Cara a cara
Habían quedado a la salida del colegio. Por fin iba a encontrarse con esa amiga tan especial que había hecho a través de las redes sociales. Un hombre le dijo que ella esperaba en el coche. Fue tras él esperando ansiosa el momento de abrazarla.
¡Piedad! Que lidemas. Ambos tecstos tratan temas muy actuales, ideas poco innovadoras, pero muy bien tratadas. Cara a cara nos narra sin adornos ni complicaciones como puede caerse en manos muy peligrosas si unimos ingenuidad y redes suciales. Correcto y efectivo.
Chocolate con picatostes ya es un título interesante. Luego una historia típica de pederastia pero muy bien armada. Me gusta sobre todo ese detalle irónico de rezar por los pecadores. Me pregunto si el “que” no debería llevar tilde. Aparte de eso no veo problemas narrativos que lo penalicen. Me quedo con este último, Chocolate con picatostes, por el título y la ironía que le dan un plus más que a su rival. Victoria ajustada a los puntos, de todos modos.
¡Piedad! Que lidemas. Ambos tecstos tratan temas muy actuales, ideas poco innovadoras, pero muy bien tratadas. Cara a cara nos narra sin adornos ni complicaciones como puede caerse en manos muy peligrosas si unimos ingenuidad y redes suciales. Correcto y efectivo.
Chocolate con picatostes ya es un título interesante. Luego una historia típica de pederastia pero muy bien armada. Me gusta sobre todo ese detalle irónico de rezar por los pecadores. Me pregunto si el “que” no debería llevar tilde. Aparte de eso no veo problemas narrativos que lo penalicen. Me quedo con este último, Chocolate con picatostes, por el título y la ironía que le dan un plus más que a su rival. Victoria ajustada a los puntos, de todos modos.
Razón no le falta. El qué debería llevar tilde. se me quedó por el camino amargo del chocolate.
No termino de pillar el título de Chocolate con picatostes. 
Tras ejercer el último juez su voto me gustaría una explicación para tontos. 
Y en el de Xana yo había imaginado un niño, no una niña. El "ansiosa" me ha descolocado.
En un tema tan trillado creo que Cara a cara tiene una vuelta de tuerca más conseguida.
Y era un niño!!!
¿Usted anda tras de mí desacreditándome? Entiendo que el pocholate y los cicatostes eran la merienda-cebo para niños que no tenían mucho que guardar en la barriga.
Y también opino que con un niño hubiese quedado mejor.
Central: un caso de escrache a juez. ¿Procedemos a un tercio y mitad de cachiporra? Afirmativo. Se trata de un tumulto de uno pero con violencia verbal y quema de peluca. ¿Protocolo cebolla? Recibido.
Aquí va a llorar alguien.
Sasto. el pocholate era la merienda de los niños pobres.
Lo que ya no sabemos es qué hacía doña Sole con ellos. Se verá en el siguiente capítulo
Dos micros centrados en el tema, pero que no enamoran, a la pederastia se le podría haber sacado más jugo (bien es verdad que es un tema muy explotado últimamente).
Cara a cara plantea una situación real y actual de forma correcta, pero tan escueta que más parece un informe (o un esquema para desarrollar) que un relato, se echa de menos algún pequeño detalle que nos haga imaginarnos los personajes o concrete la situación. Amiga "tan especial", ¿por qué?; redes sociales, ¿cuál?; esperando ansiosa, suena a frase hecha. Al final resulta frío, lo que está ocurriendo ahí no nos incumbe.
Chocolate con picatostes es más concreto. El título ya nos indica la merienda que los niños reciben y nos sitúa en un contexto de época y de clase social. Lo que me sobra es "rezaba por los pecadores del mundo", es como un amartillar la situación de forma innecesaria, ya sabemos que son hipócritas y que utilizan la caridad para sus fines. El micro en su conjunto me resulta un poco tópico, suena a algo ya leído más de una vez. En lo formal, falta una tilde en el "qué sucedía" y sobra una mayúscula en el "don".
Finalmente y, ante la duda, votaré al que no ha cometido ninguna incorrección: Cara a cara.
Sí que le desacredito pero no este caso. Me refería al autor que se explicara tras los jueces.
Los dos micros juegan a mantener el equilibrio entre mostrar la idea claramente e insunarla. Creo que ninguno ha conseguido nivelar esa balanza y, aunque dejan el desenlace a intepretación del lector, el esfuerzo por remachar el mensaje queda patente desde la primera línea. No está mal, pero si el enmascaramiento durase hasta el final, hubieran quedado mejor.
En esa paridad, creo que Cara a Cara queda un poco más pulido, y por ello se lleva mi voto.
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Chocolate con picatostes
Doña Sole invitaba a los niños pobres del barrio a merendar. Nosotros en la cocina. Y a las niñas al saloncito, donde Don Andrés, su hermano, rezaba por los pecadores del mundo. Nunca preguntamos que sucedía allí dentro, a pesar de las lágrimas y los vestidos arrugados.
jejejejejejejeje.