OZ entrevista a Claudio Cerdán

Imagen de Patapalo

Hoy tenemos con nosotros a un joven escritor que, tras varios triunfos en concursos y antologías, ha visto publicada su primera novela: El Dios de los Mutilados.

Claudio Cerdán, nacido en Yecla en 1981, es licenciado en Sociología gracias a, como dice él, otro error del sistema educativo, lo que hizo que pronto se tirara a la escritura (en todos sus sentidos). Ha publicado en más de media docena de antologías, gustándole eso de vivir del cuento. Haciendo caso omiso a las voces que sonaban en su cabeza incitándole a ganar dinero, se preocupo por ser el eterno finalista de cada concurso al que se presentaba (Tétrada literaria, Semana Negra, Lengua de Trapo…). También ha colaborado con diferentes revistas (Tierras de Acero MGZN, Historias Asombrosas, La Gangsterera…) y portales de Internet. Guionista de cómics y cortometrajes, en la actualidad trabaja como sheriff corrupto en la ciudad de Poisonville mientras ultima sus planes para conquistar el mundo.

 

Veamos qué más nos cuenta...

 

El Dios de los Mutilados es una obra que llama la atención, nada más verla, por su título. ¿Homenaje a Michael Moorcock? ¿Parodia del género? ¿Gamberrada épica? ¿Qué nos depara la novela?

 

Siempre me ha gustado mucho Moorcock, más por sus historias que por la forma de escribirlas, pero no me había planteado conscientemente que fuera un homenaje. El Dios de los Mutilados es una novela épica que transcurre en un mundo de fantasía con tintes clásicos. Más que parodia o gamberrada, yo creo que tiene elementos críticos con el propio género. Por ejemplo, los reyes más comunes en la fantasía heróica son de la tradición artúrica, esto es, grandes sabios, generosos gobernantes y diestros con la espada. Karm-On, el monarca de mi novela, es de la tradición europea, es decir, un tirano pervertido que además padece cierto retraso mental. La fantasía se caracteriza por una idealización de la Edad Media, y el personaje más idealizado siempre es el rey. A lo largo de las páginas aparecen más personajes pintorescos y otros muy clásicos, desde un arquero ciego hasta un dios, pero siempre tenía muy en cuenta que se trataba de una historia épica. Tiene toques de humor negro, de suspense, de terror e incluso del género épico por excelencia: el western.

 

Un poco en la línea de la anterior surge una pregunta: el género de fantasía heroica, que en ocasiones, por motivos obvios, se denomina también dragonadas, ¿está anquilosado y hay que buscar alternativas llamativas?

 

Hay que contar historias interesantes, ni más ni menos. La fantasía parte desde una base inmejorable, y es que todo puede suceder entre sus páginas. Sí es cierto que se repiten ciertos patrones, como la aparición de dragones o seres mitológicos, pero no hay nada fijo. Moorcock es un ejemplo de cómo crear algo novedoso sin romper del todo. Si le ofrecemos al lector más de lo mismo, acabará cansándose. Hay que avanzar, pero siempre sin perder de vista de dónde venimos.

 

Dicen que hay dos formas de crear cosas nuevas. La primera es creándola desde cero, y la segunda sería modificar algo que ya existe. Ponerle un palo a un caramelo es creatividad. En el caso de El Dios de los Mutilados, mi idea era partir de la fantasía más clásica y desde ahí crear algo propio.

 

Con una novela atípica y de género, y siendo un autor novel, imagino que el camino a la publicación no habrá sido un camino de rosas. ¿Cómo fue la experiencia? ¿Por qué apostar por Equipo Sirius? ¿Alguna anécdota del proceso?

 

Ha sido toda una suerte publicar con Equipo Sirius. Sus libros tienen una calidad de impresión excelente y una distribución impecable. Sólo puedo estar agradecido a Jorge, porque, como bien indicas, cuando se es un autor novel las puertas suelen estar cerradas. Hay muy pocos editores que se arriesguen con gente desconocida. También jugó un papel importante Tobias Grumm, que me animó a lanzarme al ruedo, tanto a la hora de escribir como para pasearla por las diferentes editoriales. Al final, si tienes fe en tu obra y trabajas duro, llegas a publicar. No hay más secretos. Yo empecé como todos, escribiendo relatos, mandándolos a concursos y viendo con envidia nada sana cómo otros los ganaban, hasta que di el salto a la novela y aquí me tienes.

 

Por la página rondamos muchos aficionados a la escritura. ¿Qué consejo les darías si un día se lanzan a la aventura de publicar? ¿Merece la pena la experiencia?

 

Lo primero que les diría es que se tomaran varias tilas. Publicar un libro es un proceso muy lento. En mi caso, desde que terminé la novela hasta que la vi publicada, pasó un año, lo cual es incluso poco tiempo. Un amigo escritor tiene firmado un contrato para un libro que saldrá en 2010. Yo, por ejemplo, ya tengo la segunda parte de El Dios de los Mutilados escrita, y toca esperar de nuevo hasta que la vea sobre papel. Después, que se informen sobre qué editorial es la más apropiada para su obra. Y probar suerte con los concursos. Aunque siempre gane otro, los finalistas suelen tener premio a medio plazo. Por regla general, la gente que gana esos concursos luego no da el salto a la novela, así que no desesperar. La experiencia de ver tus palabras sobre papel lo merece, de verdad.

 

Novelas atípicas o no, todo escritor se forma en buena parte con sus lecturas. ¿Cuáles son tus autores preferidos? ¿Encontraremos alguna influencia clara en El Dios de los Mutilados?

 

Como he hablado antes, tal vez la influencia más clara sea la del western. Es un género que siempre me ha fascinado, principalmente los europeos de Leone o Castellari. En la novela mis personajes van a caballo, pero en vez de liarse a tiros se dan con la espada, que no sé yo si será más civilizado. Ambos géneros, tanto la fantasía como el western, comparten un elemento que los distingue del resto: la épica. Regresando un poco a tu pregunta, mis autores preferidos son casi todos de novela negra: Jim Thompson, Ellroy, Andreu Martín o el maestro González Ledesma. Este último es de los que mejor conjugan la intriga con el humor, además de haber escrito westerns durante años con el seudónimo de Silver Kane. Es un narrador de los que ya no quedan.

 

El grupo de aventureros que protagoniza tu historia me suscita una pregunta que con Tobias Grumm nos dió una respuesta bien inesperada: ¿hay alguna relación entre escritores de fantasía heroica y jugadores de rol?

 

El bueno de Tobias no ha jugado al rol nunca, me parece. Yo sí, antes más que ahora, la verdad, y varias de la situaciones y algún nombre están cogidos de aquellas épicas aventuras. El resto, casi el 99% del libro, nace de la imaginación. Lo de partir con un grupo muy clásico es por lo que hemos hablado antes, para crear algo nuevo de lo ya existente. Me planteé inventar un mundo propio, sin luna o con varios soles, algo así, pero habría sido complicar una historia que me apetecía hacer accesible. De ahí el grupo clásico, aunque luego las tornas cambian.

 

No creo que sea indispensable para un narrador de fantasía haber jugado al rol antes, pero sí que ayuda. Por ejemplo, cuando un personaje mata a otro, si se ha jugado al rol lo primero que se hará es registrarle en los bolsillos. Es una forma de afrontar diferentes situaciones y está comprobado que ayuda a la creatividad.

 

Como hemos comentado antes, la fantasía es un género en el que todo puede suceder, pero también tiene una desventaja bastante grande, y es que no te puedes documentar como te gustaría, más que nada porque el mundo donde se mueven tus personajes no existe. Si yo tengo que escribir una historia que transcurre en Nueva York, me imprimo un mapa, busco los nombres de las calles, estudio fotos, me informo sobre horas de sol, si conducen por la derecha o cuánto cuesta una entrada para ver el beisbol. En la fantasía lo debes tener todo claro en tu mente antes de comenzar sin ayuda de ningún tipo, salvo los juegos de rol capaces de recrear mundos similares.

 

Otra posible escuela que se me ocurre, por los tiempos que vivimos, es Internet. ¿Qué influencia dirías que ha tenido este medio en los nuevos autores y en la literatura en general?

 

Y los videojuegos, no nos olvidemos de ellos. Son el cine del siglo XXI. Incluso se empiezan a ver libros y películas que nacen de los videojuegos. Respecto a Internet, me parece una excelente herramienta de comunicación. Ahora podemos hablar con gente de gustos afines aunque vivan en la otra punta del planeta, enviar documentos, contactar con editoriales o comprar libros. Y por supuesto, informarse sobre novelas de fantasía.

 

Otro buen punto de encuentro, ideal para adquirir experiencia los nuevos autores, son las revistas, que aunque proliferan en el medio virtual, cada vez escasean más en formato físico. ¿Eres aficionado a este tipo de publicaciones?

 

Una revista con sus páginas aún tiene su encanto. Los que somos amantes de los libros solemos decantarnos por este tipo de productos, lo siento por el Amazonas. Lo que es indiscutible es el poder que tienen las publicaciones virtuales para informar al minuto. Un periódico sale cada día y la mayoría de las revistas son mensuales, mientras que los portales de Internet están siempre presentes. Cuando una noticia sale en una revista, ya está caduca, mientras que la red está llena de novedades. Yo soy de los que para informarme miro antes por la web, y tengo varios portales favoritos que repaso a diario.

 

Una pregunta más personal: ¿qué te motivó a escribir El Dios de los Mutilados? ¿Y a escribir en general?

 

Escribir es contar historias, ni más ni menos. En eso se resume todo. Yo antes dibujaba, pero por circunstancias tuve que hacerme mis propios guiones, hasta que tocó dejar los lápices y golpear el teclado a tiempo completo. Al principio escribía cuentos, y ahora hago cortometrajes, que no es más que otra forma de contar historias.

 

El Dios de los Mutilados empezó como un guión de cómic de unas 64 páginas, pero ante la imposibilidad de publicarse ni de encontrar dibujante, lo reformulé por completo, modificando personajes y tramas, hasta convertirse en una novela mucho más ambiciosa, que es la que finalmente escribí. Creo que ha ganado mucho con el cambio.

 

Durante el proceso creativo, ¿cuáles son los mayores retos o dificultades que se te plantean?

 

De nuevo, mi falta de paciencia. Dicen que hay autores que escriben con un mapa y saben exactamente por dónde van a pasar, mientras que otros usan una brújula y saben el principio, el final, y más o menos por donde irá el viaje. Yo soy de estos últimos y siempre estoy ansioso por llegar a la siguiente parada del camino. Suelen ser escenas que te apetece escribir más que otras, y tienes que estar atento para que el resto de la novela no se resienta. Por eso pongo mucho empeño en los diálogos. Si consigo que una conversación de cantina sea tan o más interesante que una batalla apocalíptica, creo que habré conseguido mi objetivo. Ser escritor es ser un montón de dudas, pero como buen director de orquesta tienes que saber qué quitar y qué poner en cada momento. Al final, la historia surge sola y los personajes cobran vida, y ese momento es increíble.

 

Sólo por romper el ritmo de la entrevista... ¿Por qué se suele meter en el mismo saco fantasía, ciencia ficción y terror?

 

Es una forma burda para distinguir entre realismo y fantasía. En el primero tienen cabida aquellas obras que transcurran en nuestro mundo y a ser posible en el presente. El resto, en cuanto aparece un fantasma, un robot o un gnomo, ya lo tachan de fantasía. Y no los culpo, la verdad. Si en una novela policiaca resulta que el malo es un fantasma que asesina desde la tumba, ya pasa de ser de realista a fantástica. Deberíamos meter en el mismo saco a la novela histórica, romántica y costumbrista, a ver qué ocurre.

 

Y ya para cerrar, ¿qué proyectos tienes en marcha actualmente?

 

Estoy a la espera de ver montado mi último cortometraje con el que hemos tirado la casa por la ventana y del que espero grandes cosas. Respecto a la literatura, ya tengo terminada la segunda parte de El Dios de los Mutilados, pero aún no sé cuándo se publicará. Lo mismo ocurre con otra novela, en este caso policiaca, que se quedó finalista del Premio Lengua de Trapo en 2007. Mientras tanto, me entretengo escribiendo una segunda novela negra. Queda Claudio Cerdán para rato.

 

 

Pues muchas gracias por todo, Claudio, y muy buena suerte con esos proyectos. Para los que queráis saber más sobre la novela, cuya reseña tendréis en breves en la página, os dejamos aquí un enlace a su ficha: www.equiposirius.com

 OcioZero · Condiciones de uso