Génesis

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Una columna de Sevilla Escribe sobre colectivos literarios

Según me comentaron, de colectivos literarios se va a hablar largo y tendido en la Hispacón de este 2010, a la que espero asistan los lectores de esta columna que tengan la posibilidad y las ganas de hacerlo. De todas formas, no está de más ir abriendo boca con un punto de vista particular (el de un servidor) acerca de la génesis de estos entes, ir apuntando algo del tema en espera de desarrollarlo todo correctamente en esa hipotética mesa redonda arriba mencionada. Vamos con ello.

Se suele decir que la afición a la escritura es una actividad solitaria, propia de anacoretas, como aquel que dice. Esto es una verdad a medias. Es decir, lo que es escribir propiamente dicho sí es un acto solitario, no se escribe en compañía, o al menos no es lo usual. Pero hablamos de la afición a la literatura, ¿se puede decir que la afición a la literatura se limita al acto de escribir? Para el que sólo pueda responder de forma afirmativa a esta pregunta, mi consejo es que deje de leer esto y se dedique a curiosear por foros y webs del ramo hasta que cambie de opinión. Lo que sigue va para los demás.

No sé cómo fueron los comienzos de la mayoría, pero al menos los de unos cuantos sí, y casi todos coinciden en un nacimiento más o menos temprano de la afición, los primeros escritos, alabados o no por familiares y amigos con más o menos criterio… y ya después la búsqueda de otros con los que compartir la afición; casi siempre pasa así (y con esto ya se desmonta lo de la actividad solitaria, porque no tiene mucho sentido que en una actividad solitaria parte de la evolución de todos sea esa búsqueda de otros con los que compartir afición). Una vez iniciada la búsqueda, y salvo que uno tenga bastante suerte y cuente con un colectivo literario al alcance de la mano, lo normal es centrarse en Internet. La oferta de páginas, foros y blogs literarios que podremos encontrar es casi ilimitada, más que nada porque el ratio de cierres parece menor que el de apertura de nuevos sites. Sólo es cuestión de probar y elegir. Con esto ya hemos entrado en el juego, y no tardaremos en encontrar los portales en los que nos sintamos a gusto. A partir de ahí se establecerán lazos de amistad, unos se animarán a otros, se cruzarán comentarios, se aprenderá, e incluso es posible que se plantee alguna iniciativa grupal, pues hay espíritu de ello, pero al ser algo puntual no se habla de colectivo literario.

Cuando ya uno lleva un tiempo siendo habitual en ciertos pagos internáuticos se empiezan a estrechar lazos, a crecer las afinidades, a querer compartir algo más, a “tomárselo más en serio” con la ayuda de unos cuantos de esos que, además de tener nuestra misma afición, nos caen bien, los consideramos amigos. Ya no se trata de algo puntual, ahora sí hablamos de un colectivo literario propiamente dicho. Algo así pasó con el Círculo de Escritores Errantes, un grupo surgido de la extinta OJ con el objetivo inicial de sacar una antología entre todos. El proceso es como una concentración de elementos afines que se conocieron en tal o cual web, y el grupo resultante será más o menos duradero, más o menos estable, llevará a término sólo un proyecto o muchos, o uno mantenido en el tiempo como puede ser la publicación de una revista.

Otro tipo de génesis de colectivos literarios que yo conozco es el que se da cuando a uno el cuerpo ya le pide tertulias. Cierto es que los foros se pueden parecer, o las charlas por chat, que a veces se queda en hispacones y otros lugares, pero no es lo mismo. Lo que uno quiere es un tipo de reunión estable con gente que guste de esta afición para hablar cara a cara de ella. No es habitual que las amistades de uno tengan la misma afición, o al menos no en número o intensidad suficiente. Por lo tanto, hay que buscar nuevos amigos ad hoc. El origen de Sevilla Escribe o Madrid Escribe es este mismo. En el caso de los primeros, varios de sus miembros originales ya pertenecían a algún otro colectivo como el Círculo de Escritores Errantes, pero tenían esas ganas de poder tratar con camaradas de carne y hueso y no de mensajes en foros con foto pixelada.

A veces la formación de estos grupos no es por concentración de elementos de webs, como pasó con el Círculo de Escritores Errantes, ni por proximidad geográfica, como es el caso de Sevilla Escribe o Madrid Escribe, aunque siempre algo de ello hay. Son colectivos a los que yo no pertenezco, por lo tanto lo que sé, sólo lo sé de oídas, por impresiones propias que perfectamente podrían ser erróneas. Me refiero por ejemplo a Nocte, que lo que busca es la profesionalización de un género, presentar el terror ante el mercado editorial como una oferta que podría ser tan atractiva y comercial como la que suponen el policiaco o el histórico, por ejemplo. Esta intención original obliga a que se busquen miembros cercanos o ya tocando esa profesionalidad, y que además estén muy interesados en el género. Entiendo que en un principio debió haber un grupo primigenio que podría haberse reunido por proximidad geográfica, concentración de elementos de tal o cual página, o una mezcla de ambas. Pero en el caso de una propuesta así, de ámbito nacional, constituida en asociación, creo que se debe hablar de su creación a partir de que sale la propuesta de ese grupo primigenio y comienzan a unirse esos otros elementos que ni se han unido por proximidad geográfica ni se han concentrado a partir de foros o páginas.

También puede ser que un colectivo literario surja de otro, como es el caso de Baratillo Joven, un grupo de Sevilla. El colectivo original, Noches del Baratillo, funciona desde hace la friolera de sesenta años. Hablamos de algo que nada más que por solera se podría decir que está en otro nivel. Centrados en la poesía, sobre todo en el placer de escucharla, de recitarla, realizan multitud de reuniones con ese fin, trabajan con colegios y organismos de diverso ámbito para la difusión del arte, y otra serie de actividades de relevancia. Baratillo Joven se podría decir que son las juventudes de este colectivo, como una corriente más dinámica y que realiza actividades en paralelo a las de su hermano mayor con el fin de difundir el gusto por la poesía entre la juventud de la ciudad. En este caso se trata de la formación de un núcleo dentro del colectivo madre.

Otra forma de surgimiento de un grupo a partir de otro podría ser la escisión, ya siga este grupo escindido participando de las actividades del grupo general o se separen totalmente, por los motivos que sean. Algo parecido a lo anterior pero digamos… menos agradable.

En fin, esto es lo que yo conozco de primera mano o he podido conocer a través de otros o por impresiones mías externas. Hay mucho más de lo que hablar, mucho que precisar, pero para eso ya tendremos la Hispacón y esa mesa redonda de la que he hablado, ¿no? Y si no puede ser en la Hispacón, la hacemos en la Barracón entre cervezas, que nos lo pasaremos igual de bien o mejor. Venga, allí nos vemos.

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Patapalo
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Muy interesante el recuento. Nocte, hasta donde yo sé, surgió a través de una serie de autores que trabajaban en el género y se conocían de otros proyectos, no por proximidad geográfica. Si no me equivoco, la primera reunión informal la tuvieron en una Hispacón.

A mí hay un tema que me intriga de esto de los colectivos literarios y es la falta de coordinación entre ellos. Tengo la impresión de que muchas veces funcionan como compartimentos estancos y que se podrían conseguir simbiosis más interesantes que, muchas veces, llegan solo a nivel personal.

No has citado tampoco a la AEFCFyT, no sé si porque la ves en otra órbita o por desconocimiento.

Parte de la sabiduría consiste en saber ignorar algunas cosas.

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Cierto, lo de la AEFCFT no lo he nombrado por desconocimiento, y porque para hallar su origen y tal tendría que bucear una barbaridad hasta hallarlo. Ya dije, es sólo una nota de lo poco que yo puedo conocer más o menos de primera mano, a ver si otros se animan con esas partes que yo desconozco.

Y sí, supongo que entre colectivos se pueden hacer más cosas, pero es un poco cuestión de predisposición. En serio, he lanzado más de una sonda en alguna dirección y no me han contestado nada, así que más no puedo hacer. Creo que puede haber algo de recelo entre colectivos, un poco absurdo pero real. Pero bueno, por la parte que a mí me pudiera tocar ya te digo que las puertas están muy abiertas, otra cosa es que haya alguien al otro lado...

 

Columna cortesía de Sevilla Escribe: http://sevillaescribe.blogspot.com/

 

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