Transparente y la Torre del Destino

Imagen de Patapalo

Reseña sobre la magnífica novela juvenil de Ibán Roca, con la que se inauguran las andanzas de este personaje

La novela juvenil me interesa especialmente por dos motivos. El primero es que se trata de un género al que me gustaría dedicarme, al menos parcialmente. El segundo es que disfruto como un enano con esas historias plagadas de aventura, de ese sabor nuevo del que ve el mundo con unos ojos que no han envejecido. Por cualquiera de estos dos motivos, o por ambos, creo que soy un crítico mucho más despiadado cuando me enfrento a una obra juvenil que cuando leo una obra “para adultos”. Por ello, el que “Transparente y la Torre del Destino” me haya causado una impresión tan positiva sólo puede ser bueno, muy bueno.

 

Reconozco que cuando empecé a leerla desconfié. Durante el primer capítulo tuve la impresión de que Ibán Roca corría a contarnos un montón de cosas para captar nuestra atención, como si tuviera miedo de que cerrásemos el libro. Sin embargo, poco a poco la historia fue ganando consistencia, la trama se fue desarrollando y el nuevo mundo creado por el autor fue cogiendo más y más fuerza. Los últimos capítulos los devoré sin remedio.

 

Los aciertos en esta obra son muchos. Quizá el que más importante me haya parecido sea el de la ambientación: la historia transcurre, en su mayor parte, en el mundo de los sueños, un lugar llamado Tierra Onírika. En él, con ciertas reminiscencias de otras obras, como “La historia interminable” de Michael Ende, “Transparente y la Torre del Destino” crea un imaginario propio que, un gran acierto del autor, enlaza fácilmente con el imaginario colectivo.

 

¿Quién no ha soñado lugares fantásticos? ¿Quién no ha querido oír hablar de ese famoso mundo de los sueños que se escondía tras el espejo de Alicia? El lector rápidamente se siente identificado con el escenario, y la riqueza de éste hace el resto: las posibilidades son tantas que uno está deseando continuamente seguir las aventuras de los personajes.

 

Para rematar la faena tenemos una prosa ágil y sencilla, unos capítulos ligeros y fáciles de leer, unos personajes carismáticos a la par que variados y realistas, lejanos a los tópicos, unos simpáticos juegos de palabras que harán las delicias de los lectores jóvenes y despertarán su interés por la lengua y, lo que es muy importante, una coherente presentación de este mundo mágico, cosa de la que se olvidan algunos autores que confunden “fantasía” con “todo vale”.

 

El broche de oro se lo tuve que poner cuando, al final, uno se da cuenta de que nada está allí por estar: incluso los elementos de la trama que aparecen en el mundo real tienen su razón de ser en la historia principal, ambientada en Tierra Onírika.

 

Autor

 

Ibán Roca -sí, con be como el santo homónimo, tal y como explica en su página web-, empezó su carrera en un estudio de sonorización y doblaje en el que trabajó en proyectos como “Yo, Claudio” o “Tintín”. De ahí pasó a la radio, participando en eventos como la “Expo92” o en programas como los “40 principales” de Canal+. Y después un nuevo salto, esta vez a los dibujos animados: “Las trillizas”, “Detective Bogey”, “Memé y el señor Bobo”…

Esta última etapa le catapultaría a escribir sus propios guiones: “Pelezinho, el rey del balón”, “Flying Heroes”, “Andrew and the magic circle”, “Nicolás”, “Space Toons”, “LMN’S” son algunas muestras de sus trabajos.

Y, finalmente, como si quisiera probar todos los medios artísticos, una novela, “Transparente y la torre del destino”, que abre una trilogía que se completa con “La maldición Sinluz” y “La dama Arco Iris”, todas ellas escritas antes de presentar siquiera la primera a una editorial.

 

Sinopsis

 

Un muchacho descubre, aterrado, cómo su mundo imaginario empieza a interferir en el mundo real. Una aventura sorteando peligros en ambas dimensiones le conducirá hasta la Torre del Destino

 

Edición

 

Transparente y la Torre del Destino

Ibán Roca

RBA, 2005

Cartoné

 

Una edición de lujo, muy bien encuadernada y con unos sugerentes mapas en el interior de las cubiertas

 

Conclusión

 

Que existe buena literatura juvenil más allá de Harry Potter es algo que pocos ponen en duda. La buena noticia es que actualmente se sigue escribiendo buena literatura juvenil y que ésta no pasa por hacer refritos de los viejos temas, ni por importarla del extranjero. Ibán Roca nos lo demuestra con este primer título.

 

Una trama inteligente, un buen ritmo narrativo, una prosa ágil, unos personajes bien trabajados, un escenario a la vez cercano y sorprendente, y una excelente capacidad comunicativa son los elementos que hacen esta novela una pequeña joya dentro del género.

 

No apta para los que quieran una lectura trascendente, “Transparente y la Torre del Destino” hará las delicias de los amantes de los libros de aventuras. Espero que no tarde en editarse la segunda parte de la trilogía.

 

 

Nota: 78

Lo mejor: La consistencia del mundo de los sueños, su rico y a la vez vívido imaginario

Lo peor: Algunos pasajes y personajes resultan algo artificiosos

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