El bello verano

Imagen de Patapalo

Reseña de la novela de Cesare Pavese “La bella estate”, cuyo título ha sido tan desafortunadamente traducido

 

 

Cuando estuve en Italia tomé la resolución de aprender su cultura también gracias a sus libros. Como turinés de adopción, no podía dejar pasar a Cesare Pavese. Como soy poco previsor, siempre compro más libros de la cuenta, y es por ello que “La bella estate” no lo leí hasta hace unos días, a pesar de haber disfrutado ya de su “El diablo en la colina”.

 

La traducción del título al castellano, así empezando por el principio, me parece bastante floja. Un español nunca diría hace un día bello, ni un verano bello, pero entiendo que es difícil transmitir esa energía estética que derrocha el italiano en su día a día. Lo comento porque esta novela es muy italiana, tanto por el escenario como por la propia narración, por lo que es importante encuadrarse.

 

Considerando el argumento, tendríamos la impresión de que es uno de estos libros que habla de nada: una joven a la que le gusta mantenerse ocupada haciendo cualquier cosa nos relata como vive un verano de su adolescencia y el posterior otoño. Es una historia en la que, aparentemente, no pasa gran cosa. Un pequeño drama cotidiano, podríamos decir, con los descubrimientos propios de la edad, aderezado con la inclusión de un peculiar grupo de gente en torno a la pintura.

 

¿Qué hace especial a este libro? Es una pregunta complicada, pues es algo poco tangible. La gracia que tiene Pavese escribiendo es innegable: las páginas de deshacen en los dedos como agua fresca. Sin embargo, no es lo único. Quizá sea la profundidad que adquieren los personajes la que hace que, aunque sus vidas no tengan nada de particular, nos atraigan y nos interesen. Quizá sea que, después de todo, los viajes iniciáticos, el conflicto de avanzar en la vida, es siempre el mismo, se plantee como gran epopeya o como trivial peripecia del vecino de al lado.

 

En mi caso particular, es innegable, el ver retratado el Turín del siglo pasado fue un aliciente más que suficiente para emprender su lectura. Y la verdad es que no me decepcionó.

 

Autor

 

Cesare Pavese (1908-1950), poeta y novelista italiano, estudió filología inglesa en la universidad de Turín y, tras su licenciatura, se dedicó por completo a traducir a numerosos escritores norteamericanos, así como a escribir crítica literaria. Fue uno de los fundadores de la editorial Einaudi, en la que permaneció como editor hasta su muerte. Se suicidó en una habitación de hotel después de haber recibido un premio literario por su libro “El bello verano”. Más tarde, en 1957, se creó un premio literario con su nombre para honrar su memoria.

 

Sus escritos antifascistas, publicados en la revista La Cultura, lo condujeron a la cárcel, donde escribió sus propias obras. Durante la II Guerra Mundial formó parte de la Resistencia.

 

Entre sus obras destacan “El bello verano” (1949), “La luna y las fogatas” (1950) y “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos” (1951).

 

Sinopsis

 

Una joven va descubriendo la vida a lo largo de un verano y su posterior otoño de la mano de una peculiar amiga y de un grupo de pintores afincados en Turín

 

Edición

 

La bella estate

Cesare Pavese

Einaudi, 1998

Bolsillo

 

Ediciones en castellano

 

Cátedra, rústica 1988

Destino, rústica 1969, 1985

Pre-Textos, rústica 2006

RBA, cartoné 1996

Salvat Editores, cartoné 1985

 

Conclusiones

 

“La bella estate” es una novela intimista. En ella no hay hechos grandilocuentes ni gestas estrafalarias, sino un realismo sencillo, lejano a ése tan propio del siglo XIX y tan repleto de grandes dramas lacrimógenos. Sus personajes resultan cercanos, asequibles, y tan vívidos que uno no puede dejar de interesarse por sus vivencias, por triviales que, en ocasiones, puedan resultar.

 

Mirándola con un poco de perspectiva, uno se da cuenta de que la novela no se diferencia tanto, en el argumento, a tantas otras obras sobre el cambio de la adolescencia a la madurez, aunque en este caso los escándalos y los conflictos no nos resultarán ni la mitad de exagerados que en otras ocasiones.

 

En definitiva, es un libro escrito con mucho arte, con una prosa elegante y sencilla puesta al servicio de una historia común. En cierto modo, se podría decir que es un libro que extrae literatura de una situación banal.

 

 

Nota: 68

 

Lo mejor: El modo en el que la prosa te transporta a lo largo de la narración

 

Lo peor: En ocasiones la historia resulta demasiado trivial

 

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