El buque fantasma

Imagen de Patapalo

Reseña de la conocida ópera de Wagner sobre el Holandés Errante

 

La idea, más que la historia, del Holandés Errante es por todos bien conocida. Sin duda la emisión de “Piratas del Caribe: el cofre del hombre muerto” ha terminado de rescatar esta antigua leyenda nórdica. Lo que tal vez sepa menos gente es que Richard Wagner, el autor de la Cabalgata de las Walquirias, escribió una ópera basándose en este antiguo mito, precisamente la que, por fin, pude leerme estas vacaciones.

 

La obra, como cabía esperar, nos presenta al atormentado marino condenado a navegar sin rumbo hasta el fin de los tiempos, un concepto que resulta totalmente estremecedor cuando en los versos del autor confiesa su oscura esperanza de que el mundo acabará un día y, con él, su castigo. La fuerza con la que se presenta es arrolladora, dando una buena muestra de cómo se pueden perfilar personajes oscuros muy sugerentes y con una carga filosófica importante.

 

Elementos como éste no son las únicas gratas sorpresas de la obra, que impactará al lector por su energía y su simplicidad. No se trata de la típica obra clásica en la que las poesías giran y giran en interminables actos con un ritmo poco adaptado a nuestros tiempos. Bien al contrario, “El buque fantasma” se revela una obra trepidante, casi vertiginosa, que plantea la situación rápidamente y la termina de un modo más fulminante todavía. Aunque alguno pudiera incluso tener la sensación de que los personajes resultan algo radicales, lo cierto es que funcionan dentro del contexto de su época y, sobre todo, transmiten la emoción necesaria al final cuando, como una galerna en alta mar, la obra llega a su clímax de improviso.

 

Otra cosa que ya no parece tan extraña después de haber enmarcado la obra dentro del romanticismo, es que “El buque fantasma” es una historia de amor. Por supuesto que no se trata de una al uso, y que los personajes sobrenaturales siguen siendo el elemento diferencial, pero, al mismo tiempo, no se trata de una simple historia de condenados como, por ejemplo, Frankenstein.

 

En cuanto a los poemas, poco puedo decir, ya que los leí traducidos al castellano y, sin el acompañamiento coral ni musical, y sin haberse buscado la conservación de su musicalidad, poco importan en sí mismos. Realmente dejan que la expresividad del texto repose en la propia historia y el escenario, optando por conservar la literalidad del mensaje antes que su cadencia.

 

Lo que sí que se puede decir es que la edición que nos ocupa es bastante floja a nivel editorial, y además de un prólogo más puntuado incluye numerosas erratas. Son un par de notas que empañan una edición muy cómoda, con un diseño de portada inmejorable y un precio que, lamentablemente, sólo podemos soñar en otros libros. Supongo que no se puede tener todo en esta vida.

 

Autor

 

Wilhelm Richard Wagner (Leipzig, 22 de mayo de 1813 - Venecia, 13 de febrero de 1883) fue un compositor, director de orquesta, poeta y teórico musical alemán. Se le considera el máximo exponente del romanticismo, el cuál impregna totalmente sus obras. Experimentó la fusión de la poesía con la música y la interpretación, retomando los conceptos griegos clásicos en los que estas artes estaban unidas.

 

Entre sus obras destacan “El Holandés Errante” (1843), “Tannhäuser” (1845), “Tristán e Isolda” (1859), “El anillo del nibelungo” (1854 – 1874), y “Parsifal” (1882).

 

Sinopsis

 

Un capitán marino se ve condenado, por su soberbia, a vagar eternamente por el mar hasta que el corazón de una mujer le sea fiel. El desenlace de la historia no será el que cupiese esperar.

 

Edición

 

El buque fantasma

Richard Wagner

Edicomunicación, 1999

Fontana

Bolsillo

 

Conclusión

 

Hay clásicos de la literatura por ahí escondidos que están esperando a que algún osado director teatral los rescate o a que los lectores venzan el miedo a leer teatro (o incluso ópera). El caso que nos ocupa es uno de ellos, en concreto uno que hará las delicias de los aficionados al romanticismo decimonónico más clásico, uno con buena dosis de tragedia y un escenario bien siniestro.

 

La obra en sí es muy breve, pero muy sugerente, y no es difícil de encontrar a buen precio. Una buena alternativa para descubrir esta leyenda que otros autores han recuperado, aunque uno se quede con las ganas de verla representada con todo la parafernalia o, al menos, de conseguir el CD con la música.

 

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