Este es un óleo de Eduardo Naranjo y nos va a servir para lanzar el reto nº 10.
Se trata de que hagais una historia inspirada en este cuadro.
Cómo se pintó, porqué, qué significado tiene ; estas tres preguntas tienen que quedar contestadas.
¡¡¡Ánimo mis valentes!!!!
Ya, pero estoy haciendo unas cuatro correcciones, leyendo tres libros para reseñar, más todo lo de la uni... y concursos en los que quiero participar.
Jane, consígueme un reloj de ésos que tiene la Hermione Granger en Harry Potter para estar en dos sitios a la vez jajjajaj
Pies descalzos
Como dice la canción: "(...) construiste un mundo exacto, de acabados tan perfectos, cada cosa calculada en su espacio y en su tiempo(...)"
Cuando miro el cuadro que me regalaste, una sonrisa se dibuja en la comisura de mis labios por el lenguaje irónico del propio dibujo. ¿Dibujaste unas botas para hacerme saber que algún día volverías? ¿Pretendes acaso que te espere? ¿Eran aquellas sábanas de fondo las de nuestro dormitorio? ¿O igual son las que ahora te abrigan, en las que derramas ahora tu fragancia, que ya no me pertenece? ...
No voy a esperar una respuesta, mucho menos si mis preguntas son lanzadas ahora al vacío de tu ausencia. Me voy, y yo no dejo nada, ni una sola carta para que no tengas que interpretar ninguno de mis actos. Y si vuelves algún día, con pies descalzos y en busca de nuevo abrigo, podrás recuperar este estúpido cuadro que se te ocurrió dejarme como recuerdo. Ni lo quiero, ni te quiero más a ti.
"(...)tú mordiste la manzana y renunciaste al paraíso, y condenaste a una serpiente, siendo tú el que así lo quiso (...) "
PS: Bueno, a ver si retomo las buenas costumbres!
El cuadro
Odio ese cuadro, lo que representa, todo lo que viene a mi cabeza cuando me paro delante de él. Odio ese cuadro y sin embargo no soy capaz de quemarlo, de rajarlo, tirarlo y no volver a saber nada de él. Lo odio porque representa una época de mi vida que creo haber olvidado. Hasta que me siento en tu sillón y lo observo ahí colgado, rompiendo la paz de mis muros, de mis inmaculados muros, de mi supuesta paz.
-¡cómo acerté pintando el engaño!
Tú, vigilándome siempre, a cada paso que daba, cada decisión tomada y yo, sin darme cuenta, engañada. Pero a mis pinceles no pudiste engañarlos, a mi inconsciente no lo cegabas. ¡Tan certera fui pintando tu inocente máscara!
Odio ese cuadro, tu influencia tras tantos años sigue aquí latente. Soy el producto de tu paciente siembra. Un producto de tu mascarada.
Odio ese cuadro. Aún espero que llegue el día en el que me atreva a tocarlo, agarrarlo con ambas manos y devorarlo, con la misma ansiedad con la que tu devoraste mi alma.
No suele pasar, porque tenemos un foro para poesía con retos propios, pero a cada uno le viene la inspiración como le viene, así que: adelante XDDD y bienvenido al taller
Demasiadas pérdidas
Cuentan que cuando regresó ya no era el mismo. Que sus ojos se habían acostumbrado a mirar sin ver y su mirada se asomaba a dos ventanas vacías que no transmitían las sensaciones del alma.
Cuentan que convirtió el silencio en su cobijo y construyó su mundo alrededor de él. Se enfrentó a un lienzo en blanco y vació sobre él todos sus miedos, todo lo que había ido dejando atrás y que lo fue alejando de lo que una vez había sido.
Cuentan que la guerra salió de sus venas convertida en colores y la tela reflejó todo lo que perdió entre el sonido de balas esquivadas y el olor a batallas perdidas o ganadas.
Demasiadas pérdidas…demasiado blanco en la tela… demasiado silencio en el alma.
Cuentan que cuando el miedo tomó las riendas del pincel, las imágenes empezaron a tomar forma con la naturalidad de los recuerdos evocados en sueños. Una bota para todos sus compañeros que dejaron de ser; otra, cruelmente parecida, para honrar a los enemigos que una vez fueron. Un rosario para recordar la fe que perdió por el camino, la mentira que desapareció entre olores a trinchera.
Cuentan que dibujó su propio rostro, el de antes… lo intentó. Cambió aquellas facciones mil veces pero nunca llegó a reconocerse… ni en los ojos de antes ni en los de ahora.
Cuentan que acabó su obra dándole forma a su miedo, a la certeza de saber que en realidad nunca regresó que, lo que una vez fue, se convirtió en lamento que vaga rebuscando entre sus pérdidas.
Nosotros, un par de botas del mismo pie.
Juntos pintamos este cuadro.
Para demostrarnos que lo imposible en la realidad, podía ser eterno en el arte.
Y decidimos dibujarnos como dos botas. Dos botas diferentes, pero unidas. Dos botas del mismo pie.
Y aun recuerdo aquellas noches en vela en las que te solía preguntar:
“¿Por qué somos del mismo pie?”
Yo no decidí quererte, Dios nunca me dio esa opción.
Porque yo buscaba una mujer que fuera mi compañera, mi confidente, mi apoyo, mi segunda parte. Y entonces, apareciste tú.
Fuiste todo eso y más, pero... viniste con otro cuerpo.
Nos vimos a escondidas, no fuera la gente a pensar mal.
“¿Mal? ¿Por qué mal?” solías reprocharme.
Jamás te di una respuesta convincente, pues nunca lo llegué a entender. ¿Cómo querías que lo defendiera?
Sé que Dios nunca me lo perdonará.
Éramos dos botas, dos hombres, dos almas complementarias. Sólo debíamos buscar un mundo donde no se mirara el sentido de los pies, donde se caminara con el alma.
En la oscuridad, donde ya no había miradas acusadoras, ni ojos extraños, nos entregábamos como dos almas solitarias, unidas por aquel fuerte sentimiento de necesidad.
Y bajo las sábanas no había vergüenza, porque no teníamos nada que ocultar.
Contigo me di cuenta de que en la vida hay ciertas cosas que no se pueden decidir.
Ocurren.
Porque no hay otra opción. Porque aunque nos hayan dibujado con un patrón concreto, existen sentimientos dentro, que no se pueden escribir desde fuera.
Y miro nuestro cuadro, y una lágrima recorre mi mejilla. Pero no debo llorar, los hombres no lloran, pero aún así...,
lloro.
Y recuerdo cómo dibujaste bajo las sábanas aquel bulto. ¿Qué era?
A veces creo que quisiste representarme a mí; escondido tras esa sábana, reprimido, sin querer asumir la realidad.
Otras, pienso que era tu propia imagen. Atado, ahogado bajo mi sentimiento de culpa, sufriendo porque yo no quería mostrar la realidad, siempre cubierto por aquella sábana de la vergüenza.
Quisiera vinieras a explicármelo tú mismo, pero eso ya no es posible.
Te has ido, y ahora…, ¡me siento tan cojo!
para cuándo más participantes?
eeh? eeh? y las votaciones? hay día de cierre?
Bueno, pues creo que tiempo ha habido suficiente, así que ya podemos a empezar con las valoraciones y los puntos que el cuadro va a coger polvo.
Bueno, cuatro escritos, está facilito.
Pilpintu: Me gusta el diálogo interno, bien abordado. El recurso de pies descalzos me viene como demasiado prescindible, hasta molesto incluso, ya por su poca importancia en el relato, ya por su dispensabilidad. Tampoco creo que le hayas sacado todo el contenido al cuadro. No sólo estoy diciendo que fue una interpretanción muy asimplada, sino que también comete un error de interpretación rotundo.
Lycancali: Me gusta la insistencia anafórica con eso del odio hacia el cuadro. La interpretación del mismo también falla un poco. Suena como si sin importar qué hubiese habido representado en la pintura, tú habrías orientado tu prosa hacia el mismo vórtice argumental, ajustando el tópico a tu arbitrio y necesidades expresivas.
El secreto está en que tú te doblegues ante la obra, interpretándola, buscándole sus pequeños detalles (tal como lo hicieron Jane y Sia) y entonces, a partir de allí, debes elaborar tu historia, siempre empleando como plataforma, la obra base, que en este caso es la pintura.
Jane: Linda interpretación, se veía venir el tema guerra de fondo, sobre todo por la descripción del hombre que vuelve distinto. Pero no es algo malo, es sólo un destaque, tú sabrás si te sirve o no el dato (tal vez querías impresionar al lector en cierta instancia, o tal vez te haya sido indistinto).
También resulta atrayente la anáfora empleada a lo largo del texto, que al ser corto y sin carácter narrativo, cobra una fuerza poética importante. Tal vez alguno que otro recurso poético que le añadieras hubiese resultado propicio.
Sia: Hermoso, simplemente. Una intepretación perfecta, un tema original, abordado con picardía (sobre todo por el moño en el final) y con gran emocionalidad.
Pilpintu: 1 Punto.
Jane: 2 Puntos.
Sia: 3 Puntos.
Wow Sia! Geniales los competarios, estoy con Jane totalmente.
Además has dado en el clavo, yo misma puedo ver lo que me comentas, podría hacerme una autocrítica y sería muy parecida, no le di la merecida importancia al cuadro, recaí en lo más recurrente y vanal y me quedé corta.
A ver si en un ratito o mañana comento yo también :D
Pues ahí van mis comentarios :D
Lycancali: Como texto, fuera de su "contexto" está muy muy bien, tiene una prosa muy lograda y se trata de un tipo de narración que se hace muy ágil de leer. Sin embargo, me falta algo de la "imagen" que propuso Jane
Jane: Me gustado mucho, me ha parecido "hermosa" tu interpretación del cuadro; quizás un poco triste, pero supongo que la imagen no incitaba a la fiesta jeje La narración perfecta, si acaso creo que se ha quedado un poco corta, que le podrías haber sacado un poco más de jugo. Es como si dejase un sabor de boca agridulce... como diciendo : ¿y...? jeje
Sia: Yo creo que lo has "bordao" es muy sugerente y hace un uso del cuadro realmente orginal. "Dos botas del mismo pie", el propio título me ha parecido genial.
Lycankali: 1 punto
Jane: 2 puntos
Sia: 3 puntos
OcioZero · Condiciones de uso
ME ENCANTA LA IDEA.
En cuanto pueda me pondré.
Divagaciones de una filóloga zombie
http://divagacionesdeunafilologa.blogspot.com/