Licántropos

Imagen de Brutal Ball

Furia salvaje y pasión por la violencia. ¿Cómo se iban a perder este espectáculo?

Los licántropos comparten una maldición que es, al mismo tiempo, su gran fortaleza: están sujetos a la bestia interior y esta surge en cuanto hay una situación de tensión o en las noches de luna llena... o, bueno, todo el día en general, que la Ciudadela es un lugar muy crudo en el que vivir y es difícil relajarse. Así, esta orgía de músculos y vísceras desparramadas lo tiene complicado para encontrar un trabajo en condiciones, por lo que algunos, muchos para los pocos que son en total, terminan en los pozos de Brutal Ball.

Ahí no son mirados con terror (bueno, a veces sí), sino con devoción y admiración, y es que hay pocas criaturas tan letalmente elegantes: rápidos, ágiles, salvajes, resistentes y, sobre todo, dotados de magníficas mandíbulas y zarpas, son unos oponentes de primera categoría incluso para bestias pardas como los ogros, los minotauros o los orcos. Como puntas y bloqueadores, no tienen rivales, y su estructura en manada hace que se coordinen mucho mejor de lo que cabría esperar de semejantes animales.

Su único punto débil, cuando hablamos de Brutal Ball, es la dificultad que tienen a la hora de atrapar el balón ¡aunque esté parado en el suelo! Si se andan con ojo de no pincharlo, se les suele escurrir entre las zarpas. Para intentar compensar este defecto, algunos equipos fichan a cachorros de menor tamaño que todavía conservan alguna movilidad en los dedos. Para lo que sí que no han encontrado remedio es para la furia salvaje que los domina casi continuamente, pero eso es algo que los hinchas adoran, ¡y que potencian llamándoles pulgosos y tirándoles cerveza para cabrearlos aún más!

 

Licántropos

MO

CO

CA

BL

PL

BR

AG

RE

BA

LA

AT

Coste

Línea

7

2

2

7

5

7

6

6

3

5

3

80

Defensa

7

1

2

8

5

8

5

7

3

5

3

90

Bloqueador

7

2

3

8

5

8

6

7

3

5

3

120

Punta

7

3

3

7

5

7

6

6

3

5

3

100

Corredor

7

3

2

6

5

6

6

5

4

5

3

70

 

Tamaño: Los licántropos oscilan entre el tamaño medio y el tocho. Algunos ejemplares, sobre todo de hombres-oso, pueden alcanzar el grande.

Punto débil: Salvajes

Juego sucio:

Frenesí: Es complicado contenerse cuando tienes a una bestia pura palpitando en tu pecho. Y, la verdad, muchos tampoco ven el interés de hacerlo.

Inmunidad arbitral: Pocos colegiados osan pitar faltas contra los licántropos, menos aún en medio de la acción. Y pocos hinchas se creen eso de que “pobrecitos, es que no entienden el reglamento” o “no muerde, ¡solo está jugando!”

Irracionales: Indagar en la mente de un licántropo es una mala jugada: no solo satura de sangre e instintos homicidas, sino que, además, tampoco sirve para anticipar sus movimientos, ¡solo para meterse miedo en el cuerpo!

Marrullerías: Para un hombre-lobo, un jugador derribado no es algo de lo que tener piedad, ni siquiera un obstáculo, sino una presa más fácil de dejar definitivamente fuera de combate. Y saben dónde morder para conseguirlo.

Voraces: Por la Ciudadela circulan numerosos cuentos infantiles de lobos antropomorfos que devoran de un bocado a niñas imprudentes con caperuzas rojas. Están basados en encuentros reales de Brutal Ball. Las niñas imprudentes con caperuzas rojas son medianos. En concreto, las Frambuesas de Midlan.

 

¿Sabías que...

los licántropos han ganado una cantidad sospechosamente baja de Premios Horroris Causa?

Durante algún tiempo se achacó a su bajo número. También a una posible discriminación racista. ¡Lo cierto es que los organizadores temían perder una mano (o algún miembro más) durante la entrega del premio!

 

Algunos ejemplos de miniaturas de licántropos:

Licántropo de Games Workshop

Hombre-oso y hombre-lobo de Impact! Miniatures

Hombres-lobo de Mano di porco

Hombres-lobo de Meiko Miniatures

Licántropos de RollJordan

Licántropos de Willy Miniatures

Comixininos

 OcioZero · Condiciones de uso