Juego sucio: Planes B

Aunque parezca mentira, los encuentros de Brutal Ball no se improvisan. Bueno, no siempre.

Los entrenadores de Brutal Ball han de ser capaces tanto de preparar a sus jugadores para los encuentros como de designar las tácticas a aplicar dependiendo de los rivales como también, y esto es clave, tener la suficiente capacidad de maniobra para adaptarse a las estrategias de los adversarios en cualquier momento. A veces, no obstante, esto pasa por prácticas poco ortodoxas: espiar a los entrenadores contrarios, amenazar de muerte a sus familias, robar documentos secretos, subvencionar al árbitro para que entorpezca a los otros banquillos...

Un entrenador puede recurrir a los Planes B en dos situaciones. La primera, cuando la tabla de eventos lo indica. En ese caso, suma directamente dos puntos de entrenamiento a su equipo. La segunda, cuando un equipo rival utiliza un punto de entrenamiento. En este caso, si tras activar el juego sucio el árbitro no interviene, el equipo no solo no pierde el punto de entrenamiento invertido, sino que obtiene dos más.

¿Sabías que...

...los Mariscales de Manningaard invertían todos sus entrenamientos tácticos exclusivamente a investigar a los rivales con los que iban a enfrentarse?

Tras numerosos éxitos, la técnica reveló algunas fallas al ser cambiados de grupo en el último momento por un fallo en la organización del torneo que disputaban. Todos sus preparativos para neutralizar y anticiparse a elfos, ogros y gnolls se mostraron inútiles ¡en un campo ocupado por tumularios, orcos y trastolillos! Entre muchas otras cosas, porque estos no habían preparado estrategias de ningún tipo.