R3: RESTO DE LOS TEMAS y MINIBIBLIOTECA

  Buenas tardes a tod@s...  Menuda sorpresa llegar y ver que os habéis comido la mitad del pastel y la otra mitad la habéis guardado en el congelador!  

Por que me disteis la invitación de la fiesta con otra fecha? 

Con la tarde tan tonta que tengo y el día que me espera mañana uffff!

Que sepáis que vais a ir todos al infierno de cabeza! 

A ver, que a mí me parece que el Púgil lo ha hecho con toda la buena voluntad del mundo, como respuesta a una sugerencia/cuasipetición mía, y que yo pensaba que nadie iba a participar hoy, así que no creo que haya que crucificarlo.

Al fin y al cabo quedamos ocho y hay cuatro temas, o sea, como unos cuartos de final normales y corrientes. Si acaso, con su olorcito a barbacoa dominical.

Yo también rompo una lanza a favor de El Púgil y su buena intención. Pese a que mi opinión, como ya dije, era que estuviesen todos los temas juntitos, creo que la idea de El Púgil iba bien dirigida. Yo mismo tengo un horario de trabajo bastante jodío, así que me ha ido de coña este avance dominical jeje

Pues aquí os dejo mi pequeño homenaje a Cortázar. Como no se ha dicho nada al respecto, no me he limitado a las cincuenta palabras de costumbre.

Espero que os guste.

Instrucciones para meter los pies en los charcos

En primer lugar conviene elegir un día lluvioso, o en su defecto, el día siguiente a uno de los anteriormente citados, siempre que la lluvia del día precedente haya sido abundante y no nos encontremos en pleno verano, ante el evidente peligro de desaparición de los charcos por efecto de la evaporación. Una vez localizado uno suficientemente grande como para albergar ambos pies, nos colocaremos delante y, mediante el uso de un palo, rama o varilla metálica, comprobaremos la profundidad, así como la dureza del fondo, para evitar el más que probable enfangamiento de los zapatos y, cabe suponer, de los pantalones. Si la medición de profundidad y dureza nos ha resultado satisfactoria, comenzaremos introduciendo en el agua el pie derecho (salvo que seamos zurdos, en cuyo caso será el izquierdo el primer pie a introducir) de forma lenta y sin hacer demasiada presión, hasta que el tacto nos permita determinar que hemos alcanzado la superficie fangosa, a la que ya nos habíamos referido anteriormente con el nombre de fondo. Es importante recordar que, mientras se realiza esta primera tarea de introducción del pie derecho (o el izquierdo, caso de ser zurdos) el otro pie debe permanecer fuera del agua, lo más cerca posible del borde y tan quieto como la situación nos permita, con el fin de mantener el equilibrio hasta que el pie que ha avanzado esté razonablemente estable en su nueva ubicación. Concluida la primera fase, repetiremos la operación con el otro pie, hasta colocarlo junto al primero, pero manteniendo una distancia aproximada de una cuarta, que nos permita seguir en posición vertical aunque el fango provoque ligeros desplazamientos involuntarios.

Ya está. Hemos metido los pies en un charco. En próximas entregas, resumiremos la forma más eficaz de sacarlos.

Faulkner:

El fondo del vaso de whisky le exigía algo más. No le bastaba con el horizonte. William cerró los ojos, escuchó el ladrido de su perro y de esa voz salió un nuevo estado, un nuevo nombre. Una nueva inmortalidad.

Venganza

Carrie suspira, lánguida, mientras la sangre de cerdo se derrama sobre su cabeza. Es tarde para echarse atrás y lamenta la falta de un final feliz. El muso de Stephen es un borde rencoroso: todo por negarse a tener rollito con él en la parte de atrás de Christine.

[Eliminado]

(Os pido perdón de antemano por el microrrela... chiste que voy a poner a continuación; sé que este es un foro serio y no os merecéis esto... )

Llaman a la puerta

Tol... tol... ¿Kién es?