Natxo, puedo preguntarte qué entiedes por "cuidadano crítico".
Porque yo entiendo que un ciudadano crítico es aquel que somete a mayor deliberación decisiones tomadas en contra de órganos de consulta potestativa pero no vincultante. Sin embargo, apuesto a que cosas como la aprobación de los matrimonios homosexuales (de las pocas leyes aprobadas en contra del Senado), o el cierre de Garoña (en contra de la opinión del Consejo de Seguridad Nuclear) te parecerán estupendas... por muy poco crítica que sea la actitud.
De hecho, debatiendo sobre el sistema parlamentario llegaste a decir que, como el bicameralismo no da los resultados que te gustan, es mejor el unicameralismo, que es toda una actitud crítica.
O el debate que tuvimos sobre la Ley electoral, cuya única crítica fue que IU está infrarrepresentada... pese a que se cuenten para alegar esa infrarrepresentación los votos de ICV, EB... ramas que, tú mismo has dicho, no son IU.
De hecho... ¿la coherencia no es una de las características de la racionalidad? Porque el racionalismo es algo más que negar a Dios.
Siento ponerme tan personal, pero es que de alguien que saca tan a menudo el argumento del "ciudadano crítico" hubiera esperado en esos debates una actitud más crítica y coherente.
No lo veo burocrático hablar del nacimiento de un sujeto libre con derechos y obligaciones. Lo veo justo en educación de valores, también críticos con las normativas legales vigentes para lograr la completa consecución de los derechos humanos y tal.
Si, la patria le da misticismo. Pero me gusta más el modo en que lo ha hecho Guillén Cuervo, sin patrioterismos. No creo que esté diciendo "bienvenido nuevo contribuyente a hacienda, maquina de generar capital y consumo".