EL ALBERGUE

Y van tres...

Quiero felicitarte por tu estilo al escribir, muy elegante y preciso (y envidiado :-) ). Tu capacidad descriptiva es especialmete notoria. Felicidades

Vamos al relato, otra momificación victimizante.

Me gusta juzgar los relatos por lo que son en si mismos, aunque provengan de un mismo autor, y evito leer que dije o deje de decir de los anteriores. Pero no he podido evitar echar un ojo a Los miserables. Por que me parecen dos caras de un misma moneda, dor relatos siameses que abordan el mismo tema desde de persepectiva.

En este es la víctima quien habla y desde el principio vemos que lo va a ser, reforzado por el menú del día. Probablemente lo sabías y haces que la inevitabilidad juegue a tu favor, como un elemento mas de la historia.  Pero me hace preguntarme ¿por qué inevitable? Es un buen hombre que pugna por paz interior, que lucha cuando está atrapado... no tiene ni siquiera una oportunidad.

Quizás esos dioses aludidos son la clave, pero nada sabemo de ellos, ni tampoco  de esos pecados que merecen castigo tan atroz. Eso crea en el lector desasosiego (buscado) pero también de frustración. 

Por ello mi nota es 3,75.

Mira que leerme el relato mientras como En fin, vamos al tajo antes de que me escape para el instituto.

Me ha gustado mucho la ambientación, muy conseguida. La idea de ese cochambroso albergue en el que sabemos que no debería meterse está muy bien plasmada. Me ha encantado el menú (narrativamente hablando), con esas pinceladas muy de la tierra y que me ha generado un extraño escalofrío porque ha sido justo el momento en que me he acordado que estaba leyendo un relato para el Polidori (tan absorto estaba en el texto) y de ahí no he podido evitar pensar en momificaciones, claro. Muy conseguido.

La parte onírico-espeluznante me ha parecido muy conseguida también, cómo transmites más que explicas lo que está contemplando. Los cantos gregorianos, las cabezas de chacal, el comportamiento de lobos... Magnífico. Francamente, me ha encantado cómo fluye.

¿Las pegas? Me hubiera gustado algo más sobre el protagonista que diera cuerpo al conjunto. Es cierto que la frase final lo hace hasta cierto punto innecesario, pero creo que siempre da más entidad a una historia cuando sus personajes la tienen también. Bueno, no todos los autores recurren a ello (es algo que se le critica a Lovecraft), pero me resisto a no compartir la reflexión.

Me ha quedado también la sensación de que podrías haber explotado aún más lo que se esconde en el albergue. Es cierto, no obstante, que así ya funciona y que la extensión marcada por el concurso tampoco deja mucho margen.

En cualquier caso, lo he disfrutado (bien mal) mucho.

Muy buenio. Sin duda, tu relato que más me ha gustado. Has recreado el ambiente a la perfección con esa descripción detallada del albergue del título y después al relatar ese inquietante y perturbador episodio cuasi onírico tras la comida.

Al respecto de la comida, creo haber encontrado un error justo antes de que pases a enumerar el menú (muy logrado), en la frase:
 

Leí la carta y observé que o me encontraba ante un menú muy habitual, pues no distinguía entre primeros ni segundos platos.

Parece evidente que le falta una continuidad con otra frase que siga con una "O" de por medio tras "muy habitual", ya que la frase anterior así lo hace pensar. Es decir, algo así:

Leí la carta y observé que o me encontraba ante un menú muy habitual o..., pues no distinguía entre primeros ni segundos platos.

Tambien en la siguiente frase veo que falta una coma tras "vino", pues estás definiendo una caraterística y yo entiendo que tal cosa debe ir entre comas, como parte de una explicación que se ofrece.

Saciado y con la mente ligeramente turbada a causa del vino malo en desmesura, decidí alquilar una cama para reposar un par de horas.

Y luego alguna preposición desaparecida, una "a", que no ubico ahora mismo. Pero son detalles que no alteran la impresión final del relato para nada.

Me han gustado especialmente esas figuras con cabeza de chacal que se disputaban la sangre y cuya naturaleza era una incógnita para el protagonista. Una imagen muy potente y cruda a la vez. Y el final también me ha gustado mucho, es intenso y dramático y creo que es un gran broche como remate.

En resumen, he disfrutado mucho con su lectura y con su trama y creo que se merece 4,5 estrellas.

El principal problema que le veo a este relato es el ritmo: la primera parte me ha parecido demasiado lenta y la segunda demasiado rápida. Creo que hay una descompensación en cuanto a qué detalles están descritos, para mi gusto, me hubieran interesado mucho más los de “la ceremonia” que los de la pensión en los que se ha explayado el autor.

En cuanto a la trama, creo que se me queda coja. Se sobreentiende la parte de la materia prima de ese menú, pero me falta la intrahistoria que explique el porqué. Una mezcla de momificaciones (aunque, ahora que lo pienso, más que momia aparece solo la evisceración) y el camino de Santiago exige una justificación porque no son cosas que a priori sean asociadas por el lector.

En lo técnico: esta frase me ha llamado la atención

“para poner los pensamientos de una vida demasiado apresurada en orden.” quedaría mejor cambiando “para poner en orden los pensamientos de una vida demasiado apresurada."

Hay un exceso de adverbios terminados en mente. Soy consciente de que son complicados de ver porque la mayoría de lo que leemos es traducido del inglés y el cerebro está muy acostumbrado a leerlos, pero de verdad que merece la pena estar alerta, hacen simplón el estilo y la mejora al cambiarlos es muy, muy visible.

Ej: “ ...pero finalmente conseguí engullirlos todos. Saciado y con la mente ligeramente...”

MI puntuación es de 2 estrellas.

Aire decimonónico de cuento oscuro muy conseguido y bien escrito. La atmósfera incial, con la iglesia/ermita chapuceramente reparada y el menú de casquería fina, pone muy bien en situación. Sin embargo, la coherencia entre el delirio onírico del protagonista y la realidad subsiguiente, con la oficiante sacrificial, genera muchos interrogantes que el texto no resuelve, de modo que todo se queda en las imágenes que el autor crea. No hay explicación ni de fines ni de motivos. Eso es, naturalmente, legítima elección del autor, pero a mí me genera un cierto distanciamiento con lo leído. Necesito entender.

En cualquier caso, es interesante de leer y creo que merece, al menos, una puntuación de 3,5 estrellas.

Nota.- He detectado ciertos dialectalismos muy interesantes (rosigar, liviano...). No sé si aragoneses, churros o, en sentido más amplio, murcianos. Ya me gustaría que el autor me lo aclarase...