La Metamorfosis
Invitado por la lectura, el pequeño vampiro entra en sus sueños. Esta vez, sin embargo, la sangre le resulta amarga y sucia como las caricias de cuero que desvelan su alma. No aplaca la sed: la transforma. Alumbra un nuevo monstruo, un nuevo eslabón de una misma cadena.
¡Mal rayo te parta!
Desde que le maldijo una gitana, todos los años, durante la vendimia, a nuestro padre le parte un rayo. Una mitad siempre decide quedarse en el pueblo, con nosotros, quejándose de su mala suerte, mientras por la carretera vemos alejarse a la otra, silbando una canción.
¡Boys! ¡Boys! ¡Boys!