Manías de lector

Pues sí, querido Rapso. Yo soy incapaz de leer un libro escrito en cirilico.

Saludos ;)

Yo antes de empezar a leer un libro me voy a la última hoja y leo la última frase, a veces todo el último párrafo. Sí, es una gilipollez y te puedes fastidiar alguna sorpresa, aunque con mi memoria selectiva no me supone tanto problema el ser gilipollas.

Lo que me ha pasado alguna vez es decidir leer otro libro porque esa última frase me parecía una mierda.

Demonios, tengo puntos parecidos a los de Bestia Insana Lo de los autores más jóvenes que yo me tiene muy marcado. Si son mayores, siempre me digo "bueno, tengo X años para llegar a este nivel". Intento no mirar cuándo se publicó el libro y hacer cuentas...

Una manía que no sé si es tal es la de no empezar una novela hasta que he terminado con otra. Puedo compaginar antologías, pero lo de las novelas lo veo más complicado. Es como abandonar a una a mitad de camino.

También me leo las dedicatorias y los créditos.

Pues la única que se me ocurre es que me molesta mucho que me doblen las páginas de los libros (mi padre por ejemplo en lugar de utilizar un puntero tenía la manía de doblarle una punta a la página en la que se quedo y es algo que me pone histérico). También durante bastante tiempo era muy maniatico con el tema "escribir en los libros", vamos que aunque acudía a presentaciones y compraba el libro, nunca me acercaba al autor para que me lo dedicara, ya que me molestab que lo "pintarrajearan" y de hecho al principio lo pasé un poco mal cuando me tocó empezar a "pintarrajear/dedicar" libros ajenos, pero poco a poco se me ha ido pasando y ya tengo algunos libros dedicados.

Resumiendo: que cuando presto un libro, me desquicia mucho más el que me lo devuelvan con algún desperfecto a que el libro no regrese nunca.

Yo doblo las esquinas de las páginas en las que hay algún párrafo o frase que me llama particularmente la atención. Muchas de las citas de "Alimañas" las pude localizar gracias a eso. Otras veces, miro la página dobladita y no recuerdo qué había querido destacar de ella.

Otra manía realmente negativa es dejarme de cuando en cuando los libros en la sala de lectura. Más de una vez se me han caído a la bañera  echándose a perder. Lo peor de eso fue con Perramus, que me costó un montón encontrar el tomo con los dos primeros y, apenas los leí, me lo dejé ahí y se descuajeringó por completo. ¡Reedición ya!

Lo de Rapso es demasiado jaja. Me parece una manía muy negativa, espero que sea pasajera. Y bueno, en mi caso no doblo esquinas jamás: cuando se doblan sin querer me da una rabia que no veas.

Yo a veces, si se trata de pelis de género o basadas en libros de autores que me interesan, soy de estos. "¿Vemos esta peli?" "No puedo, no me he leído el libro".

Lo peor es que en esos casos suelo terminar comprando el libro y leyéndolo como una prioridad para ver la película, cuando ni siquiera ver la película era una prioridad en un primer momento. Cuando pienso en ello fríamente me siento -aparte de un poco idiota- un cobaya del M.K.Ultra .

Otra costumbre que tengo es leer siempre sentado, no recostado ni tumbado (y menos en una bañera), sentado en una silla de respaldo recto y duro (será que soy medio alemán), aunque últimamente estoy flojeando y a veces leo en una mecedora

Yo a veces sí leo recostado, pero conste que en mi comentario  yo no me refería a leer en la bañera, sino a al lado y estando perfectamente sentado. ¿Quién no se ha leído en circunstancias similares hasta la etiqueta del champú?

Leer, leo en cualquier sitio y postura. Y leo todo, esté en el estado en el que esté salvo una cosa que siempre me salto, y a conciencia: Agradecimientos, prólogos, dedicatorias y demás arbustos que me impiden llegar directamente al bosque. Los odio cordialmente :) 

Respecto a lo de doblar las esquinas, no suelo hacerlo, siempre recuerdo la página en la que estaba; (ahora, con los libros electrónicos ya no es necesario), pero si suelo usar marcadores. Me gustan para señalar cosas sobre los libros. No los uso de punto de lectura, sino como eso, para marcar algo que me ha llamado la atención. Y para eso uso cualquier cosa, desde hojas a fotos o propaganda, tarjetas... (lo de las hojas era muy habitual cuando leía en el parque mientras los enanos se agotaban haciendo el cafre) 

Ah, y me concentro mucho más si tengo varias lecturas a la vez, me resulta más fácil ubicarlas. Eso es debido sin duda a mi habitual dispersión. Si no tengo muchas cosas que hacer almismo tiempo me aburro y me siento perdida. 

¡Que peligro!... alguno como sea muy malo corre el peligro de terminar en la chimenea a lo Pepe Carvalho.      

En mi caso cogí de manía no empezar una saga a menos que estén todos los libros publicados. Después de quedarme con alguna a medias, rara vez me salto esa norma (aún resisto con Canción de Hielo y Fuego, aunque puede que con esta no aguante tanto, que poco a poco voy leyendo datos sueltos y me la voy a estropear). Con "El ciclo de la luna Roja" de Cotrina me fastidió haber comprado el primero y que luego la editorial no siguiera. Por suerte otra editorial recogió el testigo, pero eso me lleva a mi segunda manía...

Me gusta tener en las sagas libros de la misma edición, por lo que si me regalan el primer libro en tapa dura, agradezco el detalle pero me han fastidiado porque me toca comprar el resto en formato caro.

Y al empezar a escribir yo, me he dado cuenta de que me molesta mucho leer un autor extranjero al que le veo fallos. Con los nacionales soy más permisivo, sobre todo si veo que están empezando, pero no entiendo que publiquen a foráneos en sus inicios si no son brillantes. Son oportunidades que podrían dar a los de aquí, que lo hacen igual o mejor.

Ya somos dos. Y eso que no soy muy de sagas...

Me pasa lo mismo con las fajas de promo. Normalmente ni siquiera llegan a casa, acaban en la primera papelera que pillo. 

Solo hay una cosa peor que las fajas de promo, que por lo menos se pueden quitar, y son las pegatinas en toda la portada del libro. Hay que ser desalmado .

¿Y cómo lo traducirían? Si dependiese de los traductores de mi edición de Neuromante, supongo que pondrían algo así como "El mejor vendedor". Que no se enfade el vecino del cuñado de nadie, pero he intentado leerlo un par de veces y la traducción literal siempre me saca de la trama; cada pocas frases hay que hacer el esfuerzo imaginativo de traducir al original y de ahí otra vez al castellano pero esta vez diciendo lo que el autor pretendía decir. ¿Alguien ha leído la versión original en inglés? ¿Merece la pena buscarla? Me parece mal culpar a Gibson de algunos errores que probablemente no sean culpa suya.

EDITO: no me había dado cuenta, pero esa es otra manía: la de verle los hilos a las traducciones, y que una mala labor pueda desmerecer un buen libro. Aquí hay mucho bilingüe y algún traductor, ¿os pasa esto con vuestras lecturas de ocio?