The Quiet Ones: cualquier parecido con la realidad…

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Lo nuevo de la Hammer se basa en el “experimento Philip”

 

Este mes llega a los cines la nueva película del mítico estudio de cine Hammer y se anuncia con la típica frase de “inspired by actual events”.

Por el momento no podemos opinar sobre este esperado nuevo ejercicio de terror psicológico porque sólo hemos visto pequeños avances, pero lo que sí podemos hacer –y ya lo hemos hecho- es dejarnos atrapar por esos “actual events” o lo que se bautizó en Canadá a principios de los años 70 como “The Philip Experiment”.

Este experimento mezcla lo paranormal y lo científico para tratar de demostrar hasta qué punto los fenómenos paranormales son reales o son un producto de la imaginación humana. En determinadas condiciones, una reunión de cerebros alrededor de una mesa puede producir unos resultados impresionantes.

Hoy en día, cuando vemos a un grupo de personas sentadas a la mesa mirándose fijamente, mordiéndose las uñas y poniendo cara de circunstancia, lo más probable es que se trate de la mesa final de un gran torneo de poker donde a uno le entra la risa nerviosa, otro pone cara de pocos amigos y otro está encantado de la vida porque por fin tantas horas de práctica por internet han servido para algo. De hecho, sólo hay que pasarse estos días por Valencia para ver a un montón de genios sentados alrededor de mesas de tapete verde (se celebra el torneo más importante de poker en vivo de España).

Sin embargo, hubo un tiempo –y no digas que no- en el que si te sentabas en grupo alrededor de una mesa era para invocar al más allá… y eso es lo que hicieron en el “Philip Experiment”: un grupo de personas ponen sus habilidades mentales al servicio de la investigación de lo paranormal.

Si quieres saber más, sigue leyendo. No hay peligro de ‘spoilers’ porque, como bien se anuncia, la película se “inspira” en esta historia, es decir, que no tiene mucho que ver que digamos.

 


Philip Aylesford

El Dr. Alan Robert George Owen era un matemático y experto en fenómenos paranormales que decidió crear un grupo para investigar hasta qué punto la mente humana era capaz, a través de la imaginación, la anticipación y la visualización, de crear un fantasma.

Montó la Toronto Society for Psychical Research (TSPR, Sociedad para la Investigación Psíquica de Toronto), formada por personas sin ningún poder parapsicológico y compuesta por él mismo, su mujer Iris Owen (antigua enfermera), Margaret Sparrows (ex presidenta de una asociación de Canadá para personas superdotadas), un ingeniero industrial y su mujer, que era ama de casa, una contable, un estudiante de sociología, una bibliotecaria y un psicólogo, Joel Whitton, que ejercía principalmente como observador.

La idea última era llegar a ver ese espíritu para el que crearon una biografía completa. Se inventaron la historia de Philip Aylesford, un noble inglés del siglo XVII que estaba casado con una dama bella pero fría como el hielo. Así que un día se encontró con una gitana muy guapa, llamada Margo, y sorpresa: se enamoraron. La esposa, Dorothea, se enteró y acusó a Margo de bruja. Philip, por no enfrentarse a los convencionalismos de la época, no defendió a su amante y ésta fue quemada en la hoguera. Sin embargo, luego le invadió el remordimiento y acabó suicidándose en 1654 a los 30 años de edad. Mezclaron hechos históricos, batallas reales en las que se supone que participó Philip e incluso lo dibujaron para poder visualizarlo mejor.

 


TSPR

Una vez que la TSPR tuvo al personaje “histórico” formado, en septiembre de 1972 iniciaron la fase de intentar contactar con él. Al principio parece que no hubo mucho éxito, así que decidieron jugar con la autosugestión. Para ello crearon una réplica de la idea que todos tenemos de una sesión de ouija.

El escenario era una casa con muebles y cuadros de la época de Philip y el grupo sentado alrededor de una mesa con las manos sobre ella. Típico. Y funcionó. “Philip” se manifestó moviendo cosas y apagando luces e incluso contestó a preguntas sobre su vida. Al parecer no dio más información de su biografía que aquella que los miembros del grupo habían inventado pero sí aportó cosas nuevas sobre hechos históricos que ocurrieron en el tiempo en que se supone que vivió.

Muchas de estas sesiones se grabaron e incluso se retransmitieron por televisión, aunque a veces la luz se apagaba justamente cuando pasaba algo grande (la mesa incluso llegó a “perseguir” a alguien por la habitación). Iris Owen y Margaret Sparrows escribieron un libro titulado Conjuring up Philip (Harper & Row, 1976) y hay todavía hay imágenes disponibles sobre este experimento.

La lectura de la conclusión es variada: pese a que no lograron su objetivo, que era llegar a ver el espíritu de Philip, quedó demostrado hasta qué punto el cerebro es capaz de crear ficciones que parecen reales; sin embargo, aquellos que quieran creer en fantasmas también pueden pensar que sí se llegó a contactar con un espíritu y que éste pudo hacerse pasar por Philip.

La Hammer estrena The Quiet Ones, dirigida por John Pogue (Cuarentena terminal), el próximo 25 de abril. La película, cuyos adelantos pueden verse en su página oficial, sitúa la acción en la Universidad de Oxford y su protagonista es la joven Jane Harper, acusada de un mal inexplicable. Tampoco queremos saber mucho más.

La fórmula de The Quiet Ones nos recuerda bastante a la que utilizó James Wan para Expediente Warren que estaba “inspirada” en una historia real y también era un caso en el que casi que cualquier parecido con la realidad es... lo de menos.

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Patapalo
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Me encantan este tipo de películas y parece que la Hammer está teniendo una vuelta al ruedo impresionante. Bravo por ellos.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Daniel Leuzzi
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Buena informacion, muy util, ya que ultimamente ando alejado de todo...

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