Hell Dorado

Imagen de Destripacuentos

Panorámica de este juego de miniaturas francés ambientado en una infernal Baja Edad Media.

 

 

Hell Dorado es un juego de batallas estratégico (un wargame, vaya) que se desarrolla con las miniaturas propias de su ambientación. Tiene un sistema bastante clásico de juego con algunas particularidades propias, y una estética muy definida que se va complementando con trasfondos publicados en su propia web: http://helldorado.fr/.

 

En España ya se han comercializado sus miniaturas (en la propia tienda Ociojoven podéis encontrar los packs básicos de las distintas facciones más algunos refuerzos), y aunque el manual está por el momento en francés, ya circulan algunas traducciones.

 

Trasfondo

 

A caballo entre la Baja Edad Media y comienzos del Renacimiento, el mundo de Hell Dorado se caracteriza por la presencia de terribles demonios en la tierra. La magia existe, tanto a través de ellos, sobre todo usando los lémures, una suerte de demonios familiares, como gracias al uso de Auras. Tecnológicamente, en el mundo de Hell Dorado existe la pólvora, pero las armas de cuerpo a cuerpo siguen teniendo una gran importancia a la hora de imponerse sobre el enemigo.

 

Las facciones en lucha dentro de este particular universo recuerdan a las de la propia Edad Media justo en su ocaso, cuando se aproximaba la caída de Constantinopla. Así, tenemos a los Occidentales, que encajaría con los países europeos del Oeste (y que cuentan con guiños como la presencia del Quijote como mercenario) y, frente a ellos, a los Sarracenos, que serían las fuerzas del Islam y, muy particularmente, de los turcos que, históricamente, comenzaron la invasión de Europa por Oriente (momento de gloria de un tal Vlad Tepes, que, quién sabe, quizás aparecerá en la saga).

 

A éstas se unen los Olvidados, una suerte de terribles vagabundos corrompidos por las fuerzas demoníacas, y los Demonios en sí, criaturas del inframundo de lo más originales e impresionantes. Una facción de Mercenarios completa el reparto dando más flexibilidad al conjunto.

 

Sistema de juego

 

Hell Dorado tiene un sistema de juego bastante clásico dentro del mundo de los wargames. Una de las primeras cosas que llama la atención del mismo es que el movimiento de las miniaturas es individual, no por unidades, lo que da mayor flexibilidad durante las partidas. La resolución de estos movimientos, por otro lado, se adhiere a los cánones clásicos, con movimientos de carga, marcha, huida, etc. delimitados por unas áreas de influencia alrededor de las peanas y sus modificadores por terreno.

 

El combate y el disparo se resuelven por simple comparación (no hay ni que sumar) en función de las características de los personajes con una particularidad: nunca se lanzan más de cinco dados a un tiempo (y éstos son siempre de seis caras). Existe la posibilidad de relanzar hasta cinco dados más si los primeros fallasen, y, a partir de diez dados, los siguientes se consideran éxitos automáticos, lo que evita las carretadas de dados con las que nos encontramos en ocasiones.

 

En el tema de los disparos nos encontramos con otra peculiaridad: al contrario que en otros juegos de guerra, aquí sí que puedes disparar contra unidades trabadas en combate, y existe un sistema bastante ingenioso que contempla la posibilidad de impactar a amigos (el mundo de Hell Dorado es cruel). El modo en el que se determinan los objetivos primarios también reviste su ingenio, y evita trucos sucios de hacer pantalla fácilmente con unidades sacrificables -aunque sigue siendo posible-. Por supuesto, se cuentan con armas de área, explosivas y tipo “lanzallamas”, con plantilla cónica.

 

Sobre los turnos, cabe comentar que se dividen en una Fase de Mantenimiento y una Fase de Activaciones. En la primera se decide, además de las acciones típicas preparatorias, quién tiene la Dominación, que es, grosso modo, quién es el jugador que lleva la batuta durante el turno, eligiendo quién empieza a mover. En la Fase de Activaciones se van utilizando las miniaturas en turnos alternados, que se pueden modificar con acciones sobre la marcha.

 

Interesante resulta también la posibilidad de utilizar órdenes, lo que da a los “oficiales” un valor real durante las batallas y permite realizar estrategias más complejas dentro de la simplicidad general del sistema de juego, lo que enriquece el conjunto sin complicar la vida a los jugadores.

 

El sistema de magia también resulta muy original y propio del mundo, y muy bien acoplado con la ambientación, lo que da solidez a Hell Dorado como juego propio, y no como simple conjunto de miniaturas que reutilizar en otras lides (que es, mayoritariamente, el motivo por el que se han introducido en nuestro país, supongo).

 

Este carácter propio termina de definirse con el sistema de Estados Alterados, un modo peculiar de unificar las situaciones especiales en las que se puede encontrar un personaje, desde heridas a alteraciones mágicas.

 

Conclusiones

 

Hell Dorado despunta como un juego de miniaturas alternativo con un carácter muy marcado. En una primera aproximación, no es extraño que sus cuidadas miniaturas hayan saltado fronteras, pues su calidad habla por sí misma (como se aprecia en las imágenes que acompañan el artículo). Más adelante, cabe suponer que el conjunto al completo terminará calando en nuestro público.

 

La ambientación, de momento disponible mayoritariamente en francés, y el sencillo pero rico y efectivo sistema de juego, hacen de Hell Dorado un opción sólida e interesante para los amantes de las miniaturas y los juegos de estrategia. Merece la pena probarlo.

 

 

Más información en http://helldorado.fr/

 

Imagen de Brasero
Brasero
Desconectado
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Puntos: 7053

Si señor, desde que empezaron me ha encantado la estética de sus miniaturas y ahora que el confrontation empieza a ser menos de escaramuzas y más de contingentes siempre está bien probar juegos donde no necesitas tantas miniaturas ni tiempo para pasar el rato.

El problema, que no encontrarás mucha gente para jugar por lo menos hasta que no saquen un manual en castellano

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