Troopers?

 

Ale, eso es todo. Akhul os ha mostrado el camino cual Gandalf a punto de despeñarse en Moria, e igualmente os ha librado del Balrog y ha desactivado las trampas... ¡Vamos, seguidle y preguntad!

 

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