La exposición
Fueron años de felicidad, de pasión y de complicidad, pero solo se enamoró de su mujer cuando la vio colgada y fotografiada por miles de turistas apresurados.
Desafío- Amor tardío - FINALIZADO - Silencio - 3 - Pisadas - 0
01/12/2013 - 19:52
#3
Un duelo difícil.
La exposición apuesta por lo sobrio, por lo oscuro. Una historia muy retorcida, ¡me encanta! Solo le haría una pequeña revisión; separar un poco "colgada", "fotografiada" y "apresurados".
Efímero busca las cosquillas en el campo de lo sentimental, y consigue remover con su historia de los amantes olvidadidoz y eterna primera vez. Más delicado quizás que el micro de Silencio, pero también creo, peor estructurado. El primer punto y seguido parte una oración que la imagino mejor a base de comas. Y el punto y aparte se carga el ritmo.
Me quedo con La exposición. Porque, con menos palabras, estremece más.
02/12/2013 - 01:55
#4
La exposición no termino de entender por qué la mujer está colgada, pero creo que es lo de menos. Dudo un poco que esos años de felicidad, pasión y complicidad no incluyeran ese amor o enamoramiento. Pero me parece encantadora la imagen del hombre que se enamora cuando ve a su mujer colgada. Su lectura además fluye muy bien.
Efímero me gusta mucho, es un tema trillado el del alzheimer y juega mucho con la frase final, para dar la sorpresa. Aún así me parece muy bonito, el amor en el asilo es un tema que me enternece, nunca es tarde para vivir el presente.
Me quedo con La exposición.
04/12/2013 - 18:00
#5
En La exposición creo ver el ego del artista que, pese a los años compartidos con su mujer, no logra enamorarse de ella hasta que la ve convertida en su obra de arte. Me gusta mucho esa idea. Solo lo afean un poco los tres participios tan seguidos.
Efímero es una breve historia de amor entre dos ancianos seniles aprovechando una tregua de su olvido. Me gusta, pero me parece un tema del que ya se ha escrito mucho.
Creo que Silencio le ha dado un enfoque más original al desafío y por eso mi voto va para La exposión.
Efímero
El destino los unió en el jardín. Propició que se avivasen sus recuerdos, que conversaran, que intimasen y se despidieran enamorados con un beso.
Para que minutos después, ese mismo destino caprichoso se burlase de ellos al convertirlos, de nuevo, en unos perfectos desconocidos en el interior del asilo.