Pues resulta que leyendo los blogs de algunos habituales del foro me ha parecido entender que Patapalo le da a eso de la esgrima. Pata, ya que vamos a ser compis en el próximo El Camino de los Mitos, cuenta, cuenta... ¿A qué le das? ¿Al noble florete? ¿Al sable? ¿Nos llevamos las caretas a Madrid el día de la presentación?
Hay algún esgrimista por ahí, o sólo me lo parece a mí.
02/04/2012 - 16:31
#3
Yo empecé hace unos meses, con espada (aunque si tuviera oportunidad probaría con el sable). Estaba leyendo blogs y páginas de la gente y me topé con esta curiosidad. 
No me gustaría dejarlo, aunque los moratones pican. Si alguna vez pasas por Salamanca (por alguna presentación o lo que sea), tiramos, ¿ok?
El guante está lanzado.
03/04/2012 - 07:41
#4
Cuenta con ello 
Si te parecen moratones lo que se consigue con espada, aléjate del sable Es mucho más contundente, ya que puedes tocar con el filo también. En nuestro club de Quai du Seine probamos un par de veces y es cañero. De todas formas, al no haber hecho florete, el tema de las prioridades resulta complicado. Supongo que por eso los que empezamos con espada terminamos con espada.
¿Hay muchos clubs en Salamanca? En Zaragoza no había gran cosa (yo lo descubrí en el CPS por una presentación que hicieron).
03/04/2012 - 09:55
#5
En Salamanca ya no hay club de esgrima. Creo que hubo un intento de montar uno, pero la cosa no debió cuajar. Por fortuna se pueden tomar clases en la Universidad, aunque sólo de espada. La verdad es que es una lástima, porque la gente se apunta, prueba, pero luego son pocos los que siguen. Y sobre todo muy pocas chicas. No lo entiendo, porque todos coincidimos en que es muy divertido. Igual es que nos pilla mayores, no sé. O igual al depender de la Universidad la gente no puede continuar porque acaba la carrera y se marcha. La verdad es que es una pena que un deporte como éste no se potencie un poco más en nuestro país.
04/04/2012 - 09:08
#6
Una de las cosas buenas del esgrima es que se puede practicar hasta edades avanzadas. En algún campeonato amistoso, en París, estuve tirando con sexagenarios y, la verdad, no te puedes fiar, porque lo que pierdes de elasticidad lo puedes compensar con técnica (y, además, sin mucho esfuerzo te mantienes en forma).
Lo de las chicas igual es por tradición. Mi maestra de armas en Quai du Seine era una mujer. Había estado en la selección francesa y conoció los tiempos en los que el equipo femenino todavía no estaba bien considerado. Su club era mixto y había bastantes chicas y mujeres, más o menos mitad y mitad. Tiraba francamente bien. Era impresionante verla, con lo bajita que es, tirando con tipos de metro noventa y haciéndolos bailar a su ritmo.
Demonios, cómo lo echo de menos...
04/04/2012 - 22:33
#7
Lo de la edad es una verdad como un templo. No hace mucho me ganó una mujer de unos sesenta y tantos años. No se movía ni a patadas y refunfuñaba todo el rato, pero la técnica es la técnica, y evidentemente la suya le daba veinte vueltas a la mía. Y si nos ponemos a hablar del profesor ya ni cuento, y eso que es bajito. Dios, qué envidia me dan. Y qué rabia no haber empezado de pequeñita.
En Salamanca desgraciadamente las chicas estamos en minoría absoluta, pero nos ponemos a tirar con los chicos sin complejos. Suelen ser más rápidos y más altos, pero dicen que nosotras somos igual de burras (o más). Yo creo que se quejan de vicio.
05/04/2012 - 07:38
#8
También hay que tener en cuenta que el propio atacante se puede hacer mucho daño él solico. En el primer campeonato en el que participé me tocó con un tío muy veterano en primera ronda, un morlaco que me sacaba una cabeza y que estaba cuadrado. Como vio que se me comía con patatas se tiró a degüello y yo hice lo único que pude: mantenerme en guardia. La primera se la comió en la mano, lo que le cabreó tanto que volvió a atacar igual... y a recibir un punto idéntico. Y así cuatro veces. Vino a echarme la bulla (en modo consejo paternalista, pero se le veía superencendido) al final, porque decía que tendría que haberme movido más (sí, claro, en eso estaba pensando) y vi que había conseguido hacerse sangre en la mano, a través del guante. Vamos, que depende de cómo cargas, te puedes hacer un buen estropicio tú solo.
Supongo que ya llevarás algún "bautizo" en la parte interna del codo, ¿no?
05/04/2012 - 20:38
#9
Pues curiosamente en los brazos no me suelo llevar muchas. En las piernas de lo lindo, o al menos los tocados que me llevo me pican más, y como tengo tendencia a que me salgan moratones parezco un mapamundi. Por eso me gustaría probar con sable (me han dicho que es más ofensivo y tal, pero de cintura para arriba me salen menos hematomas aunque me den más fuerte).
Yo soy de meterme mucho, sinceramente. Es un error de novata, al principio no controlas la distancia (que es fundamental), y por eso nos llevamos tocados absurdos (y duros). No hace mucho cometí el error de tirar sin ponerme el protector de pecho debajo de la chaqueta, por pura pereza. No se me volverá a ocurrir. Me llevé un tocado en el pecho, a la altura del escote, me lo llevé porque embestí de mala manera, y me tiré dos semanas con el escote amarillo mostaza. Al menos luego gané, pero me sentí idiota.
11/04/2012 - 08:37
#10
Ay, pobre. Aunque suene duro, creo que es otro de los puntos buenos del esgrima: que aprendes disciplina y que la técnica es vital. Aunque a veces pareces un marsupilami entre las moraduras viejas y las nuevas
14/04/2012 - 01:30
#11
Yo siempre he sentido curiosidad por la esgrima, pero por desconocimiento y pereza nunca he llegado a apuntarme en ningún sitio. La perspectiva de acabar cosido a moratones tampoco ayuda. No sé, creo que hay un club o algo parecido cerca de mi barrio, igual este verano me paso a preguntar. ¿Hay que meterse en muchos gastos entre espada y protecciones?
15/04/2012 - 09:09
#12
En todos los clubes en los que he estado te dejaban el material. Si te lo tienes que comprar, en efecto sube en seguida la factura un huevo (15 euros el guante, 90 euros la espada, más la máscara, el pantalón, la chaqueta, coraza si eres chica...). Así que es una cosa que merece la pena preguntar, sí.
En cuanto a los moratones, dependerá de cómo tires. Lo bueno del esgrima es que desde el primer día resulta entretenido, no tienes la sensación de verte desbordado. No es como el baloncesto, por ejemplo, que si juegas con gente que controla ni hueles el balón: aquí en seguida presentas batalla y se aprende muy rápido.
En este sentido, los moratones te los ganas: si el que tienes delante controla más que tú te tocará suave (no hace falta mucha presión para marcar el punto porque los dispositivos son electrónicos). Si no, vosotros pondréis el ritmo. Luego, en el momento ni te das cuenta si te haces uno.
Espada, aunque me temo que hace unos años que no entreno; igual, con suerte, me reengancho este (he encontrado un club en Metz; ahora a ver si cuadro horarios). ¿Tú qué practicas?
Se echa mucho de menos, la verdad, así que me apuntaría a tirar un poco aunque solo fuera por la nostalgia
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.