El Juicio Final
Cuando se anunció el aplazamiento del Juicio Final millones de muertos abandonaron sus tumbas para protestar: "Nos prometieron la resurrección hace más de dos mil años", declararon indignados.
El magistrado, Dios Todopoderoso, pidió disculpas ante los medios por no poder hacer honor a su nombre esta vez.
JUEGO DE LAS SILLAS
Las reglas eran simples: no podían sentarse mientras la música del fonógrafo no dejara de sonar. Alguien olvidó detenerlo. Los jugadores continuaron moviéndose. Al principio, alrededor de las sillas. Después por el resto del mundo. Muertos de hambre, aunque con aquella musiquita siempre en la cabeza.
Bastante inútil