Histórico: Género predilecto para hablar de...

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Patapalo
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Se me ha ocurrido un pequeño juego de reflexión. Se trata de pillar un género literario (en este caso empezaríamos por el histórico) y ver para qué se suele usar más, qué espera normalmente el público de él y para tratar qué temas o emociones parece mejor dispuesto.

Así, por ir arrancando, diría que el histórico parece bien dispuesto para la función didáctica (dar a conocer otras épocas y datos al lector de a pie que no aborda ensayos), aunque pueda convertirse en un arma de doble filo por el equilibrio entre interés narrativo y documentación.

¿Qué es lo que os sugiere este género? ¿Qué potencial le veis y en qué creéis que se centra ahora el grueso de su producción?

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Lord_Ruthven
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Hola:

Yo precisamente estoy ahora liado con una novela historica; "Alcazaba" de Sanchez Adalid, autor que recomiendo,  expecialmente "El Mozarabe"

Estoy de acuerdo con que la novela historica tiene una función didactica. Pero no creo que unicamente nos ayude a aprender historia, nos ayuda a aprehenderla, es decir a sumergirnos en ella.

Los libros de historia nos pueden dar  datos, analizar las causas de un hecho historico y las consecuencais del mismo. Pero una cosa es entender racionalmente el porqué de un suceso y otra muy distinta interiorizar la forma de vida y espíritu de una epoca. La novela historica, si está bien escrita, sí puede ayudarnos a sumergirnos en otra epóca y por tanto a entenderla mejor. Los sentimietnos de sus gente, la forma de ver el mundo, sus problemas del día a día etc.

Siempre sin olvidar que es una obra de ficción, claroRisa cachonda

P.D. Buena iniciativa Guiño

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L. G. Morgan
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Opino igual.

Tanto como lectora como escritora, busco en el género histórico que recree de tal modo ese tiempo que me permita viajar a él y sentirme dentro. Por eso suelo ser muy tolerante con ciertas inexactitudes históricas, si están al servicio de lo literario y sirven para hacer más cercano lo que se cuenta. Eso, porque tengo claro que no se puede aprender historia solo leyendo novela histórica, sino que deben ser la chispa que te sirva para despertarte el interés por una época o personaje, para que luego indagues sobre ello.

Pero muchas veces no son hechos lo que necesitas, sino comprender de verdad mentalidades y cómo influyeron ciertos acontecimientos (batallas, hambrunas, sucesiones, cataclismos...) en la forma de comportarse de las personas.

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Raelana
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Yo odio la función didáctica del género histórico :( Creo que no debería tener esa funcion, sino un poco lo que dice Morgan de que sumerja en la época y hacerte sentir que estás en ella, pero sin enseñarte, ni pasarse con los datos, que si quiero saber algo ya me leo yo luego libros de historia (me ha pasado por ejemplo al leer clásicos, que después me he ido a ensayos para conocer mejor la época). Sin embargo, me da la sensación de que para muchos autores es la función más importante y en general leo poca historica porque me suele aburrir. Quizás por eso me gusta la fantasía, te permite estar en mundos que no son el tuyo pero no intentan darte una clase.

No toda la literatura histórica me aburre, hay también libros perfectos como Yo, Claudio.

Mi blog: http://escritoenagua.blogspot.com/

Perséfone, novela online por entregas: http://universoca

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Crocop
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Al final, siempre estoy con citas de Chandler. En El largo adiós, se pitorreaba del género, con un escritor al que sacaba como personaje que decía que escribía novelas muy gordas con personajes muy palaciegos, porque eso se vendía muy bien. Es parte del género histórico, claro.

Ofrece un montón de personajes, escenarios y situaciones conocidos que, sin embargo, no tienen marca registrada y se pueden utilizar, simplemente, para vehiculizar comercialmente una historia. Por otro lado, están los autores realmente interesados en una ambientación. Creo que siempre debe estar al servicio de la historia. Además, rizando el rizo, creo también que ocurre como con la ciencia ficción, que muchas veces es reflejo de la época en la cual se escribe, más que una historia del futuro o del pasado. El nombre de la rosa puede leerse como algo más que una mera obra histórica, por muy bien documentada que esté, el autor se expresa más allá de contar la Edad Media, utilizando incluso elementos genéricos posteriores.

Un ejemplo muy claro son las películas que se hacen partiendo del mismo material; La delgada línea roja fue rodada en los cincuenta con un tono beligerante y luego, por Malick, con unos fuertes tintes de denuncia.

Volviendo a Chandler, su visión de la misma época tiene muy poco que ver con la obsesiva y espídica que da Ellroy, cuyas novelas, quizá, reflejan más el  momento en que fueron escritas que aquel en el que se ammbientan; en definitiva, puede ser una extrapolación de los propios intereses y del aquí y ahora solo que expresado  con distanciamiento. Seguramente, si Leónidas viese 300, fliparía en colorines.

Ferrum ferro acuitur

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Patapalo
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Muchas gracias por las aportaciones.

Sí que es verdad que el género histórico a veces se enfoca de un modo que parece casi fantasía: escenarios exóticos, cosas que entran por los ojos, desconexión de la realidad cotidiana para volar a otra que, muchas veces, no tenemos la impresión de que haya existido (¿os imagináis realmente en algunas de las situaciones que se recrean? Tengo la impresión de que es muy necesario dulcificar algunas cosas).

También estoy de acuerdo en que la función didáctica es un terreno muy resbaladizo en este género. Casi tengo la impresión de que funciona mejor en cómics (que te pueden mostrar detalles del vestuario, de las localizaciones, etc., que te permiten "ver" cómo se vivía) que de las novelas, que sobre todo en temas de mentalidad suelen estar trufadas de anacronismos o, directamente, como señala Crocop, de reflejos de las inquietudes contemporáneas.

Al mismo tiempo, con sus imperfecciones, es una ventana abierta a la curiosidad, que puede estimular otras lecturas o investigaciones.

Otra cosa que se me ocurre es que es un buen género para que los lectores cambien de perspectiva. En el fantástico siempre te puedes resistir a ponerte en la piel de otro personaje, pero si la historia es "verídica", se te obliga un poco a cambiar los esquemas preconcebidos. ¿Creéis que puede funcionar bien en este sentido, en el de sacarte de tu poltrona e invitarte a la reflexión?

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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L. G. Morgan
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Pues creo que debería hacerlo. De hecho, la historia normalmente se repite y debería ser una buena forma de reconocer hechos presentes y ver cómo pueden terminar. Pero supongo que depende en parte del autor, si logra enseñarte algo sin ser evidentemente didáctico, y de cómo se posicione. La objetividad no existe, vale, y a veces no es ni siquiera deseable, como autor puedes, si quieres, imprimirle tu impronta. Pero cuando es evidente que se tergiversan unos hechos para aleccionar en algún sentido... A mí al menos me repatea.

Y por otra parte, creo que depende del lector. A veces, según con qué hechos, uno no quiere identificarse de ninguna manera, ni siquiera pensar mucho en ello por lo que le pueda remover. Es algo como lo que decías de imaginarte completamente ciertos hechos (guerras, hambrunas, matanzas, conquistas...), como sabes que fueron verdad es muy duro ponerte en la piel de los que lo vivieron. 

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