El otro día, en la presentación de Molobo, de Vidal, hablando un rato con Morgan y con Magnus, llegué a dos conclusiones:
1. Tienen razón en que por mucho que continues escribiendo, si desapareces y dejas de presentarte a certámenes, pierdes visibilidad y por tanto es más complicado añun que ninguna editorial apueste por ti.
2. Que cada vez me incomoda más que me llamen por el nick "Odin". Maldigo a mi tontería juvenil, lo que me ha molado siempre la mitología nórdica, y a Neil Gaiman en menor medida, por ello. Con lo chulo que habría sido ponerse "Wednesday".
En cualquier caso, echando un vistazo por ahí, he visto un certamen tonto de micro donde piden que sea inédito. ¿Inédito es que no haya sido premiado en concurso? ¿O si en mi blog antiguo que nadie leía hubiese colgado un micro, ya no sería inédito?
He aquí la cuestión.
1. Ojo, que lo de la visibilidad es también muy relativo. ¿De qué vale esa visibilidad? Porque también te puedes convertir en ese tío que está siempre ahí, ese ruido de fondo, en contraposición al tío nuevo que de repente deja a todos boquiabiertos.
2. Es entrañable, ¿no? Al final esto son nombres entre colegas, y Odin te queda bien.
3. Depende del certamen. Estrictamente, inédito es que no ha salido de tu ordenador salvo, quizás, para algún lector privado, algún colega, etc. Si ha estado publicado en Internet, en papel o en la revista de tu pueblo deja de ser (estrictamente) inédito.
Luego, hay certámenes donde consideran que sigue siendo inédito si no ha sido publicado en papel (ecos de otros tiempos) o si no has sido remunerado por el texto. En estos casos, es mejor preguntar.
Finalmente, hay textos que han desaparecido. Si se publican en Internet y luego se borran, al cabo de unos meses o años desaparecen casi por completo de los buscadores y se vuelven casi invisibles, lo que a algunos efectos los hacen inéditos.
En caso de duda, yo preguntaría.
Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.