Hace ya mucho tiempo que no paso como quisiera por estos lares tan felices en mi memoria, sobre todo el recuerdo de aquellos tiempos dorados de Ociojoven que hace poco le comentaba a Kachi. Este mensaje no debería ser más que una seña de que todavía andamos algunos de los veteranos por aquí (en su época yo era Darthz, por si alguno lo olvidó) y una llamada a aquellos, antiguos o nuevos, que todavía anden por aquí con deseo de charlar distendidamente sobre cualquier cuestión literaria, género, relato o filosofía de la literatura. En el fondo, es cierto que uno va creciendo y la vida siempre se dispersa: se encuentran otras aficciones; se comienza la andadura universitaria y se ocupa más el tiempo en quehaceres académicos o, al final, por ejemplo, profesionales; uno se enamora, se desenamora; uno practica deportes o simplemente comienza a abandonar algunos hábitos.
Me di cuenta hace unas semanas de cuán cruel, en el fondo y de una manera inconsciente, resulta para mi vida haber olvidado o haber dejado demasiado de lado lo que fue siempre en realidad mi mayor pasión, esto es: la de escribir y, además, conversar o fantasear sobre estos temas, compartir textos, sueños, fantasías o las más reales elucubraciones sobre lo mismo. Recordé muchos de mis antiguos compañeros, cómo algunos de ellos también desaparecieron, al menos de la red, o cómo muchos otros, incluso si tampoco han seguido foreando, han seguido creciendo y tienen ya incluso algunas publicaciones más o menos serias a sus espaldas. Es todo un orgullo y me refiero a una larga lista de gente que la integran nombres como Juan Ángel Laguna (Patapalo), Ángel Luis Sucasas (Manheor), Ignacio Cid (Léolo), Elena Monteagud (Yume) y otros (he mencionado solo los primeros que me vinieron en mente, pero es obvio que hay más). Muchos de ellos saben que he vuelto últimamente a retomar algo mi pasión literaria, esa que tenía algo olvidada, porque ningún otro factor de la vida, incluso si sigue su curso normal y uno crece y se dispersa, como comentaba antes, debería servir para apaciguar lo que es un fuego interno en la forma de ver el mundo de uno.
Por ello, aunque esto no sea más que un complemento, sin miedo a que algunos vean tras estas letras un delirio quijotesco en un desierto vacío, como sé que seguramente hay muchos por ahí detrás que, como yo, no se atreven a comentar por pereza o desidia, o porque ven el estado de cosas igual que las veía yo, os invito a todos a que sigamos participando, a que sigamos compartiendo. Es posible que mi ignorancia (por no pasar mucho por aquí estos últimos años) me haga cometer un error y generalizar, y quizá ya lo hacéis, incluso si yo no estaba, pero por las fechas y los mensajes o la actividad me daba la impresión de que muchos, como yo, se dieron en estampida u olvidaron este lugar en el que, muchas veces, nos sirvió como refugio y compañía a los que amamos este arte. Que sirva como impulso o simple reflexión, no lo sé, pero que sirva.
Al menos ya para mí lo hace, incluso si no obtiene este hilo ninguna respuesta, ya he hablado sobre nosotros y nuestra literatura, sobre mí y mi literatura, en lo concreto, sobre mi necesidad y las ganas, que no faltan, sobre ese gusanillo literario que volvió a encenderse y ya me ha hecho poner en circulación más de un relato y que siga buscando otras antologías, proyectos, concursos, foros o gente que tenga tiempo y ganas de debatir, de compartir.
¿Cómo váis? ¿Qué proyectos tenéis en mente o qué os apetece hacer de momento con vuestra literatura? ¿Alguna publicación o editorial en mente? ¿Algún texto que estéis puliendo o fabricando desde cero? ¿Alguna ingeniosa o diabólica y fascinante nueva fantasía? Por mi parte, desde que volví de trabajar en Rusia he escrito un par de relatos y bastante de ensayo. Es posible que vuelva a recobrar también lo poético, que lo tengo algo olvidado y siempre me gustó. He mandado algo al Visiones 2015 y a algún otro concurso que encontré por ahí, aunque esto no sea al final más que algo secundario.
En fin, no era más que una excusa, un pretexto, como siempre, para volver a enamorarme.
Una sonrisa a todos.
Pues después de un par de años de tener que dejarlo casi todo de lado para sacarme unos estudios ahora que veo el paro y un futuro muy negro a la vuelta de la esquina, por fin vuelvo a disponer de tiempo libre… pero por algún motivo ya no tengo la energía y las ganas de antes.
Puede que se deba a los pobres resultados de lo que logré publicar, quizás después de tanto examen, entrega de trabajos, prácticas no remuneradas y días trabajando y estudiando sin apenas dormir he terminado “quemándome” y me da cierta pereza acercarme al ordenador.
En cualquier caso en breve verá la luz mi siguiente novela (que en realidad ya llevaba un par de años escrita) y luego debería sacar fuerzas de algún lado para tirar adelante (o cancelar de una vez) un proyecto que inicié hace demasiado junto a unos colegas que empezó con mucha fuerza e ilusión, pero que en algún momento perdió fuelle y no termina de avanzar.
Aunque bien pensado, ahora tengo el estado de ánimo necesario para escribir algo oscuro y pesimista… quizás debería aprovechar el momento para hacerlo antes de que se me pase.