Esta discusión ya la ha tenido mil veces aquí y en la vida real.
Supongo que si vives a tu bola puedes pensar que la política del Estado no te afecta. Aunque igual te plantan una autopista encima. Pero si vives aquí y pagas todo y utilizas los servicios, y lo que es peor, luego a la hora de quejarte te manifiestas alrededor del Congreso (con lo que reconoces su importancia política) en lugar de darle la espalda y generar espacios reales (no ghettos) de autogestión como cooperativas integrales blablabla, estás siendo incoherente. No digo que no haya derecho a quejarse, eso siempre lo hay. Digo que patalear al PP o al PSOE o quién esté por los servicios públicos o convenios colectivos o cualquier historia que se negocie en el Estado no tiene sentido si luego no tratas tú de intervenir de alguna manera en el Estado. Como si Aguirre fuese a escuchar lo que tiene que decir esa peña. Y parten de esos principios: sea quien esté en el poder, son todos iguales, ergo no voto, pero si protesto será porque espero que me escuche quien esté, se llame Anguita o Mayor Oreja.
De eso se acabaron dando cuenta los anarcosindicalistas más inteligentes en la Guerra Civil, durante la república algunos ya se salieron y formaron partidos sindicalistas, otros entraron en Gobiernos.
Es como ir a pelear contra alguien con una mano atada atrás, siendo mucho más débil, por voluntad propia. O en una guerra ir al encuentro del enemigo a uno de sus márgenes, no a su base, para dejar que te rodee y te ataque por todos los flancos. Yo no lo entiendo.
Fui luego a votar, que a esas horas no tenían montado el tinglao.
¿Qué eres? ¿Omnio, que decía que los que no votan no tienen derecho a quejarse?
Hola, me llamo Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate a morir.
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