Ronda 3. TEMA POLITIQUEO.- Podemos. COMPLETO - (Barón Esdrújulo 1 - Rariano Majoy 2)

Sí se puede

LUCES

-Condiciones de obligado cumplimiento perfectamente interpretadas.

-Bien escrito sin errores de forma.

-El personaje del loro, con la lección aprendida.

-Final contundente.

SOMBRAS

-Me sabe a poco, me falta algo, no sé qué…

No se puede

LUCES

-La gracia del título negando el del adversario.

-La palabra obligada y la tabú, en su sitio.

-Buena redacción.

SOMBRAS

-Por más vueltas que le doy a los instrumentos, no alcanzo a pillar la melodía que intentan transmitir. De ahí, la dificultad para ver la “filosofía” Podemos. Como no se refiera a la afición de este grupo a introducir en el Congreso elementos que den la nota… Quizás haya de fondo una alusión a las transgresiones en las formas de vestir, por ejemplo, o a la defensa de lo femenino… En todo caso, a mí no me queda suficientemente claro.

Mi voto para Sí se puede de Barón Esdrújulo.

Juez: persona nombrada para resolver cualquier asunto o materia, especialmente una duda o controversia.

Si yo fuera un juez como Dios manda diría: venga cincuenta palabras cada uno, así que miel sobre hojuelas, pasan los dos, empate técnico. Pero no, por desgracia no soy así, sino que soy un juez implacable que no elude sus competencias a la primera dificultad que se le presenta.

El Barón nos presenta este encuentro en la cumbre desde su particular prisma. El diálogo, un tanto surrealista, hasta el punto de dejar el desenlace de esta reunión en manos del loro, funciona bien. Creo que en lo fundamental he conseguido desentrañar el relato, sin embargo hay algunos símbolos que se me escapan, como los nombres de los protagonistas, que no me suenan entre los más conocidos de la formación morada (tal vez Luis Alegre y Víctor García), o que ambos se reunieran precisamente en una granja. El partido se identifica con claridad y las premisas están bien resueltas. Me gusta el tono triunfalista del título que enlaza bien con el resto de la historia.

La idea de Rariano de dar el contrapunto a su oponente ya desde el título me parece desafiante y atrevida. El paralelismo entre el congreso y una orquesta, o al menos su sección de vientos, para hacer una metáfora sobre la discriminación que se ejerce sobre los recién llegados a la política, sobre su nueva imagen o  sobre sus nuevas ideas es francamente original. Es curiosa la separación entre bancadas que propone el autor, con los más graves a un lado y los agudos a otro. Se aprecia un micro trabajado, que utiliza la metáfora como su mejor arma. Me gusta el desenlace, en el que se nos hace ver que siempre hay un límite que resulta inaceptable, lo que no sabemos es cuál es ese límite. Y a mí que cada vez que leo este relato me pide el final: «Pero de ahí, a templar gaitas…». La utilización de las premisas es la adecuada y la manera de acercarse al tema me parece bastante ingeniosa.

Puestos a un lado y otro de la balanza los méritos de cada relato, el fiel de la balanza no se ha quedado en el centro sino que se ha desviado por muy poco hacia el lado de Rariano y su No se puede.

Qué difícil el papel de juez, aprovecho para felicitarte Piraña por tus análisis siempre tan completos y cuidados, lo cierto es que dejas un listón altísimo para cualquier predecesor. Por supuesto un juez no es un Dios y aquí se te ha escapado un detalle. No obstante, como el duelo se halla en empate prefiero no hacer aclaraciones para no influir en el voto de desempate, aunque me queme la lengua 

Qué difícil el papel de juez, aprovecho para felicitarte Piraña por tus análisis siempre tan completos y cuidados, lo cierto es que dejas un listón altísimo para cualquier predecesor. Por supuesto un juez no es un Dios y aquí se te ha escapado un detalle. No obstante, como el duelo se halla en empate prefiero no hacer aclaraciones para no influir en el voto de desempate, aunque me queme la lengua