Charlie y la fábrica de chocolate
Reseña de la novela de Roald Dahl recientemente adaptada al cine
Después del éxito cinematográfico de esta historia de Roald Dahl era una cuestión de tiempo, por suerte, que se reeditara esta novela. Y digo por suerte porque “Charlie y la fábrica de chocolate” es una magnífica novela infantil, amén de una de las más estrafalarias que haya leído nunca.
Con una prosa ligera y esa característica habilidad del autor para dar profundidad a los personajes con pocos trazos, este libro nos presenta un viaje fantástico al interior del lugar más misterioso del mundo: una fábrica de chocolate y otras chucherías donde nada es lo que cabría esperar.
La narración en sí es una sucesión de moralejas en las que se van cribando niños malcriados hasta quedar únicamente el protagonista de la obra, un muchacho que, aunque pobre e ingenuo, sólo guarda en su corazón valores positivos. Él y su abuelo serán dos de los visitantes a la fábrica, e incluso tendrán la oportunidad de acceder a su mayor secreto en una especie de epílogo a esta ya de por sí extraña narración: un ascensor intergaláctico.
La novela es extraña, sin duda, pues la sucesión de elementos fantásticos y la composición del escenario es de lo más rocambolesca. Pero también clásica, pues en el fondo “Charlie y la fábrica de chocolate” es un cuento infantil que bebe de los clásicos, donde la bondad se recompensa y las malas actitudes encuentran terribles finales -que no lo resultan tanto en el libro por lo extraño de la situación-. La aparición de poemas en sus páginas nos lo recuerdan, así como su estructura meridianamente simple.
En definitiva, una obra que merece la pena descubrir, y que ha servido para alimentar la imaginación de los lectores de varias generaciones más efectivamente que las propias chocolatinas del señor Wonka.
Autor
Roald Dahl nació en 1916 en Llandaff (Gales), aunque su familia era de origen noruego, y murió en 1990 en Oxford. Fue un viajero infatigable y un aventurero. Durante la Segunda Guerra Mundial se alistó en la RAF como piloto de combate, una experiencia que plasmaría en “Volando solo”. El germen de esta historia -sus experiencias como piloto- y su primer libro, “Los gremlins”, lanzaron una carrera literaria que, a partir de ese momento, resultaría imparable.
Sus obras no han perdido vigencia, como constata la reciente adaptación cinematográfica de “Charlie y la fábrica de chocolate”, y abarcan géneros tan variados como el de terror o el erótico, aunque, sin duda, es conocido por sus libros infantiles y juveniles.
Entre sus obras más conocidas destacan: “Los gremlins” (1943) –adaptado al cine en 1984 por Joe Dante-, “James y el melocotón gigante” (1961), “Charlie y la fábrica de chocolate” (1964), “Las brujas” (1983) “Matilda” (1986) y “Cuentos en verso para niños perversos” (1982).
También escribió varios guiones cinematográficos, como “Sólo se vive dos veces” (1967) y “Chitty Chitty Bang Bang” (1968), ambos adaptados a partir de novelas de Ian Fleming.
Sinopsis
Un grupo de niños son premiados con la visita a la más fantástica fábrica de chocolate del mundo. Las aventuras que les esperan en el interior son de lo más estrambótico.
Edición
Charlie y la fábrica de chocolate
Roald Dahl
Alfaguara, 2007
Rústica
Conclusiones
“Charlie y la fábrica de chocolate” es la lectura perfecta para cualquier niño. Aunque el haber visto la película puede resultar un ligero inconveniente, pues la trama general se conocerá, no desmerece una obra escrita magistralmente y que incluye mucho más de lo que se pudo llevar a la pantalla.
Asimismo, es una obra interesante para los adultos como lectura ligera, llena de un humor sutil e implacable que, por suerte, no está reñido con presentar una historia general más bien amable, y, por lo tanto, más adecuada para niños.
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