Conan el bárbaro 1

Imagen de Anne Bonny

Reseña del cómic de Wood, Cloonan y Stewart publicado por Planeta DeAgostini

 

Dentro de la línea de revisitaciones del personaje creado por Robert E. Howard en el mundo del cómic nos llega la propuesta de Brian Wood que publicó originalmente Dark Horse y que ahora nos trae Planeta DeAgostini a España. Se trata de un trabajo fresco, dinámico y más agresivo que poco tiene que ver con la colección de Conan el bárbaro de hace unos años (reeditada como Las crónicas de Conan por la misma editorial) más allá del título y de las fuentes de inspiración original. Bueno, eso, y que estamos hablando de espada y brujería.

El enfoque de Brian Wood va más a degüello. En él priman el ritmo y los golpes de efecto sobre el desarrollo. Si en su día Roy Thomas se dedicó a cimentar una epopeya engarzando entregas mensuales, hoy Wood parece considerar que ese no es el camino adecuado y adopta un estilo más fragmentario, quizás más propio del Howard primigenio y su concepción del personaje, en el que lo que brilla, lo que capta la atención, es una sucesión de momentos clave.

Los combates, los encuentros, los descubrimientos, las pasiones, las persecuciones, los abordajes... Este nuevo Conan el bárbaro es un cómic casi sensual. Busca despertar un escalofrío cuando el joven Conan se ve enfrentado a un hecho que apela a su acervo supersticioso y pura fascinación cuando Bêlit danza para su amado. No es expositivo, sino sensorial. Si bien es cierto que esto puede pesar algo en los desarrollos —algunos son tan excesivos que atentan contra cualquier credibilidad, lo que contrasta con algunas revisitaciones que han dado mucha cancha al elemento realista—, realza sin duda esa sensación de compartir las mejores anécdotas del personaje, su sabor salvaje e indómito, con una jarra de cerveza de por medio y ganas de oír epopeyas inconcebibles.

El trabajo realizado por Becky Cloonan y Dave Stewart se encarga de dar cuerpo a este planteamiento con gran acierto. Las composiciones son vivas y dinámicas, podemos ver a los personajes metidos hasta el cuello en el lado más épico de la Era Hiboria. Los primeros planos abundan, lo que da cierta sensación de intimidad y de ir a pecho descubierto, y el diseño de los personajes, además de resultar muy original, tiene mucho gancho. En este cómic sí se ve a un Conan joven, pero, sobre todo, el aspecto de diablesa de Bêlit, cuya fama va de un extremo a otro de la Costa Negra: pálida, sanguinaria, todavía una niña algo caprichosa, pasional... el personaje se sale de las páginas y entendemos la fascinación —y la confusión— del joven cimerio. La corte de guerreros de ébano que la rodea, además, transmite todo el exotismo que en día tuvieron que traer las historias de Howard.

Esta nueva colección de Conan el bárbaro no es, por lo tanto, más de lo mismo, sino una adaptación que viene con un estilo propio y unos cuantos buenos ases en la manga. En conjunto, un soplo de aire fresco en el que prima la acción y el impacto visual y que, por el momento, se está manejando a la perfección con algunos de los elementos más icónicos de este tan transitado mundo. Merece la pena seguirle la pista.

La edición de Planeta DeAgostini, cabe mencionarlo, resulta muy agradable de formato e incluye una buena galería de portadas adicionales.

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