La tentación todavía vive arriba

Me ha parecido un relato cuya prosa destellea en algún punto (el mosquetón de escalada o el cuerpo serpenteado de venas, me han llamado poderosamente la atención), sin embargo, no he conseguido conectar con él por los detalles que voy a exponer a continuación:

Numerosos errores ortográficos entiendo que a causa de las prisas y retoques de última hora que han entorpecido la lectura, comento alguno: “me lanzó desde su silla de ruedas, la lámpara de la mesita” una coma asesina entre sujeto y predicado como ejemplo más notorio y otros como donjuan o estravagantes.

Hay algunas construcciones extrañas que también comento para su corrección: “sus escotes continuaban ejerciendo sobre una especie de atracción morbosa” falta el “mí” pero además entiendo que el escote es uno y no varios, no conozco si es aceptado el plural, por eso he querido destacarlo. “Cada uno de ellos, los envolvieron en un paño de lino e lo introdujeron en un vaso distinto.”. En este otro caso el orden de los factores altera el sentido de la frase, pues provoca una imagen chistosa, pero de la momia “como una momia con papel higiénico.”

Hay un detalle que me temo que invalida la credibilidad por completo del relato. Una lesión en las vértebras cervicales como se anuncia al cuidador más adelante provocaría una tetraplejia, esto es, que el viejo no podría lanzar una lámpara porque no sería capaz de mover piernas ni brazos. Esto es muy subsanable, no obstante, pues simplemente podría detallarse que hay por ejemplo una única lesión a nivel lumbar que provoca una paraplejia (no puede mover las piernas, pero sí los brazos).

En cuanto a la trama y resultado del relato confieso que ando perdidísimo. Me parece un tutifruti en los que parecía querer tratar tragicómicamente la soledad de las personas mayores, pero termina todo desmadrado en un extraño final en el que creo entender lo que sucede, pero al que no le termino de encontrar sentido. No descarto no haber entendido el relato, que no sería el primero, y auguro que tampoco el último del certamen, con el que me quedo a cuadros por mi incapacidad lectora.

Me abstengo de otorgar una puntuación por lo comentado anteriormente.

Buenas tardes. Me gusta tu estilo, aunque como apuntan arriba, le hace falta un repasito a las erratas y a la ortografía. Malditos repasos. Son nuestra cruz.

La historia me parece muy original, y eso se agradece.

Hay un momento que me ha chirriado, por poco creible, es cuando el cuidador le llama puto viejo de pronto, con todo el respeto que le ha tenido a lo largo del relato, ese enfado se me antoja demasiado súbito.

El final me ha gustado, pero echo de menos más información del final del viejo.

En todo caso, me ha entretenido y es original, y te voy a dar 3,9 estrellas

Bueno, allá vamos. Empezaré diciendo que la primera frase tiene una rima evidente entre Residencia y paciencia que no sé si has visto.

No te voy a comentar errores ortográficos o descuidos en cuanto a letras o palabras faltantes porque todos los tenemos, pero haberlos, haylos.

He visto una frase mal redactada en mi opinión.

De lo único de lo que he estado interesado toda mi vida ha sido de la ciencia.

Yo creo que lo correcto sería:

En lo único que he estado interesado toda mi vida ha sido en la ciencia.

Una cuestión que me ha llamado la atención es lo del hierro al rojo vivo para extraer el cerebro. Yo estaba al tanto de que se empleaba un hierro, pero es la primera vez que oigo lo de que debía estar al rojo vivo.

En cuanto al relato en sí, la prosa está muy cuidada y la historia es ciertamente original y su final es potente.  Aunque a mí me ha sorprendido un detalle que me ha descolocado. Se nos presenta al anciano alemán como un personaje misterioso, de grandes conocimientos científicos, aunque de edad indefinida y movilidad inexplicable, y cuando espero que se nos revele el porqué de ese misterio me encuentro que de repente todo eso se queda en el aire y nos encontramos con que la protagonista es Marilyn.

Tengo la sensación de haberme me he perdido algo, en todo caso, he disfrutado con la historia y por eso le doy 3,5 estrellas.

¿Cómo al final? ¡Yo los quiero ahora!

Titular de la reseña: El relato me ha gustado y frustrado a partes iguales. Y me explico.

Como es costumbre en el autor, el relato está muy bien escrito, con un estilo que en este caso va directo al grano, muy adaptado al protagonista-narrador que solo aguanta al viejo y sus tonterías por los beneficios económicos que le reporta. Yo como lector, sin embargo, me siento muy complacido con las batallitas de este abuelo, extravagantes y en cierto modo simpáticas. Me encanta la idea de imaginar a Marilyn Monroe momificada junto a JFK en algún rascacielos de Nueva York, es una idea grandiosa, brutal. El proceso se describe de forma muy correcta, y no hablo de su exactitud documentada (que no soy experto), sino de la profundidad que se le da, el nivel de detalle. El justo, en mi opinión. El toque del Chanel es simplemente genial, al igual que la mención a Walt Disney.

Las fantasías sexuales con Marilyn están muy bien llevadas, desde ese primer acercamiento inocente hasta el horror final. Me recuerdan bastante a Clive Barker por su relativa crudeza, los pocos tapujos en las descripciones. Son un añadido interesante que dejan ver cierta obsesión del protagonista por la famosa diva.

La parte que me frustra es la cantidad de… pistas que se reciben y luego no acabo de encajar. Comenzando por el presunto lugar de nacimiento del anciano, que es la misma ciudad donde nace el monstruo de Frankestein, que junto a la también presunta edad (no la de su documento, sino la que él dice tener), coloca al viejo en un lugar y momento muy concretos que me hacen pensar en que igual se quiera meter en el relato otro tipo de no-muerto distinto a la momia, aunque no me encaja… Luego está la igualmente presunta movilidad del anciano, que asegura poder moverse si le apetece pese a los daños en su columna; según parece, puede ser cierto, ya que aparece “momificado” al estilo Scottex. Y, lo más desconcertante, la relación con la secretaria, quien para mí es el personaje más misterioso del relato, sobre todo al final, donde se parece dar cierta importancia al nombre de él, al de ella o al de ambos, aunque ninguno de los dos sea revelado.

Ah, y el título. También me desconcierta porque veo en él otra gran pista cuyo sentido se me escapa.

Disfruté esos detalles porque anticipaban una revelación final y, como no lograba intuirla, consideré que dicha revelación me sorprendería de forma fantástica. Sin embargo, sentí que me privaban de la recompensa. El final lo tuve que leer varias veces porque sentía que se me escapaba algo. Eso me llevo a leer de nuevo todo el relato y a darle buenas pensadas. He llegado incluso a ir anotando las supuestas pistas, pero siento que no me llevan a ningún sitio.

Soy algo obsesivo y no me gustan los cabos sueltos (y no hace mucho estuve durante varios días seguidos jugando con mi mujer al juego de mesa Sherlock Holmes: Detective asesor), por eso me desquicia el relato. A lo mejor simplemente se quiera dar cierta sensación de surrealismo y punto, quiera tender al género creepy, pero creo que esas pistas llevan a algo y no sé a qué. Quién es el anciano. Quién es el prota. Y la secretaria.

Ya te han comentado los fallos del relato. Solo añado que en el primer párrafo, riman residencia, paciencia y experiencia. Eso ya es tener mala suerte :D. Y, como siempre digo, desmoraliza bastante encontrar faltas (o, en este caso, cosas “feas”) ya al comienzo del todo, aunque esto igual ya es una manía de lectores de Polidori y un lector estándar no lo vería para tanto.

Y la puntuación, que para mí es lo difícil… Como digo, está muy bien escrito y tiene cosas que me han parecido memorables. Pero creo que, si hay un mensaje oculto, es demasiado profundo para mí; si no lo hay, el lector se puede sentir en cierto modo engañado o frustrado. Temo estar siendo demasiado duro cuando quizás el problema pueda ser mi falta de comprensión, pero mi puntuación queda en 3 estrellas.

Espero con ansia el prometido alegato.

Creo que la estructura del relato le juega en contra a la historia que cuenta. Esa mezcla de diálogo directo e indirecto, para mi gusto, ralentiza y quita fuerza. Quizás hubiera sido más interesante leer la historia directamente de boca del anciano. En general, creo que el autor peca de contar en vez de enseñar y eso no beneficia ni a nivel personajes ni a nivel narrativa.

En lo técnico hay más erratas de las debidas y el final abusa de las frases negativas.

A título personal, creo que la presencia del enfermero se come, sin necesidad, a la historia principal, que por otro lado es la que aporta originalidad al relato. Yo contaría a través del anciano la historia de los famosos amantes y que el enfermero fuese una mera excusa para que la cuente. La historia es suficientemente interesante como para darle otra oportunidad.

Mi voto es de 2´5 estrellas.

Divertido y desfachatado. Destaca más el trasfondo por donde se mueve, que el sentido de la historia en sí misma. El geriátrico, el trato a los mayores, lo pajeras que algunas personas pueden llegar a ser…, ehh, podemos llegar a ser… A riesgo de spoilearlo todo, el curso de los acontecimientos es el siguiente: El viejo (Al Pacino, jeje, que no ciego pero sí parapléjico) comparte sus delirios con el nuevo cuidador, al que por cierto le va la jodita. Dichos delirios se resumen en que la Monroe y Kenedy son momias (pero ojo, el viejo no participó con lo de Kenedy). Un día el viejo dice que se irá pronto, que “ya viene” (Marilyn quizás). El viejo desaparece. El cuidador, en su propia casa, es asaltado por la Monroe en un final muy efectista y muy feliz, jeje.

Es decir, a nivel trama, la principal función del viejo es contar lo de Marilyn. Sin razón alguna, tirando de puro efectismo, se da el asalto final. Y ojo que el trasfondo de todo esto también es: “cuidado con lo que deseas”, “eso te pasa por pajero” y “al final el viejo no estaba tan loco”, pero no está sustentado en una historia sólida, y tampoco parece haber una intención deliberada por construir un relato surrealista, por lo que el final del relato es como el propio profe, parece coherente pero no lo es.

“Cuánto más tiempo llevas desempeñándolo…”, el “cuanto” no lleva tilde en este caso. “… para que estuvieron juntos”, debería ser “estuvieran”. El viejo, el profe, está bien construido (en cuanto a su forma de ser), ya que hace comentarios que deslucen su supuesta sabiduría. Ejemplo: “Aunque siempre había tenido fama de rubia estúpida, Marilyn leía mucho”, el “aunque” no conecta los dos elementos del enunciado con la coherencia pretendida; que lea mucho no es argumento que contradiga que sea estúpida, puede ser estúpida o no, independientemente de que lea mucho, poco o nada. Así que en este sentido genial porque la idea es que se dude de los conocimiento del viejo. Cuando dice que en el corazón está la conciencia y la vida, etc, también esto refuerza la duda.

3

Hay relatos que hablan de un tema, visible en toda la trama. Hay relatos que exhiben un tema como mera excusa, y en realidad hablan de otro oculto, sumergido, que salta en un momento inesperado. La pulsión sexual constante del protagonista, el mito erótico/trágico más reconocible del siglo XX, y el final aterrador que culmina un oscuro deseo no en la forma que se deseaba. La aproximación más original al tema que he leído por el momento, y una forma de abordar la cosificación de la mujer, ese objeto de deseo, realmente buena desde el género fosco. No es casualidad que el protagonista me caiga antipático y que el final del relato me levante una sonrisa, aunque sea nerviosa.

Este es un relato de quilates. Enhorabuena.

Mi valoración es de 5 estrellas.

Lo has valorado dos veces. Tomo la última nota.

Como no sabía que había que puntuar, puntuo ahora:

4,5 puntos

Un relato muy disfrutable, con una ambientación muy lograda y unos personajes conseguidos. Creo que se ha hilado muy bien ambas subtramas, la del viejo y la historia de Marilyn. De hecho, creo que el final, teniendo sexo con ella, es un regalo del viejo (que sabe mucho más de lo que parece) por haberlo cuidado. 

Se quedan algundas preguntas en el aire, cómo quién demonios envuelve al viejo si él no puede. ¿Por qué tiene tanta edad? ¿Cómo desaparece? ¿Por qué ocurre lo que ocurre en el clímax? Pero creo que son preguntas que no desmerecen el conjunto, de esas que valen la pena dejar sin responder para dotar al relato de vida más allá de las páginas. 

4 estrellas.