OZ ¿entrevista? a David Jasso y Santiago Eximeno

Imagen de Patapalo

Hace unos días intenté entrevistar a los autores de Cazador de Mentiras, novela publicada por Ediciones Jaguar en nuestro país. Los resultados no fueron los esperados...

Cuando leí Cazador de Mentiras, una novela de terror que se basa en el folklore de nuestra tierra, más concretamente en el “Caçamentides” catalán, pensé que sería una buena idea entrevistar a sus autores. Después de todo, aquello de la escritura a dos manos me parecía de lo más sugerente, y sin duda del interés de nuestros lectores. Desde luego, no me esperaba la respuesta que obtuve, y es por ello que me veo obligado -moralmente- a transcribirla a continuación; es algo así como un aviso a navegantes para los posibles lectores. A veces uno se siente como atrapado en un relato de Poe...

 

 

Estimado Akhul:

 

En un registro rutinario de las habitaciones hemos encontrado un mensaje de correo electrónico enviado por usted a uno de nuestros internos. Este hecho es algo que nos inquieta, ya que los pacientes, especialmente éste, tienen restringido el uso de la sala de informática y todas las páginas que visitan están controladas, asimismo se revisan y filtran todos los mensajes de correo que reciben. Por lo tanto nos resulta difícil imaginar la forma en la que dicho mensaje ha llegado hasta él (quizá a través de otro interno, quizá alguien de seguridad...).

 

Volviendo al tema, el caso es que nos vemos en la obligación de comunicarle que este tipo de intercambio de correspondencia es algo que a este paciente no le conviene: corre el riesgo de alterarse, de sufrir otra recaída y hacerse daño a sí mismo, o a otros pacientes. Por lo tanto lamentamos tener que decirle que el paciente no podrá responder a sus preguntas acerca de “Cazador de mentiras”.

 

Esta decisión no es algo injustificado, y no queremos en ningún momento que piense que la hemos tomado sin una reflexión previa. El equipo médico que le trata ha valorado la conveniencia de que se enfrentara a este tipo de contenidos y finalmente se ha llegado a la conclusión de que su débil salud mental correría peligro, y más debiendo enfrentar a dos de las personalidades que ha desarrollado.

 

Como probablemente sepa, nuestro paciente posee un marcado trastorno de personalidad múltiple, exacerbado en los últimos tiempos, cuando llegó incluso a escribir y publicar un libro firmado por dos de sus personalidades dominantes. Por una parte, cuando actúa como Santiago Eximeno, es un hombre que prevé las cosas, que actúa con planes y previsiones a largo plazo. Es metódico, cuidadoso y trabajador. En otras ocasiones, cuando asume la personalidad de David Jasso, actúa de forma extravagante, dejándose llevar por sus impulsos, regido por la improvisación y con una marcada tendencia a la vagancia.

 

Sin querer vulnerar la sagrada confidencialidad médico-paciente podemos comentarle que, según algunas conversaciones mantenidas con él en las sesiones de evaluación médica, ha declarado que escribió el libro porque se sentía muy a gusto con su alter ego y compartía con él gustos y aficiones. Un primer análisis psicológico de estas declaraciones infiere que, en el fondo, el paciente está realizando una llamada de socorro, que busca reencontrar ambas personalidades y fusionarlas en una sola. Puede interpretarse como un primer paso en su deseo de terminar con su disociación.

 

Sin embargo, el libro versaba sobre un ser oscuro y siniestro con capacidad para desplazarse con gran facilidad en el tiempo y el espacio, lo cual implica de alguna forma una descripción de su enfermedad. El paciente afirma que sólo quería utilizar el personaje de una leyenda catalana muy emparentada con el tradicional hombre del saco, pero un estudio más profundo puede identificar al propio “Cazador de mentiras” como una metáfora bastante acertada de su trastorno. De nuevo podemos interpretar este hecho como una lectura de que desea enfrentarse a la enfermedad.

 

Según hemos podido saber, durante el tiempo que dedicó a la redacción de la novela, sus otras personalidades apenas florecieron a la luz: variopintos personajes como el descontrolado friki de los juegos de cartas, el escritor Daniel Lonces, el pérfido subcontratado, el primo Rufus, el papá preocupado o el borracho amigo de las fiestas quedaron relegados a la oscuridad, y durante varios meses apenas hicieron acto de presencia. Podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que ese periodo fue uno de los más tranquilos y agradables que experimentó el paciente. Asegura que quiere repetir la experiencia y escribir más trabajos conjuntos; todo un dislate, claro.

 

Sin embargo, un enfermero asegura que ha visto papelotes con el inicio de un relato firmado con ambos nombres e incluso en ocasiones ha oído al paciente hablar solo sobre escribir una segunda novela; califica de estremecedora la forma en que cambia las voces y mantiene absurdas conversaciones consigo mismo mientras pasea por el patio de recreo. Por supuesto, todo son alucinaciones de su mente enferma.

 

Algunas de las personas que han leído la novela, y que desconocen los trastornos del paciente, afirman que el estilo está muy unificado, una conclusión lógica dado que se trata de un único autor. El autor tiene unos marcados delirios de grandeza, ya que en sus momentos de crisis afirma que llegó a haber tres editoriales interesadas en publicar la novela, algo inconcebible en el panorama español de la literatura de terror. Afortunada y halagada debería sentirse entonces la editorial en la que finalmente apareció la obra, aunque ya se sabe que en el mundo de la edición las cosas no siempre son como uno cree que deben ser.

 

Una de las muestras de sus personalidades múltiples es que en ocasiones se cree un gran realizador de vídeo (o también un aburrido informático, por poner otro ejemplo) y junta cuatro planos inconexos a los que califica de book-trailer. Una prueba más del penoso estado mental en el que ingresó.

 

Así que, dados los antecedentes de enfermedad mental de nuestro interno, no podemos permitir que responda a entrevistas que potencien sus fantasías y reafirmen sus desvaríos polipersonales.

 

Confiamos en que pronto pueda reincorporarse a la vida normal, aunque últimamente pasa las noches más inquieto de lo habitual porque asegura que alguien va a visitarle. Lo que más nos ha sorprendido ha sido encontrar el mobiliario de su habitación fuera de su sitio, porque el paciente pasa la noche sujeto con correas a la cama.

 

 

Fdo. Dr. Andrés Vergara

Dpto. de trastornos bipolares

Centro de salud mental de Asura-Certeza

Colegiado nº: 06.666-M

Espacio patrocinado por

Nocte - Asociación Española de Escritores de Terror

http://www.nocte.es/

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