El alma del vampiro

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Comienza aquí un intenso, tenebroso y estremecedor viaje a la imaginación de la maestra del terror más oscuro, Poppy Z. Brite, que ha recibido la aclamación de la crítica internacional y los elogios de los más importantes escritores del género.

 

SINOPSIS

Tres bebedores de sangre llegan a un bar de Nueva Orleans para entregarse a una noche de desenfreno y lujuria. Cuando se marchan, su líder, Zillah, deja detrás a una joven adolescente, embarazada de un vástago cuyo nacimiento habrá inevitablemente de significar su muerte. Quince años después, su hijo vive con unos padres adoptivos en los suburbios de Maryland, preguntándose como cualquier otro adolescente por qué es tan diferente a los demás. Pronto descubrirá que, en su caso, la verdadera respuesta es terriblemente sobrenatural. Esta es la historia de un chico llamado Nada, que nació hijo de un vampiro y que abandonará su hogar para ir tras los pasos de su idolatrada banda de rock, los Lost Souls, buscando su identidad y su auténtica familia. Pero, poco a poco, Nada comprenderá que, para unirse a sus hermanos vampiros, tendrá que entregar más parte de su humanidad de la que está dispuesto a perder.

El alma del vampiro es un intenso, tenebroso y estremecedor viaje a la imaginación de la maestra del terror más oscuro, Poppy Z. Brite. Una iniciación en el inquietante mundo de la autora que ha recibido la aclamación de la crítica internacional y los elogios de los más importantes escritores del género.

 

LA AUTORA

Poppy Z. Brite es el nom de plume de la escritora estadounidense Melissa Ann Brite, nacida en 1967 en Nueva Orleáns, Luisiana. Comenzó a escribir muy joven y, desde su primera publicación, a los dieciocho años, ya se convirtió en una estrella del género de terror, siendo nominada varias veces a los prestigiosos Stoker y World Fantasy Award. Sus primeras obras, de terror gótico principalmente, muestran personajes masculinos homosexuales o de sexualidad ambigua, así como situaciones eróticas y macabras. Entre sus novelas más conocidas destacan la presente El Alma del Vampiro (Lost Souls, 1992), La Llamada de la Sangre (Drawing Blood, 1993) y El Arte Más Íntimo (Exquisite Corpse, 1996). Esta última novela fue la causante de una gran controversia por su contenido excesivamente extremo. Ni que decir tiene que encontró editoriales dispuestas a publicarla teniendo en cuenta sus éxitos precedentes.

Al igual que otros escritores, ha creado un universo propio donde los personajes de una de sus novelas pueden aparecer en otras sin por ello hablar de sagas. Sus novelas a partir de finales de los 90 han sido comedias oscuras ambientadas en restaurantes de su ciudad, Nueva Orleáns, tales como Liquor (2004), Prime (2005) y Soul Kitchen (2006). En 2007 publicó Antediluvian Tales, una colección de relatos breves. En aquel entonces dijo: si no es mi último libro, por lo menos será el último durante algún tiempo. Y, de hecho, si exceptuamos pequeñas colaboraciones editoriales para periódicos de Nueva Orleáns, por el momento ha cumplido su palabra para tragedia de sus lectores más acérrimos. Por el momento, sólo los derechos de El Arte Más Íntimo han sido adquiridos para adaptarlos a la gran pantalla. No obstante es algo que nunca ha preocupado a Brite, que no parece muy interesada en el cine.

Integrando la fabulosa antología Cthulhu 2000, número 8 de la colección Solaris Terror, figura el relato Su Boca Sabrá a Ajenjo (His Mouth Will Taste of Wormwood, 1990) donde aparecen buena parte de las filias y obsesiones de esta brillante escritora.

 

ANÁLISIS

El Alma del Vampiro es un intenso, tenebroso y estremecedor viaje a la imaginación de la maestra del terror más oscuro, la controvertida autora de El Arte Más Íntimo. Un final impredecible, alusiones a mitos vampíricos, una prosa sublime y seductora, un realismo aplastante, unas descripciones increíblemente reales, donde te morirías por conocer a cualquiera de estos personajes.

(Contraportada del libro)

 

A riesgo de crearme más enemigos nuevos, debo confesar que Poppy Z. Brite no es santo de mi devoción. De hecho, después del trabajo de Anne Rice en los tres primeros tomos de las Crónicas Vampíricas, el resto me parece reincidir una y otra vez sobre el mismo tema, machacándolo hasta la náusea. Incluso la propia Rice cayó en este mismo exceso cuando continuó sus relatos de vampiros más allá de La Reina de los Condenados (Queen of the Damned, 1988). Aun a pesar de disfrutar de El Ladrón de Cuerpos (The Tale of the Body Thief, 1992), la historia comenzó a retorcerse sobre sí misma continuando un relato que hubiera debido concluirse mucho antes. Naturalmente, esta es una mera opinión personal. Sencillamente creo que una historia, por buena que sea, no debe contarse una y otra vez.

Regresando a El Alma del Vampiro, nos encontramos con una moderna adaptación del mito vampírico. Pese a conservar parte del glamour y misterio que le confirieron autores como la mencionada Anne Rice y Whitley Strieber en la celebérrima El Ansia (The Hunger, 1981) que ha conocido dos continuaciones, The Last Vampire (2001) y Lilith’s Dream: A Tale of the Vampire Life (2003). El primer volumen de la trilogía corresponde al número 7 de la colección Solaris Terror que ya vimos hace algunas semanas. Naturalmente, tampoco puedo dejar de mencionar al primer vampiro romántico, Lord Ruthven, protagonista de El Vampiro (The Vampire, 1819) de John William Polidori. Brite incluye algunos de estos elementos, pero transforma otros para crear su propia versión del vampiro. Según Alex S. Johnson, de la revista Poetic Gore, la obra de Poppy Z. Brite es tan rica, sensualmente gratificante y perversa como un pastel de chocolate guarnecido con ácido. Es una forma de verlo como cualquier otra, desde luego.

Lejos de tratarse de seres humanos contagiados por algún tipo de enfermedad similar a la rabia o algún tipo de maldición de carácter sobrenatural, el vampiro es una raza aparte de la humana (Whitley Strieber lo estableció de tal forma en su trilogía) con la excepción de que no pueden propagar su vampirismo, aunque sí mezclarse con los seres humanos para tener descendencia vampírica. Cuanto mayor sea el mestizaje, menores son los poderes y las debilidades que tienen que incluyen: colmillos retráctiles, regeneración de las heridas sufridas y la falta de necesidad de comer o beber. De hecho, los más jóvenes pueden incluso caminar a la luz del día y alimentarse. Carecen de muchos de los poderes asociados a la leyenda del vampiro, aunque sus sentidos y su fuerza son muy superiores a los de un ser humano corriente. Pueden morir si su corazón o su cerebro son destruidos (como los seres humanos normales) y las madres embarazadas de un vampiro mueren brutalmente durante el parto. Estas novedades en los no muertos de toda la vida han sido objetos de alabanzas y críticas a partes iguales… como la misma obra de Brite en su conjunto.

Poppy Z. Brite escribió una serie de relatos con dos de los protagonistas de la novela, Steve Finn y Fantasma, siendo El Alma del Vampiro una versión más larga de su relato The Seed of Lost Souls. De hecho, algunos de los personajes del presente libro aparecen nuevamente en La Llamada de la Sangre, que veremos próximamente. Como detalle anecdótico, puede destacarse una frase de Zillah en el capítulo octavo: Escuchadles… los hijos de la noche. ¡Qué música crean! A pesar de estar referida a una canción que está sonando en ese momento, compuesta por el grupo británico Bauhaus, también es un guiño al capítulo segundo de la más famosa novela de Bram Stoker, Drácula, al parafrasear las palabras del Conde mientras escucha los aullidos de los lobos en el valle. Las relaciones entre los personajes, Nada, Zillah, Steve Finn, Fantasma, Twig, Molochai, Ann y Christian forman una tupida red de araña donde las interacciones son constantes a lo largo de la novela. Quizá sea destacable las emociones contrapuestas que manifiesta Zillah, el padre de Nada, capaz de los mayores actos de brutalidad y, al tiempo, mostrar un afecto hacia su hijo cuando descubre el parentesco. La situación entre los personajes se irá complicando a lo largo de la trama hasta un final realmente inesperado.

De hecho, algunas de las reacciones de los personajes, y aquellos que ya han leído la novela tendrán en mente algunas escenas, atentan contra la suspensión de la incredulidad por mucha buena voluntad que uno quiera ponerle. Cuando menos, resulta complicado empatizar con esos fans (y lo peor es que existen) que dejan todo para seguir a su grupo de música favorito allá donde van con la tonta creencia de que ellos sí saben por lo que él/ella está pasando. Quizá con quince años uno puede aceptar parte de esa sensación, pero después… Por otro lado se encuentra el asunto de las relaciones sexuales entre los personajes. Ya bien entraditos en el siglo XXI nadie va a asustarse por una escena de sexo homosexual o una violación casi consentida (que también la hay) pero quizá el grafismo del que hace gala Brite sea demasiado explícito no resulta del agrado de todo el mundo. Personalmente debo admitir que me es indiferente, pero tengo algunos conocidos que abandonaron la lectura del libro al llegar a ciertos párrafos. También es cierto que esas mismas personas interrumpieron la lectura de los Libros de Sangre al llegar al relato En las Colinas, las Ciudades (In the Hills, the Cities) de Clive Barker, pero eso es otra historia…

Resumiendo; aunque existen algunos lectores que consideran a Poppy Z. Brite una mera imitadora de la creadora de las Crónicas Vampíricas, no puedo estar de acuerdo con ellos pese a que no me agrade su obra. Brite ha dado un paso más en el camino del escándalo y la brutalidad, lo que en realidad supone un acercamiento al realismo sucio. Obviamente, hay una relación entre las obras de ambas autoras y sería absurdo afirmar que Rice no ha sido una influencia, pero la obra de Brite en el terreno vampírico es lo suficientemente original y sólida como para no considerarla situada a la sombra de nadie. Más aún, de haber seguido publicando novelas con sus personajes habituales, es casi seguro que hubiera desbancado a Anne Rice como biógrafa de los hijos de la noche (aunque, por supuesto, caería en el defecto ya mencionado de contar la misma historia una y otra vez). De lo que tampoco cabe duda es que, actualmente, hay una sobresaturación en el mercado editorial y cinematográfico de vampiros y zombis, por lo que un pequeño alto en el camino sería de agradecer. ¿Es que no hay más monstruos, por favor?

 

Calificación: 75

Título: El Alma del Vampiro

Autor: Poppy Z. Brite

Editorial: La Factoría de Ideas

Edición: Rústica, 352 páginas

Lo mejor: Ideal para los lectores góticos o amantes de la figura del vampiro.

Lo peor: Provocativo hasta la extralimitación… aunque esto puede ser otra virtud.

Resumen: Esta es la historia de un chico llamado Nada, hijo de un vampiro y que abandona su hogar para ir tras los pasos de su idolatrada banda de rock, los Lost Souls, buscando su identidad y su auténtica familia… lo que puede costarle muy caro.

 

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Patapalo
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Pobre Poppy, no le han dejado ni un título sano con las traducciones... Muy interesante el artículo, compañero, y las reflexiones que acompañan la reseña.

El caso es que creo que leí el relato germen de la novela en una antología de relatos sobre vampiros en homenaje a Drácula. Al menos, el planteamiento me suena, lo de la estrella del rock vampiro con sus fans. Me pareció curiosa la ambientación, pero tampoco me sedujo demasiado.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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