El ojo en la cerradura

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Reseña de la antología de José Luis Cantos publicada por Ediciones el Cruciforme

El ojo en la cerradura es una antología compuesta principalmente por microrrelatos de algunas líneas, aunque viene trufada de textos más extensos, media docena de relatos, breves, en cualquier caso, que no deben de superar las dos mil palabras cada uno. Y es precisamente en las primeras, en esas distancias ultracortas, en las que José Luis Cantos se revela como todo un maestro del lenguaje.

Como ya se adivina en el propio título, es un escritor al que le gusta jugar con las palabras. Tras leer la antología se constata que sabe cómo hacerlo: su estilo es preciso, afilado, lleno de matices y reflejos que hacen que un par de líneas construyan un mundo. Es quizás por ello que se le dan particularmente bien los juegos de espejos, los laberintos de significados, las identidades proteicas, las máscaras, los rincones oscuros en los que el lector se pierde junto a los personajes.

El ojo en la cerradura no es una antología exclusivamente de terror. Junto a este encontramos la maravilla del género fantástico, las emociones del retrato humano y las inquietudes del retrato social. Pero, sin duda, este es uno de sus ingredientes principales y en el que más destaca el autor. Cuando aborda la fantasía oscura, José Luis Cantos parece trabajar con un material nuevo. Sus micros son enigmáticos, sugerentes e implacables.

Denotan también un gran interés por el género humano. A pesar de las pocas palabras con las que se vale para perfilarlos, sus personajes son palpables, tienen aristas, profundidad, sombras que los realzan. A veces parecen inquietantes ecos de nuestra propia alma; otras, esos extraños que inevitablemente vamos a cruzarnos por la calle.

Curiosamente, los textos más largos son los que menos me han llenado del libro. Son correctos, sí, pero a excepción de El parque, no tienen esos destellos de genialidad que imbuyen el resto de la obra. No desmerecen, en cualquier caso, el conjunto y sirven, en cierto modo, de catalizador para no devorar la antología demasiado rápido.

En definitiva, El ojo en la cerradura es una magnífica puesta de largo para la primera obra en solitario de José Luis Cantos. Una obra que muestra los matices que se les pueden sacar a las palabras cuando se las trabaja con mimo. Muy recomendable para los amantes de la microliteratura.

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Mediterráneo
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Este principiante se ruboriza, capi. Me alegra mucho, muchísimo que disfrutases con la antología; si ha conseguido entretener, ha cumplido su encomienda. Todo lo que queda es satisfacción.

Muchas gracias por la reseña.

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Relator
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Ciertamente una gran antología, como se lo he dicho personalmente. Debo informar que aquí en Perú ya ha sido adquirido por algunos microescritores que están siendo reconocidos en Latinoamérica, y que al igual que yo, lo han disfrutado inmensamente.

Oh Esperanza, cuando crezca realizaremos grandes viajes...

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