El último argumento de los reyes

Imagen de Boras

Reseña del tercer volumen de La primera ley, de Joe Abercrombie, publicado por Alianza

 

Última entrega de la trilogía La primera ley y lo que habían anunciado las dos anteriores entregas se ha cumplido al pie de la letra. Sin duda es la mejor parte de toda la obra y era difícil superar lo anterior porque Joe Abercrombie nos ha ofrecido buenas dosis de literatura de calidad y de fantasía a partes iguales, sin especular, sin rodeos, sin subterfugios, creando una obra interesantísima.

Esta entrega prosigue con los mismos protagonistas y lo que representa es el fin de la trama urdida en anteriores obras, pero no un fin disimulado o entre bambalinas sino todo un espectáculo de poder narrativo. Esta parte de la trilogía es la más poderosa y tiene momentos épicos de gran calibre que crean una sensación de que algo enorme y sin igual va a ocurrir, como al final pasa. Muchas novelas pierden en su tramo final, esta no, sin duda las últimas doscientas páginas están plagadas de tensión, intensidad, acción y sorpresas, muchas sorpresas.

Será esa una de las características de Abercrombie, la capacidad innata para tergiversar una trama lineal. De pronto en mitad de lo que parece una historia previsible existe un brusco cambio, un giro inesperado y nos encontramos, de nuevo, ante una trama que nadie aguardaba.

No pienso desvelar nada del argumento, si han leído algunos de los anteriores supongo que no será preciso pero si pretenden sumarse al club de admiradores del escritor inglés, mejor deberían empezar por el principio, seguramente acabarán en esta entrega con una rapidez pasmosa.

Porque a la calidad literaria, que existe en buenas dosis, el autor le suma esa sencillez en la prosa que atrae al lector y genera un alto grado de adicción que impide dejar la lectura a un lado. La acción, el cambio de lugar de la narración y sobre todo el dibujo de los personajes hacen muy apetecible la lectura. El autor inglés dota a los personajes de una carnalidad sorprendente, son seres de verdad, con dobleces, malas intenciones, vicios, carencias y en algunos momentos defectos verdaderamente bochornosos, pero son reales y su comportamiento tiende a la normalidad y hace que la trama sea siempre imprevisible, porque ¿qué hay más imprevisible que el comportamiento humano?

Si en la segunda parte destacaba el papel de Glokta, el inquisidor, esta nueva entrega tiene otros protagonistas por encima del tullido torturador, en especial Jezal y sobre todo Logen, el Sanguinario, héroe, villano, asesino, odiado y temido pero sobre todo un hombre valiente. Esos personajes serán puestos en situaciones apuradas, muy apuradas, llevándoles a un estado crítico que decidirá el resto de sus vidas. Todo confluye al final, dejando a cada uno en el lugar que han conseguido, con sus penas y sus miedos pero también sus logros o sus virtudes y eso es algo que Abercrombie clava. Todo se relaciona en la trama, no existe un pequeño hilo que quede libre, todo al final termina por casar, por unirse y por sumarse a lo que es un conjunto muy logrado, lo cual tiene su mérito porque los tres volúmenes tienen su buena cantidad de páginas y por lo tanto de trabajo.

Se termina una lectura interesantísima que nos ha hecho disfrutar como hacía tiempo. Se siente cierta pena al no tener más noticias de estos personajes con los que ya nos hemos encariñado y también se tiene cierta esperanza de que el autor nos regale otra entrega, porque ya, a modo de adicto, me resulta difícil olvidarme del libro y dejarlo en la estantería o prestarlo a algún amigo. Cuando se acaba una obra que nos ha proporcionado este disfrute se lamenta y mucho que solo tenga esas últimas ochocientas páginas.

 

El último argumento de los reyes

La primera ley: Libro III

Joe Abercrombie

792 páginas

ISBN: 978-84-206-8893-0

EDITORIAL: ALIANZA EDITORIAL

Fecha de publicación: 2009

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